La vida es la sucesión de momentos inolvidables como el que se sintió este miércoles por la noche en San Juan de Dios. La Coral María Inmaculada de Antequera anunció bajo “Pop y Cine”, una apuesta en el calendario cultural de la ciudad. A pesar de los 35 grados de la noche, la respuesta fue excelente. Las voces, el piano y la dirección fueron de un nivel altísimo. Un concierto que no olvidaremos. Miércoles 10 de julio.
Temían los coralistas por el día, la hora y el calor y no llenar las 150 sillas que habían preparado en el patio de San Juan de Dios. Pero llegaba la hora del inicio de la cita musical y… no se lo creían. ¡Se había llenado el patio y quedaba mucha gente más fuera! Se les ocurrió sacar los bancos de la iglesia y colocarlos en la galería, llenándose también. El público fue paciente y esperó su turno. Los más mayores encontraron su sitio en los bancos y los más pequeños se sentaron en el suelo. No podía sentirse un ambiente más familiar.
Las voces refrescaron la velada mágica
Puntuales, Salvador Álvarez, integrante de la coral, dio la bienvenida explicando el argumento del concierto que iba a comenzar. En él, explicó la historia de la música moderna con sus influencias, lo que significó el pop, el progreso de la composición musical en el cine.
Ahí fue cuando destacó lo que supuso Disney con el respaldo de Steven Spielberg y Robert Zemeckis tras el estreno de “¿Quién engañó a Rogger Rabbit?”. La tecnología empleada abrió las puertas a Disney para que apostara por historias clásicas con la nueva producción cinematográfica como como “La Sirenita” o “La Bellla y la Bestia”.
Y empezó el concierto. Primero, el pop en la música moderna. Con el tango “Volver” de Gardel presentaron sus credenciales. Esto prometía y mucho. Luego el bolero “El reloj” de Roberto Cantoral. Y si ya destacaba José Antonio Morales con su piano al timón de las voces, Vicente de la Aceña va y deja su puesto para sentarse ante una batería para el turno de “Frenesí” chachachá de Alberto Domínguez. El nivel era ya alto, superior, magnífico.
Turno para “El hombre del piano” de Billy Joel y nostalgia con el “Chiquitita” de Abba.
El cuerpo te movía porque recordabas muchos momentos tras leer novelas, ver películas o cantar esas letras que nos vieron crecer. Llegó el turno para la música de cine. Y como si fuéramos Julie Andrews y Christopher Plummer, vino “Do, Re, Mi” de Sonrisas y lágrimas de Richard Rodgers. Y si ya parecía el nivel increíble, momento para los solistas de la coral. El primero, José Luis Aragón al interpretar “La Nuit” de Los Chicos del coro de Jean Rameau.
Tras la primera gran ovación de la noche, “Tonight” de West side Story de Bernstein. “Amazing Grace” de Newton y Walker. Y qué mejor regalo que “Moon River” de Desayuno con diamantes de Henry Mancini. En el recuerdo, las escenas de Audrey Hepburn y George Peppard.
El momento Disney, la voz de Ana Castillo Cárdenas y el homenaje a Rocío Corral
Y quedaba el final. ¡Y vaya final, señoras, señores y niños! Música de Disney. Salvador Álvarez saca ese niño que guarda en su interior y se atreve como solista con “Go the distance” de Hércules. Hércules es como Salvador, un semidiós de conseguir lo imposible en la vida. ¡Qué contento estará “Zeus”!
Con la baba caída, movimiento de filas, los hombres avanzan y se colocan delante de las mujeres. ¿Qué ocurría? Pues que tocaba “Bajo el mar” de La Sirenita. El juego de voces y los rostros interpretando los personajes de la película. ¿Quién sería Sebastián, Flounder, Ariel o el príncipe Eric? Tras la tempestad, vino la calma con “God Help The Outcasts” de El Jorobado de Notre Dame y la extraordinaria voz de Rocío Corral (para los que lean estas páginas en el futuro, que la tengan en cuenta para destacar las mejores intérpretes de la música de esta época).
Como si frotáramos la lámpara mágica, turno para “Un mundo ideal” de Aladdin y, antes de cerrar los ojos, el vello de punta con “Someday” de El Jorobado de Notre Dame cuando Ana Castillo Cárdenas saca de nuestros corazones, tantos recuerdos y emociones junto a las películas Disney. ¡Qué voz, Antequera! Fue el aplauso dado con el sentimiento.
Y llegaba el final con la “Bella y Bestia” que ponía el broche de oro a una espectacular noche verano. Pero se quería más… pero antes, la Coral quiso agradecer los diez años de Rocío Corral Torres como presidenta del conjunto, recibiendo del director Ángel García Acedo y del nuevo responsable, Juan Antonio Sánchez Zurita, un ramo de flores y una placa.
Pero el público no se iba. Se pedía un bis y llegó. “Frenesí” chachachá de Alberto Domínguez que contó esta vez con la participación espontánea del público que llevó el ritmo con sus palmas y se puso en pie al terminar la hora y veinte minutos de concierto. Puede que haya conciertos más grandes, con artistas de televisión, con escenarios de relumbrón… pero muy complicado lo tendrán para llegar al nivel de sentimiento y pasión demostrado por la Coral María Inmaculada. ¡Gracias!