Sin reacción y sin atisbos de mejora. El Dólmenes Antequera perdió 23 a 29 en casa ante el Proin Sevilla. Ni los nuestros pudieron dedicarle una victoria a su míster, Lorenzo Ruiz, que se recupera de una angina de pecho, ni José Cándido Sevilla pudo dar una alegría a los suyos.
Tras el susto en Ibiza donde Lorenzo Ruiz padeció una dolencia cardíaca que le aleja de los banquillos mientras se recupera, tocaba jugar en casa y volver ver a José Cándido Sevilla al frente del equipo. Pero no salió como se esperaba. El equipo falló demasiado en ataque y la plantilla evidencia que precisa fichajes.
Quince primeros minutos con igualdad en el marcador, con ligeras ventajas de los visitantes. 11 a 14 al descanso con el mal del equipo: defensa justa y pobre ataque.
En la segunda mitad, más de lo mismo, incluso peor. José Cándido hace todos los posibles cambios en defensa del 6-0 al 5-1, incluso el 4-2. Pone a jugadores en sitios no habituales, pero no consigue mermar el ataque de los sevillanos.
Un parcial de 2 a 6 aleja a los de Víctor Montesinos que se ponen con un 13 a 20 en el minuto 45. Los locales se basan en jugadas individuales más que colectivas. No hubo claridad en los centrales y laterales. Y muchos contragolpes mostraban el bloqueo mental de fallar lo que no se suele errar.
Final, derrota y el equipo sigue último con sólo 3 puntos en 12 jornadas y a 6 puntos de la zona de permanencia.
Al término, José Cándido mostraba no poder hacer más ante la situación del equipo, pidiendo el respaldo de la grada y la necesidad de dos fichajes al menos para poder remontar la situación. El próximo partido, ante el Sinfín Santander, segundos con 18 puntos.