Hay momentos indescriptibles donde sobran las palabras y sólo hay que escuchar lo que el corazón te dice. Es lo que pasó en la noche del sábado 9 en el Colegio de la Inmaculada de Antequera ante la oración ante el Santísimo por Hakuna.
Quienes estuvieron en el interior de la iglesia pudieron sentir ese revulsivo que supone Hakuna para adorar al Santísimo de una forma diferente. Era el último acto de la tarde en el día que se cumplían 125 años del paso al Cielo de la Beata Madre Carmen.
Fue uno de los momentos esperados tras una tarde donde hubo testimonios en un encuentro entre familias, un festival juvenil y una merienda. Como cierre, una concentración en la iglesia del colegio para orar con el Señor con la participación de componentes de Hakuna, un grupo de oración que tiene en el Santísimo y la canción la forma de llegar al Señor.
La multitud esperaba en el patio y a las 21 horas en punto se abrieron las puertas. Silencio y los más pequeños que se acercan al presbiterio. Allí una Virgen, la Madre de Hakuna, un cuadro de Madre Carmen y velas, muchas velas encendidas.
Marina, una antigua alumna de las franciscanas, se presentó y compartió que forma parte de este grupo cristiano que tiene en la Adoración, su eje de vivir, cantando, rezando y meditando una forma diferente de sentir al Santísimo.
Fue cuando un sacerdote expuso al Señor en una Custodia y se apagaron las luces de la iglesia. Primera canción y un templo que tuvo que dejar abiertas las puertas del fondo porque no se cabía ni en los bancos, ni en los pasillos ni en la entrada.
Ver a tantos jóvenes cantar las canciones, muestran que el método Hakuna funciona. Con el tema «Noche» se empezó a entender esta forma diferente de rezar: «Por tu iglesia que te espera a oscuras por tu pueblo que te reza aguardando la aurora. Te rogamos…».
Silencio y no se escuchaba nada, ni los pequeños, ni la tos del malestar de alguna persona ni la entrada y salida del templo. Fue el turno de «Sencillamente», unos de los temas más conocidos: «Creo, sencillamente… Quiero disfrutar de la serenidad del creer, desligar el creer del sentir. Creo, mi Dios, y basta. Te creo en tus misterios sin entenderlos. Te creo en mí (te creo en mí) y en el pan blanco. En el prójimo y en la creación sin verte en ningún lado».
Pasó una hora rápida, en la que la oscuridad hizo meditar, emocionarse cantando y rezando, viendo al Señor como la única luz de la noche. Muchos de los presentes sentirían el espíritu de Madre Carmen. Muchos otros pedirían al Señor que la haga santa… un proceso que se espere llegue a su fin próximamente. Y con la bendición final, se encendieron las luces y se cantó a la Virgen…
Luego, para terminar, hubo una procesión con una imagen de Madre Carmen que se trasladó hasta Los Remedios, para presidir la misa final del tiempo jubilar del domingo 10 de noviembre, donde el Prefecto para la Causa de los Santos, Marcello Semenaro, presidirá la misa a las 12 horas en Los Remedios.
Será transmitida en directo por 101 Televisión y el canal de Youtube de Madre Carmen. Será un fin de semana intenso porque “Bendito sea Dios, que tanto nos quiere”.
