Pilar Aguilera y San Pancracio ofrecen a la ciudad un nuevo obrador-artesano que gustará ver a vecinos y turistas.
Sus nuevas instalaciones nos recuerdan a Toledo, con el cuidado del detalle para sus excelencias gastronómicas.
Una ciudad que crece a pasos agigantados, tiene que seguir cuidando con esmero todos sus detalles como los lugares de venta de sus dulces.