El dato lo dice todo. Hoy pueden ser tres mil personas de la Comarca con algún problema de demencia, unidas a otras cuatro mil más entre familiares y cuidadores. De ellos, 30 usuarios son atendidos en el nuevo centro de día que AFEDAC (Asociación de Familiares de Enfermos de alzhéimer y otras Demencias de Antequera y Comarca) presentó este jueves 21 precisamente en su día mundial.
Pero las dos salas de las instalaciones se han quedado pequeñas, teniendo ya una lista de espera de 25 personas. Muchos pacientes y familiares no son conscientes de la enfermedad. Puede que algunos no quieran reconocerlo. Pero cada día es un problema más presente en los hogares.
El alzhéimer, junto a otras patologías cognitivas producidas por demencias, edad o ictus, así como todo lo que deriva entre las personas mayores, ofrecen datos preocupantes sobre el futuro. Ver en las salas a gente joven nos lleva a evidenciar que no sólo es un problema entre los mayores, puede tocarle a cualquiera.
Si hacen falta más plazas concertadas en residencia de mayores, sería imposible de cifrar las de centros de día de alzhéimer. Sin ir más lejos, repasando las noticias en Diario Sur, Pizarra ha recibido 15 plazas concertadas de la Junta de Andalucía. Mientras que colectivos sustentan los servicios en localidades como Antequera, Marbella, Rincón de la Victoria, Benalmádena o Torremolinos, que precisan de más respaldo público y de las ansiadas plazas concertadas. Complicado lo tiene Antequera, ya que se prevé que las primeras que reciba sean para residencias como San Juan de Dios que no tiene ninguna o para la nueva de ADIPA.
Como puede pasar con enfermos de cáncer o en personas mayores, tanto los pacientes como los familiares, no tienen tiempo de protestar y reclamar más cuidados. Ya es duro tener que afrontar cada adversidad. No vendría mal que nuestros representantes políticos se dieran una vuelta cualquier día para ver cómo es el día a día en esas residencias y centros de día.
Pasa como en la educación, muy complicado es ver un edificio público nuevo al cien por cien, de ahí que se opten por los conciertos. Pero cada vez son más necesarios y lo padeceremos cuando la población que está envejeciendo no tenga detrás un respaldo de jóvenes.
Si no se puede invertir y promover todo desde lo público, desde la administración, quizá sea hora de buscar alternativas desde lo privado y colectivos. Nos viene a la razón un tema actual en nuestra ciudad: el convento de las dominicas. Dejando la iglesia a un lado, ¿no sería un sitio ideal para crear un centro de día de personas con alzhéimer? La Iglesia, la bolsa de la caridad de las cofradías, ¿no podrían mantener personal y voluntarios que los atiendan? Seguro que tanto las dominicas como el Obispado no pondrían reparos en poder desarrollarlo como ya pasara en los nuevos usos de los Capuchinos o Santa Eufemia.
Y mientras, las administraciones públicas, concertando plazas o derivando servicios y personal para atender a los usuarios. Las Catalinas están en pleno centro, su convento se reformó recientemente y sólo se requeriría una adaptación para cumplir con las normativas.
En definitiva, aquí no se trata de intereses políticos, ni de buscar culpables. Aquí lo que importante son las personas con demencia y su bienestar. Y puede que las Catalinas fuera una opción en pleno centro de la ciudad.