No tenemos que echar la mirada muy atrás para recordar la Real Feria de Agosto de Antequera de 1999, hace 25 años. Aquel año se sufrió todo lo vivido el anterior, con el aniversario de nuestras fiestas que tuvieron una gran programación. O quizá, fueron años en los que comenzó todo a girar, a cambiar, ya saben que la Feria, tiene ciclos, y aquel año del 99, se fueron transformando aspectos de la misma.
Se reclamaban cambios en la Feria en los espacios para Casetas Andaluzas y las nuevas de Juventud, que eran más numerosas entonces, y les iban comiendo terreno a las tradicionales. Ese cambio terminó por afectar a la Feria tal y como la conocemos hoy día, pero eso es otra historia. Recordemos 1999.
Las casetas andaluzas en la noche iban perdiendo fuelle, se lograban mantener, pero había amplitud de miras por las de juventud que iban aumentando, y eso al final nos ha llevado al momento actual, donde el auge de aquellos años para unos y otros, cuesta mantener. ¡Claro, es otra época!
Como decimos la noche contaba con siete casetas para los más jóvenes, entre ellas “La Madriguera” que hacía esa doble línea de andaluza-juventud. Le acompañaban en la noche Tikitón, Aguaero, PGB, Chambao y el Frentazo “que presentaron la novedad de organizar diversos conciertos de música cada noche, entre ellos el grupo local del
‘LKM’, ganadores de la última edición del Mapa Rock”.
Y si eso era en la noche, las Casetas de Día copaban gran actividad de la Feria. Fueron años de mucha fiesta que se vivió en la calle Calzada. Los pubs de La Madriguera, Maruja Limón, La Calzada y Manolo Bar ponían el ambiente festivo una vez que las casetas cerraban y aquello no había forma de pararlo. Desde los balcones caían cubos de agua de los vecinos, que unas veces enfadados y otras dentro de la diversión, les echaban a los feriantes. Destacaba la Caseta de Santa Eufemia, del Puntazo, que se trasladó de Almacenes Carmona –donde comenzaron las obras del actual Parking Centro– a las antiguas cocheras Ranea. La fiesta estaba asegurada, y puntos rojos había por todos lados a lo largo de la calle.
Aquella Feria contó con diez casetas de día, además del Puntazo de Santa Eufemia, estaban la del Ecuador de la Parroquia de San Sebastián en Diego Ponce; el Socorro en la hoy sede de la Real Academia de Antequera; Consuelo y Dolores en los bajos de Fernández Viagas; el Rescate en calle Trasierras; el Rocío en los salones de Pura P. Valle; la Parroquia de Santiago en la Carrera; Estudiantes en su patio y las Amas de Casa Antakira en su sede de calle Los Tintes. Espacios más o menos cercanos que convertían en esta zona de Antequera en un continuo ir y venir de personas y de fiesta.
Tras los ecos de 1998, la Goyesca de 1999
Aún resonaban en los tendidos de la Plaza de Toros el éxito de la goyesca de 1998 protagonizada por Curro Romero y Antoñete. Y con ese aire de grandeza, se preparó la de 1999 con Curro Romero, Antoñete y Rafael de Paula, en lugar de Pablo Hermoso de Mendoza, del año anterior.
El viernes 20 de agosto las cámaras de televisión de Canal Plus estuvieron presentes para llevar esta tarde a todo el mundo. En cuanto a trofeos, no se obtuvieron, pero como señala Ángel Guerrero, fue “memorable”.
El coso taurino contó con dos citas más, la de Finito de Córdoba, Manuel Díaz El Cordobés y Javier Conde con dos orejas, tres orejas y tres orejas, respectivamente. Y los rejones que abrieron la puerta a Pablo Hermoso de Mendoza y Álvaro Montes, no para Paco Ojeda sin suerte.
Todo vivido desde el martes 17 al domingo 22 de agosto con una Antequera implicada, con menos atractivo que el año anterior pero bien iluminada como recoge nuestro periódico: “El Ayuntamiento ha hecho este año un notorio esfuerzo en al ambientación de la Feria, sobre los habituales alumbrados extraordinarios de la zona del Feria de otros años. Así, la Alameda, prácticamente desde los finales de Infante y Cantareros, estaba cuajada de luces”.