El 3 de febrero es el día donde las rosquitas de San Blas se imponen al mollete en Antequera. Tiene lugar una costumbre ya en la ciudad, donde los hogares encargan su rosca que bendice las mesas.
Así, las panaderías elaboran esta pieza artesanal que son bendecidas por sacerdotes, o en misas como la de 9,30 en San Sebastián ante la imagen del santo que tiene altar propio en la iglesia mayor. Hay establecimientos como el de Alimentación Juan Ignacio de Plaza de San Sebastián, donde es ya una tradición, que el carmelita Antonio Jiménez se dirija a bendecirlas con oración y bendición del santo del 3 de febrero.
Un día más de nuestra historia peculiar, en este caso de este santo que fue médico y obispo de Sebaste (Armenia) que es patrón de las enfermedades de garganta y de los otorrinolaringólogos, porque se dice que salvó a un niño cuando se había atragantado con una espina de pescado.
