11 de febrero de 2024. Nueva fecha para la Historia del Deporte en Antequera. Se jugaba el partido de equipos más importante que se ha jugado hasta el momento en el Fernando Argüelles.
El Balonmano Costa del Sol, conocido como las ‘panteras’, disputaban la quinta jornada con el sueño de jugarse el pase a los cuartos de final en la última y decisiva jornada, la que les queda jugar con el Sola HK noruego.
Se jugaba en Antequera porque la EHF (competición europea) exige disputar la fase de grupos en unos pabellones con características homologadas, de los que en la provincia de Málaga hay sólo dos: el Martín Carpena de Málaga y el Fernando Argüelles de Antequera. Los dos primeros partidos se jugaron en la capital y el tercero en Antequera.
Ambientazo en el pabellón con dos mil personas respaldando a su equipo. Entre el público, gran parte desplazado de Málaga y una destacada presencia de antequeranos, entre ellos muchos apasionados de este deporte. El pabellón de visitó de local con alusiones al Costa del Sol tanto en las gradas como en la cancha, para lo que se colocó una pista exclusiva.
El partido: de menos a más
Había que ganar y se ganó. Un partido donde las rumanas del Targu Jiu buscaron puntuar, consiguiendo ponerse por delante en los primeros minutos, pero desde el 15, las locales pisaron el acelerador y se colocaron con un 16 a 13 al descanso. En el segundo tiempo, se notó la superioridad del Costa del Sol.
Con idas y venidas desde el 5 a 5 cambió el partido para las ‘panteras’. Tras los primeros goles de Eli Cesáreo, fue entrar Sole López, y pudo por delante a su equipo con dos tantos de renta: 7 a 5. Pero de nuevo las rumanas se pusieron por delante y salieron al rescate Bitolo y Sara Bravo, que anotaron 3 goles cada una.
Se llegó al 16 a 13 al descanso y las de Suso Gallardo salieron a rematar el partido. No podían dejarse llevar por las rivales para que no se les complicara el encuentro. Con un colchó, de 3-4 goles por encima, se paró el ritmo en el marcador y se gustó en la pista. Y entre tanto surgió la magia de Silvia Arderius, quien lanzó una latigazo imparable e hizo que la fiesta siguiera dentro y fuera del campo. Se terminó con el 30 a 26 en el marcador.
Ahora son segundas y visitan al equipo líder, el Sola HK noruego. Ganando, pasan; si no, dependerán que el Movar húngaro empata o pierda ante las rumanas. Todo está por decidir, pero se llega con opciones al sexto partido.
