En uno de los salones de la Plaza de Toros, cada día se respira Flamenco por las clases que Ana Pastrana Núñez ofrece en su escuela municipal.
Artista, bailaora, profesora, Ana siente y vive el Flamenco como algo suyo, algo nuestro, algo que vivir y compartir. Protagoniza como bailaora el rompedor nuevo vídeo de promoción de Andalucía y se prepara para la semana de actividades por el Día Internacional del Flamenco.
Quedamos con ella una tarde en su escuela, donde el taconeo y el tablao nos dan la bienvenida. Allí Ana muestra su pasión a cada uno de los grupos que van pasando por la tarde. Las alumnas se recrean ante el espejo que les ayuda a intentar seguir sus pasos. Un lugar donde rezuma el arte nuestro, de nuestra historia y de sus vidas.
Protagonista del nuevo vídeo de Andalucía
Ana Pastrana forma parte del vídeo “Andalucía, te rompe”, siendo la bailaora de esta producción que se ha presentado con motivo de la feria internacional turística de Londres. “Ha sido una experiencia maravillosa que ellos confíen en mí”. Hubo una selección específica, “se buscaba una sola bailaora, buscaban alguien que tuviera bastante fuerza” y la eligieron a ella.
Sobre el resultado del vídeo: “Me quedé alucinada porque es un vídeo diferente, parece una película de Hollywood, con muchos efectos especiales”. “Estamos acostumbrados a ver un vídeo que se hable en español con todos los rinconcitos de Andalucía, muy tradicional, y en este caso no es así”. “Te engancha porque cada vez que lo ves, lo vuelves a ver más de diez veces y cada vez, ves más cosas”.
De su grabación. “Con el mantón fue espectacular con el atardecer”. Un vídeo “con gancho para atrapar al público”. Destaca “esa fusión con las cornetas y tambores de Rosario de Cádiz y la actualidad, se hace con tanta alusión a tantos rincones, que te das cuenta de todo lo que sale”.
El origen de su pasión por el Flamenco
Ana Pastrana Núñez (Málaga, 17 de mayo de 1985) despierta de niña su pasión por el baile flamenco, algo que “se lo debo a ellos”, a Juan José y Rosa María.
Realiza sus estudios profesionales de danza en el Conservatorio de Málaga “Pepa Flores”, en la especialidad de baile flamenco. En el 2002 es seleccionada para ingresar en el Taller de flamenco del Centro Andaluz de la Danza de en Sevilla.
Todo empezó “en mi casa, donde siempre se ha sentido el Flamenco. Mis padres me educaron en él, ellos lo escuchaban. En mi educación, la Cultura ha estado muy unida, con muchos libros, poesía, música de todos los estilos y creo que eso es importante. He ido mucho al teatro desde pequeña, al ballet clásico y a muchos conciertos”. Ellos se lo mostraron, y ella eligió después.
Su sueño era: “Ser peluquera y bailaora”. Lo primero, “lo tuve que dejar”, sonríe. Tanto era su deseo por bailar que “yo le decía a mi madre que me quitara del colegio y me llevara sólo al baile. Pero me quedé obviamente y saqué buenas notas”. Consiguió ser bailaora y profesora de baile. “Yo ponía a mis muñecas todas juntas en fila, para explicarles, enseñarles, regañarles y ser la maestra”.
Su “familia es de esta comarca, mis abuelos son de Archidona y tengo tíos y primos aquí en Antequera”. En Málaga apreciaba que en Antequera faltaba algo más próximo a la pasión que sentía por el baile. “Me acerqué a la carrera didáctica de danza española y me moví por toda España. Con los espectáculos y las galas es difícil vivir, buscaba una estabilidad”.
Al venir a Antequera, “había escuelas de flamenco con Manuel de Dios, una chica, y Juani, que lo queremos todos, que yo lo quiero con locura. Yo no quería meterme en sus caminos, quería hacer algo a mi manera. Vine a hacer un taller municipal”. Recuerda sus inicios: “Empecé con dos alumnas. Muy pocas, y hoy, tenemos muchos grupos”. Pide “salud y que nunca me canse, lo que yo quiero es esto”.
Tiene “proyectos infantiles, creación ‘made in Antequera’ que ya están creando cantera y los de adultos, como digo yo, en defensa propia. Tenemos entre dos y tres grupos de cada uno. Estamos creciendo mucho aquí. Ya vengo todas las tardes de lunes a viernes, y he empezado por las mañanas con adultos”.
Ahora las clases son en el salón de usos múltiples de la Plaza de Toros, entre el Patio de Caballos y el lugar donde comienza el paseíllo. “Me encanta cómo ha quedado esta sala. Es muy acogedora”. Para contactar con ella: “Lo tenéis muy fácil, mi teléfono que es el 635 12 54 08, y estamos también en Instagram en escuelaflamenca_anapastrana”.
Ante la semana del Día Internacional del Flamenco
En este reportaje, Ana y sus alumnas preparan una inminente semana dedicada al Flamenco. “En el patio de armas de la Alcazaba, llamamos a todo el que quiere bailar por bulerías, con la música del nominado a los Grammy, Juanfe Pérez, bajista, el próximo domingo 19 a las 12 horas”.
Pero antes, el jueves 16, clase de guitarra de Fran Moya de 18 a 19 horas. El viernes 17, clase de cante de Francis Bonela de 18 a 19 horas. Y el sábado 18, clase de baile de Karime Amaya de 10,30 a 13,30 horas. Todas en la sede de la escuela flamenca.
Le preguntamos qué es el Flamenco para Ana Pastrana: “Una forma de vivir, una cultura del pueblo, de nosotros, de Andalucía, de España. Poemas, vivencias, fiestas populares, presente en todos nuestros momentos, en nuestras vidas”.
Algo que se tiene dentro y cuando se descubre, ya no se puede parar. “Faltan dos días… y echan de menos el Flamenco. Y cuando viene David con música en directo, nos entra algo que no se escucha con otros instrumentos. Eso sólo pasa en el Flamenco”.
Comparte las visitas que tienen a menudo en la escuela. “Hace una semana, tuvimos una visita, de América del Sur. Se quedó una semana conmigo y todos los días lloraba en las clases, decía que no se lo esperaba”. “Vino a ver un espectáculo mío donde ella me veía en el escenario, con las clases con David, y al explicarle las letras del Flamenco, ella se venía abajo”. A veces no sabía si seguir o parar, pero ella le decía que siguiera, que quería recordar lo que estaba viviendo.
Es su forma de sentir el Flamenco. “Es imperdible, siempre digo lo de… prometo mimar, mucho el flamenco, porque amo mi trabajo”. Para llegar a ello “hay que escuchar todos los estilos de la música. El Flamenco va con nuestra historia”. Explica de la magia de poder sentir la música con lo que se vive a nuestro alrededor.
El Flamenco está en nuestro día a día, aunque a veces no nos damos cuenta. “Cuando se va a las ferias con el traje, nuestra cultura les hace saber cómo bailar y llevarlo. Es algo que toda persona debería sentir”.
Vivir el Flamenco es una forma de vida diferente y ella es bailaora y profesora. “No puedo dejar ni una cosa ni otra. Yo veo en las caras de las alumnas, una necesidad… de acudir a sus clases. El Flamenco está en nuestras vidas”.
“Cuando hago conferencias, con teoría y práctica, los que la escuchan, se dan cuenta que forma parte de nuestra vida. Está presente en la Navidad, en la Semana Santa, en las ferias, en los colegios, en todos los días de nuestra vida. Cuando sales al campo, lleno de olivos, eso también es flamenco…”.
Y todo en el corazón de Andalucía. “Antequera es un punto geográfico muy importante y tenemos que insistir todos en ello”. Sobre lo que se puede aprender aquí o en otros sitios, destaca: “No es necesario salir de aquí, para tener una buena clase de flamenco. Siempre es bueno salir o ver otras maneras. En Sevilla y Jerez hay muy buenos maestros, pero es como cuando queremos irnos a universidades de fuera, teniendo la de Málaga tan cerca. Lo bueno no siempre está fuera. Hay que valorar las cosas de aquí”.
Así es Ana Pastrana y compartir con ella y un grupo de alumnas, una tarde pensando en la inminente semana de actividades flamencas.