La iglesia del Carmen de Antequera conmemoró el Día de los Difuntos con una misa promovida por la Cofradía de la Soledad, donde las religiosas de la Beata Madre Carmen entregaron una reliquia a la cofradía que custodia ya la imagen mariana en cuya capilla reza un cuadro de la monja antequerana.
Así, este jueves 31 de octubre a las 20,30 horas, la barroca iglesia acogió la misa anual de la cofradía del Viernes Santo por los difuntos. Llamó la atención la presencia de las religiosas franciscanas que sumaron sus cánticos y decoro en la intimidad de una misa austera y solemne.
Misa presidida por el párroco Serafín Corral, quien profundizó en el Evangelio, habló de la vida y la muerte y de la esperanza de la Resurrección. Deseó que pronto la Iglesia reconozca a Madre Carmen como santa que es.
En la acción de gracias, la Madre General Joaquina González entregó al hermano mayor José Cantos, una reliquia de la Beata. Respeto en el templo y procesión hasta los pies de la Virgen de la Soledad, a la que se le colocó el relicario.
Fue un momento íntimo, el vivido en El Carmen, con el párroco, la Cofradía, las monjas, los devotos y cofrades, y representando al Ayuntamiento, la teniente de alcalde Ana Cebrián y los concejales José Medina Galeote y María Sierras.
Tomó la palabra el hermano mayor, José Cantos, quien agradeció la misa y los consejos del nuevo párroco, así como a las religiosas de la Victoria por ofrecerles la reliquia. Hasta el 10 de noviembre, se ha montado un altar en la Capilla de la Soledad y desde ese día, el cuadro de la Beata estará en sus paredes.
Terminó una misa donde la religiosidad predominó y brilló por encima de altares y ornamentos y palabras en redes sociales, porque se celebraba lo más importante, la Eucaristía y se hacía partícipes a los presentes del momento de entrega de la Reliquia. Y más en una cofradía que abre las puertas a la Resurrección.
Una misa dentro del Tiempo Jubilar por el 125 aniversario de la muerte de la Beata Madre Carmen del Niño Jesús. Una cofradía que siempre que puede ha intentado llegar en su procesión al templo de la Carrera de Madre Carmen.
María en Su Soledad también tiene en su mano la bendición de la monja antequerana llamada a ser la primer mujer antequerana santa que dará a Málaga una nueva seguidora malagueña canonizada tras once siglos de sequía.
