El año que viene será. La tarde-noche del Viernes Santo en Jesús fue de desconsuelo y las miras puestas en el 2025. Tras el temprano comunicado, los hermanacos se llevaron las armadillas y tanta gente pasó por la mañana, que no se cerró a mediodía.
Por la tarde, el párroco Tomás Pérez condujo el Pregón de las Siete Palabras, con el que una cruz y dos ciriales fueron recorriendo el recoleto templo ante las tres imágenes titulares. Los hermanos mayores de insignia fueron portando el crucificado con el que se recorrió la iglesia.
Seguidamente, el hermano mayor Antonio Cabello junto al alcalde Manuel Barón salieron a la puerta procesional para ver desfilar a los Regulares de Melilla. Protagonizaron el sonido del tambor y flautas especiales de las soñadas procesiones del Socorro. Terminaron con un homenaje a los caídos.
Luego, siguió el río de personas que acudieron a Santa María de Jesús para presenciar los tronos que se quedaron en casa este año por la previsión de lluvia.