En el centro de Antequera hay un obrador que recoge recetas y artesanía de antaño, actualizando su elaboración y ofreciéndoselo a sus clientes. Se trata de Aldamira y en él salen pan con masa madre y sin aditivos ni conservantes. Y entre los dulces que ofrecen, los mantecados.
Entre su oferta, los mantecados de canela y anís, canela y anís con aceite, de escaña de canela y anís con aceite, recio de Ronda de canela y anís con aceite y el rosco de vino.
Conversamos con su gerente, Alfonso Ramírez, quien desde abril inició la elaboración de los dulces típicos navideños. “Llevábamos un año y algo haciendo mantecados desde la campaña pasada, que fue la primera, pero después hubo muchos turistas que pasaban preguntando por mantecados y entonces se me ocurrió, como decimos en muchas ocasiones, desestacionalizar el consumo de mantecado”.
Y desde entonces no paran. “La idea es mantenerlo y tenerlo como una elaboración de bollería del resto que tenemos durante todo el año. Porque al ser hechos artesanales, lo vamos haciendo a mano, liados a mano y una receta, como decimos nosotros, muy tradicional, la de anís y canela y lo único que vamos haciendo es variando el tipo de harina que le vamos incorporando”.
¿Qué harinas son las que incorporan? “Pues aparte de la de trigo blanco tradicional, pues estamos incorporando la de trigo corazón, que es un trigo duro, la de caña pequeña, que es una variedad de trigo antiguo, ancestral, la de espelta integral, como una variedad de mantecado con harinas integrales que no es lo normal”.
¿Qué diferencia tiene para el gusto? “La textura de los integrales es diferente, es un poquito más arenosa y no es una harina fina, digamos”. ¿Y qué aceptación tiene?
“Está teniendo mucha aceptación”.
¿Cuándo recomienda tomar su mantecado? “Por los clientes que tenemos normalmente lo típico, pues después del café, con el cafelito de por la tarde o incluso después de la cena, pues el típico dulce que uno busca, pues un trocito de chocolate o un mantecadito que además el tamaño realmente se viene al uso”.
Pues Aldamira ha abierto una puerta, ojalá eso sea que se pueda degustar todo el año y sea una riqueza para Antequera, para el turismo, para las empresas, para el comercio, que esos tres o cuatro meses, pasáramos a todo el año saboreando y generando empleo y riqueza en Antequera y comarca. Estaremos atentos a cómo va su desarrollo en próximos reportajes.
