Luis Miguel Gutiérrez Ramírez, Luismi Gutiérrez, regresó en Navidad al Antequera donde se ha adaptado al extremo izquierdo y a aportar sus goles. Con 28 años, el cordobés de Moriles, vive un muy “ilusionante fin de temporada donde el club venía de un proceso de hacer las cosas bien, y creo que al final se está teniendo esa recompensa”.
Le entrevistamos esta semana antes de un nuevo crucial partido. “Nosotros nos dedicamos a prepararnos para el siguiente partido, con una racha muy positiva y vamos a intentar ir a Ceuta y traernos los tres puntos”.
Es el segundo Luismi del vestuario. “Es una casualidad. Somos Luismi Redondo y Luismi Gutiérrez, no hay mucho más. Nos llamamos Luis y no hay problema, nos reconocemos rápido”.
Tras su marcha al Vélez, regresaba a Antequera. “Venía a la que había sido mi casa dos años y no me costó mucho adaptarme. Cierto es que venir de Segunda RFEF y meterme rápido en la Primera RFEF, me costó un poquito, sobre todo las primeras semanas porque yo notaba que físicamente el nivel de ritmo se notaba, pero lo cogí rápido”. Nota una “estabilidad en el club y el día a día es mucho más sencillo cuando las cosas salen bien”.
Vino a sumar gol y se ha adueñado de la banda izquierda. “Es la primera vez que juego más partidos de extremo, yo no soy extremo puro, tengo más juego interior, pero los compañeros que están ahí lo están haciendo increíble: Luismi Redondo, César, Chema, Txus… y el míster me dijo que me necesitaba profundidad en el lado izquierdo y que iba a dar resultado. Me siento muy cómodo por la confianza del club y el entrenador”.
El gol de un venenciador del balón
Lo tiene claro: “Vine para aportar gol y lo tengo y de momento se está dando, ojalá sigan en estas cuatro jornadas”. Ante el Ibiza, lo celebró venenciando en la celebración. “Tengo un amigo que tiene bodegas en Moriles y me dijo que hiciera una venencia” y así lo hizo como buen cordobés que es.
Tras Ceuta, vendrá el Murcia y luego irán a la Rosaleda. “Estuve cuatro años en el filial del Málaga y sé lo que es jugar allí, pero nosotros tenemos que pensar en el Ceuta”. Pase lo que pase, el equipo está que se sale: “Somos un equipo joven donde se nota esa frescura y hambre que tenemos con veteranos que vienen de vuelta. Físicamente somos fuertes y tenemos que aprovecharlo”.
Terminamos exponiéndole lo ágil que le vemos con una frescura muy buen en los últimos minutos. El sueño sigue vivo. “Ojalá seguir ayudando al equipo con goles, asistencias, y juego en lo que me ponga el míster”. El año de los Luismi.
