En blanco y negro, la primera vez que me hicieron esta pregunta yo lo veía todo en blanco y negro, quiero decir que no había color en la tele, que los grupos o cantantes que aparecían en pantalla delante de unos decorados estéticamente imposibles eran bicolores. El minimalismo no existía, ni aquello lo era, más bien se debía a una neurosis extraña de los realizadores o decoradores de la época. Aun así aquello era lo más.
Pues bien, aquella primera interrogación sobre mi música favorita me la hizo un señor con hijo quinceañero adosado (yo no había llegado aún a esos dígitos) que pasó un día por casa y al que no se le ocurrió otra cosa que hacerme esta pregunta. Muy original por cierto, porque familiares y amigos de mis padres siempre me preguntaban lo mismo es decir por mis estudios o si ya tenía novio y cosas por el estilo. Así que no se me ocurrió otra respuesta que decir que me encantaba la percusión y por ende Ringo Starr y su batería. Apabullado se quedó aquel buen hombre. Hoy algo o alguien me ha hecho recordar estos bateristas que han formado parte de nuestras vidas con su percusiones, debe ser el efecto Año Nuevo.
Reflexiones sobre guitarras eléctricas, baterías ruidosas que zumbaban en los oídos como percusión extraordinaria, porque eran extraordinarios sus intérpretes, para ejemplo Dave Weckl y sus grandes composiciones, dinámicas y diversas o Ringo Starr mencionado en mis comienzos de conocimientos musicales, con su estilo simple pero consistente al que pocos han alcanzado. Aunque rememorando, ¿les suena Phil Collins de Génesis? Seguro, empezó a los cinco años así que recorrió un gran camino musical, claro que si escuchas a Stewar Copeland el baterista de Police sentirás que ya no volverás a oír nada semejante porque es único. Sentir Imagine de Lennon te lleva a la batería de Alan White, nada más y nada menos. Y entonces vuelvo a repreguntarme ¿qué música te gusta? Ahora, suena en mis auriculares soundtrack de Williams.