Pensar en desayunar en el Polígono Industrial de Antequera es acudir a Restaurante Las Adelfas, en la calle Río Guadalhorce 7.
Desde hace treinta años, la familia Pozo Molina se encuentra al frente de este negocio. Ana Belén es una de las hijas del matrimonio fundador del restaurante, y junto a sus hermanas María Jesús y Eva María sigue al frente del mismo.
No falta todos los días tampoco su padre, Francisco Pozo Montiel, que sigue siendo el gerente, aunque desde la jubilación de su madre, “que era la cocinera oficial”, le han dado un giro al local centrándose exclusivamente en los desayunos.
Atrás quedó su famoso menú, pero lo que no falta es la variedad y calidad que ofrecen en sus desayunos cada día, de lunes a viernes, desde las 7,30 horas y hasta las 13 horas del mediodía.
Las hermanas Pozo Molina, con el apoyo de dos empleadas, se esmeran en dar un servicio familiar a sus clientes. “Gracias a Dios, la plancha no para y tenemos mucha gente que viene a diario, además de los que llegan de paso”, señala orgullosa Belén.
“Nuestra mayor clientela son los trabajadores del polígono”, indica para exponer que se esfuerzan por mantener aquello de “bueno, bonito y barato”. “No queremos poner precios muy elevados, pero tampoco hemos querido nunca bajar esa calidad que hemos mantenido en todos estos años, y que es parte de la culpa de el éxito de nuestro negocio”, añade.
El famoso mollete de cochinillo completo
Todo aquel que visite Las Adelfas podrá elegir entre distintos tipos de pan. “El más típico de aquí es el mollete, pero también tenemos vienas, pan sin gluten, de soja o integral…”, relata. Para rellenarlos, las opciones también son múltiples: “lomo en manteca, zurrapa de lomo, chicharrones blancos, o zurrapa de asadura”. Y algo muy importante, “todo es casero”.
Pero si hay algo que destaca sobre todos los bocadillos que se sirven en Las Adelfas es el mollete de cochinillo completo, “que es como una magreta con alioli que hacemos nosotros, tomate, queso… va bien completito”.
Dado el perfil mayoritario de sus clientes, se buscan desayunos contundentes para reponer fuerzas y poder continuar con la jornada laboral. “El que viene de trabajar, el pobre, se toma un buen bocadillo y así ya aguanta mejor el tirón”, indica una de las hermanas Pozo. De hecho, hay también que se lleva en bocadillo para comer en el trabajo al mediodía.
Pero no solo están “los fijos de todos los días”, también hay otra clientela que va cambiando, “como madres que dejan a sus hijos en el cole en invierno y vienen a desayunar, o ahora en verano abuelos que vienen con sus nietos”.
Al final, se crea un ambiente familiar “con clientes que tenemos desde hace treinta años y que ya son parte de nosotros”.
Restaurante Las Adelfas dispone de un local climatizado con capacidad para 100 comensales, así como una amplia terraza en la que si lo desea poder disfrutar al aire libre de su exquisito desayuno.