Entrevistamos a Luis-Efrén Fernández Rodríguez (Sabero en León, 15 de diciembre de 1961), arqueólogo que desde el año 2014 es el conservador y director del instituto de investigación de la Cueva de Nerja y a Pedro Cantalejo Duarte (Málaga, 19 de junio de 1957), conservador de la Cueva de Ardales, director Proyecto Parque Ardales, director de la Red Patrimonio Guadalteba e investigador del Arte rupestre de las Cuevas del Cantal en Rincón de la Victoria.
Ambos son expertos por su experiencia en las excavaciones prehistóricas en la provincia de Málaga y dentro de ellas, las recientes y más actuales en la Cueva de las Suertes. Hablar con ellos es dar voz a aquellas poblaciones que marcaron el inicio de la civilización en nuestro territorio. Vayamos a ello.
Aún resuena la conferencia que ofrecieron en el Museo de la Ciudad donde fueron contundentes: “Con permiso de la Cueva de Ardales, las segundas dataciones más antiguas hasta el momento en la provincia de Málaga, y aquí siempre hay que decir hasta el momento, son las de las Suertes de Antequera”. Estamos hablando de hace más de 40.000 años en el Paleolítico, siendo uno de los yacimientos más antiguos, científicamente confirmado en el sur de España.
Tras la conferencia, les entrevistamos, insistiendo en las pruebas que ponen fecha de antigüedad. “Lo primero que hay que decir es que estamos hablando de un período que no tiene nada que ver con los asentamientos agropecuarios que caracterizan a la comarca de Antequera o a la vega de Antequera, que fue uno de los sitios clave en lo que es la explotación neolítica.
Así lo demuestran no sólo la cantidad de yacimientos neolíticos, con las aldeas y todo tipo de asentamientos, junto con los sepulcros. Creo que esto tenemos que, en un momento dado, trascender de esa etapa e irnos para atrás muchos miles de años”.
Para saber lo que suponen Las Suertes, hay que dejar a un lado la época de los Dólmenes y el Neolítico, pasar de los 6.000 a los más de 45.000 años que nos hacen viajar en el tiempo. “Si cogemos esa máquina del tiempo y nos vamos para atrás, evidentemente estaríamos en una etapa en que ni climáticamente, ni la flora, ni la fauna serían las mismas”. “Estamos hablando ahora mismo de un mínimo de 40.000 años, de un período donde había unos grupos humanos que tuvieron que refugiarse, vamos a llamarlo así, de forma muy genérica, en lo que hoy es la provincia de Málaga, porque era una zona de clima benigno con el resto de Europa”.
Este estudio evidencia que la humanidad, pasaba ya por el Estrecho hacia Europa. “Cuando hablamos de los neandertales, estamos hablando, evidentemente, de una ocupación humana del continente europeo”. ¿Ellos venían de Europa para Málaga o de África para esta zona? “Yo creo que hubo un momento, antes de 70.000 años, que estaban ocupando toda Europa, claramente, pero llega un momento en que el clima cambia mucho y cuanto más al sur, mejor. Y ahí es donde entramos a formar parte de una especie de selecto club de sitios donde se podría sobrevivir”.
¿Es una de las bases de sus estudios de los últimos años y espacios de la zona? “Es lo que hemos hecho en estos últimos años: estudiar un poco más a fondo el conocimiento que teníamos de esas poblaciones de neandertales. Cómo usaron los territorios en ese espacio temporal que podemos trasladar hasta 70.000 años sin dificultad y cómo durante ese periodo, hasta que llegan los primeros Homo sapiens hace 35, 36, 37.000 años, como máximo, pues tenemos a esos grupos humanos acantonados en estas tierras. Frecuentaron el actual espacio de la vega de Antequera, dejando huella material y gráfica de su presencia”.
Es decir, que hace 60.000 años, desde las Pedrizas hasta la hoy Costa del Sol, eran ya un lugar buscado por la humanidad. “Así es, hay también yacimientos, ocupaciones neandertales, desde lo que es la zona de Archidona y todo lo que es el medio norte de la provincia de Málaga hacia abajo. Es más, donde más yacimientos hay no es en la Costa, que tenemos yacimientos importantes, que vamos a poder estudiar próximamente, situados en esa sierra que rodea Málaga a modo de gran arco montañoso a un lado y otro; sino en el interior de la provincia”.
Con ello quieren decir que ¿hay constancia de la humanidad hace 70.000 años al menos? “Por supuesto”. ¿Puede haber de antes? “Así es y de hecho hay publicaciones que hacen referencia a terrazas del Cuaternario antiguo o sea, que estaríamos hablando de un periodo que estaría vinculado con las épocas de Atapuerca”.
Hasta ahora conocíamos mucho del Neolítico, con la identidad de los Dólmenes y ahora estamos empezando a conocer el Paleolítico de esa zona de las Suertes. ¿Se sabía que tenía que existir algo de esta época? “Había constancia científica de herramientas hechas por los neandertales que estaban, digamos, en entornos muy concretos de las tierras de ese arco montañoso que rodea Málaga y también en la Costa”. Pero faltaba encontrar un yacimiento.
Lo que aporta Las Suertes a Antequera
Le preguntamos qué aporta este descubrimiento para Antequera. “Ahora mismo lo que hemos conseguido es poner a Antequera merced a la suerte de Las Suertes en el mapa de un Paleolítico medio y comienzos del superior, en el límite de algo que no existía, porque las dataciones paleolíticas del abrigo de Matacabras no parecen del todo confiables.
Pero ahora mismo, pues como nos has escuchado, bueno, ya habéis visto el mapa de dispersión de yacimientos musterienses, la cultura relacionada con los neandertales, sin conocerla entera, prácticamente nos copa toda la vega”.
¿Cómo han podido datar al máximo este yacimiento? “Hemos tenido que hacer varios intentos con los compañeros del proyecto ‘First Art’. Digamos que hemos intervenido cerca de 30 investigadores nacionales e internacionales, incluyendo un especialista de la Universidad de Pekín, el compañero Chao Qingfeng. Y hemos tenido la fortuna de que una de las últimas dataciones de uranio-torio, que es la técnica que se utiliza, y no el radiocarbono porque no tenemos materia orgánica y además no alcanza esas edades, ha sido positiva. El resultado nos proporciona una fecha máxima que es la base, 142.000 años antes del presente y una fecha mínima que es la que realmente nos avala la antigüedad que tienen. Esos signos, esos símbolos, esas pinturas, marcas, como queramos decir, tienen como mínimo 44.400 años.
Comparando con otros yacimientos. “Ahora mismo tenemos dataciones hechas por el mismo macroequipo de análisis y estudio en la Cueva del Calamorro-Toro en Benalmádena, que no son tan antiguas. Las de la Cueva del Tesoro y en la Cueva de La Victoria, ahora mismo son un poco más modernas que las de Ardales. No podemos cifrar todavía unos 65.000 años, pero están en ese límite que se pueden relacionar con el tipo de grafías con las últimas sociedades neandertales que habitaron la zona”.
En qué consiste el yacimiento del Paleolítico
¿Qué tiene este yacimiento de Las Suertes? “Se conservan los restos de una antigua cueva arrasada por los trabajos de cantera de la construcción de la carretera nacional 331, aunque es probable que sea anterior, porque en el análisis ya nos hemos dado cuenta de que se utilizó toda la zona como calera. De hecho, mis compañeras tuvieron el privilegio de excavar parte de los residuos. O sea, que se conserva muy bien. Es sorprendente que nos haya dado una fecha, casi no nos lo esperábamos. Y la verdad es que es otro valor más si sois conscientes de lo que este mismo equipo presentó el viernes 6 de junio a través del Subdelegado del Gobierno de España, presidente de la Fundación de la Cueva de Nerja, es un hito más en ese camino que hemos iniciado en la provincia de Málaga para acceder a la Lista Mundial de Patrimonio por las Cuevas Decoradas del Paleolítico”.
Había restos humanos y vasijas de hace miles de años al aire libre, ¿dónde está ese material? “Se tuvieron que trasladar para protegerlos, salvo los que están la propia cueva. Algunos se han quedado allí, estaban demasiado expuestos a la erosión; otros los recogió con bastante acierto Juan Veredas y su familia, los trasladó al Museo y se encuentran allí. Tenemos otros en proceso de analítica por completar, que están en los laboratorios”.
La obra de la carretera y la calera sacaron a flote el interior de la cueva. ¿Qué queda hoy de todo el conjunto? “Lo que queda es fundamentalmente una gran pared que debió estar relacionada con la boca de entrada, que debía estar en la parte superior. No era una cueva en horizontal, sino probablemente una cueva de trazado descendente. Esa pared sur y el bloque con las manifestaciones rupestres se han conservado, afortunadamente, es una suerte”.
No se puede creer que las pinturas del interior lleven cerca de cien años a la intemperie. “Así es, se ha conservado toda la pared y en ella los vestigios gráficos, es decir, las pinturas, los dedos puestos y las manchas, las aerografías, todo ello en la pared. Porque después, en los restos de la propia cueva, que han quedado todavía adheridos a lo que era la cantera que ha explicado Luis-Efrén, ahí lo que parece es que, como en cuevas del entorno del Torcal, se utilizaron como un depósito funerario a partir del Neolítico”.
Se utilizó la cueva más de 30.000 años después, en el Neolítico, hace 6.000 años, entonces para uso funerario. “El hecho de que las cavidades se reutilizaran ya cuando no hacían falta las cuevas por el tema climático, para uso de enterramiento, por los restos que hay”.
Las pinturas encontradas. ¿Expresión de arte, de comunicarse? “Presentan una tipología que la estamos viendo repetida en la costa malagueña y también en Ardales. Lo que significa que hay una unidad gráfica en todos los grupos humanos. Es decir, que a lo mejor estamos hablando de arte, y no es arte, sino que es un modo de expresión gráfico que tenían esas comunidades”.
¿Qué especie humana estuvo habitando lo más antiguo que se sabe en la Suertes? “Pues tenemos el mejor de los apellidos de la Prehistoria que es el autor de estas grafías, que son los neandertales. Hoy en día, tener un yacimiento neandertal ya nos sitúa en un mapa, como ha dicho Luis, nos sitúa en un mapa internacional. Pero además, tener grafía de los neandertales nos sitúa en un gran debate científico, mucho más allá de estar en un mapa”.
Paramos e insistimos. ¿Es reescribir la Prehistoria? “Estamos ahora mismo en lo que todo el mundo científico está revisando que son las cronologías del nacimiento, de la imagen gráfica que quiere perdurar en el tiempo. Eso es una cosa tan interesante como lo que estoy viendo en la hemeroteca vuestra y me parece lo mismo. Es decir, guardamos información a través de unos dibujitos, que son letras, pero realmente lo que hicieron ellos es para que llegara a nosotros, aunque nos parezca mentira”.
Esto va a dar a ustedes más trabajo y a todas las generaciones investigadoras del futuro, porque digamos que es como reescribir la historia. “Esta vez se sitúa en algo no tan monumental como pudieron ser los sepulcros dolménicos, se coloca en la punta de la lanza de la investigación, porque ya cualquiera que tenga que estudiar los grupos humanos paleolíticos, en esa etapa tan importante de ellos y en la primera de los Homo sapiens que somos nosotros, va a tener que venir a ver estas cosas. O por lo menos a estudiar y leer nuestros artículos”.
Y anteriores a ellos, ¿hay yacimientos en la provincia de Málaga? “Pues en la Costa de Sol occidental se están datando determinados elementos, pero todavía son estudios en curso”. Se crece a pasos agigantados porque con “las nuevas tecnologías se ha avanzado tanto que hoy en día han dejado desfasados los trabajos que nosotros teníamos de los años 80 y 90, absolutamente desfasados”.
Perdonen que les pregunte por los nombres y no por las fechas. Altamira, Atapuerca, Los Dólmenes… ¿dónde situamos a las Suertes? “Entre Altamira y Atapuerca, exactamente. Las Suertes es un punto más de una diáspora de puntos que dibujan un mapa muy importante para la provincia de Málaga”. Y todavía tiene que haber cosas de bajo tierra. “¡Claro, mucho!”.
¿Y ahora, qué hacemos con Las Suertes?
¿Cómo se puede conservar? ¿Cómo se puede seguir estudiando? ¿Cómo se puede visitar? “Lo primero que tenemos que hacer es generar un plan de gestión del yacimiento, que eso evidentemente tiene que ser a través de aquí de la Oficina de Patrimonio Municipal, de la propia Delegación Provincial de Cultura y de la propiedad de los terrenos. Y hay que diseñar un plan de abordaje del yacimiento que le dé la protección”.
Se ha declarado Bien de Interés Cultural por ministerio de la ley. “Parte de nuestros trabajos han ido orientados a la protección legal del espacio, a su incoación como BIC”. Ambos son unos referentes en la arqueología en la provincia, al frente de un gran equipo que será quien en el futuro siga avanzando en las investigaciones. “Está claro que tenemos cierta veteranía, pero detrás tenemos un equipo de respaldo que nos empuja”.
La importancia de este yacimiento ¿es por la antigüedad si los comparamos con los Dólmenes? “Sí, evidentemente, es lo más antiguo, pero eso no quiere decir más importante. Porque yo sí puedo casi asegurar que los Dólmenes juegan en una división como si fuera la Champions League porque no hay cosas tan grandes, tan espectaculares y tan bien estudiadas y conservadas”.
Y este emplazamiento arqueológico promete, como el Antequera que está en Primera RFEF, siguiendo con el símil futbolístico. “Las Suertes tiene que empezar de menos a más, y eso va a depender fundamentalmente del Ayuntamiento y de la Consejería de Cultura. Es decir, los investigadores vamos a poner nuestro grano de arena, pero la gestión, la conservación, la correcta difusión entre la sociedad lo tienen que asumir ellos”.
Un balance para terminar esta entrevista
¿Qué le podemos decir a ese joven estudiante para que comprenda la importancia que tiene este descubrimiento? “Pues que empiece a verle otra manera más sensata a esos grupos humanos que todos tenemos en la cabeza con la frente huidiza, tan fuertes como fueron los neandertales. Tanto las mujeres como los hombres eran más fuertes que nosotros, estaban más preparados para la vida en la naturaleza”.
¿Qué le transmitimos a ese profesor de ese colegio, de ese instituto, de la provincia de Málaga ante este descubrimiento? “Pues tiene que dirigirse al Museo de Antequera. Por responsabilidad es cosa de que nuestro trabajo de investigación y el trabajo de administración se culminen un espacio de difusión pública para que sea accesible. Y después, pues hay fórmulas de exposiciones, la divulgación que nos empeñamos mucho en hacer, en socializar esta idea desde que se supo del yacimiento”.
¿Es recomendable que algo de Las Suertes esté expuesto en un museo, como el Antequera o en Málaga? “Las piezas que forman parte de los ajuares funerarios del Neolítico final, Calcolítico temprano, sí; al ser un BIC, algunas piezas las hemos rescatado en intervención, hay que depositarlas en museos con unas condiciones determinadas de conservación, pero al ser un BIC, el arte rupestre es inalterable y lo que hay que promover es su conservación in situ en el marco natural que tienen”.
Con todos los respetos, hemos visto muchas cosas parecidas en Antequera como Singilia Barba… ¿Qué habría que hacer para conservar, para estudiar, para visitar, sabiendo que hay muchos yacimientos que se descubren, pero luego… se olvidan. “Yo pienso que se necesita ahora mismo de un estudio que sea capaz de acometer un plan de gestión del propio yacimiento. Al no ser demasiado grande, creo que el costo está muy minimizado.
Ahora, sí que, evidentemente, tiene que existir una serie de medidas preventivas de conservación. Por ejemplo, allí hay mucha masa forestal seca. Eso correría mucho peligro si hubiera un incendio. Entonces, estas cosas hay que atajarlas cuanto antes, incluso durante el proceso de redacción hay que acometer lo urgente. Pero eso yo creo que las instituciones van a afrontarlo con el carácter que se merece”.
Si cogemos una máquina del tiempo y estuviéramos en el 2125, ¿cómo soñarían ustedes que estuviera el yacimiento? “Muy probablemente que en todos los colegios nos pusiéramos unas gafas y viéramos todo lo que quisiéramos de Las Suertes y todo lo que sabemos. Aunque no hay que esperar tantos años, eso lo podríamos hacer ya. Es decir, generar por ordenador para cada uno de los centros escolares de Antequera, un 3D explicado, documentado y perfecto. Eso no es ciencia ficción, eso se puede hacer. Y eso valdría mucho para comprender la importancia que tiene el sitio y del contexto”.
¿Qué le pedirían a un responsable político para poner en valor este descubrimiento?
“Evidentemente hay que arrimar un poco el hombro económico, pero sobre todo es la voluntad administrativa de darle protección y de generar una idea o varias ideas que permitan conservarlo y ponerlo en valor. Aquí mis compañeras saben perfectamente que nuestro método en la Cueva de Nerja es conocer para proteger y que la mejor manera de hacerlo es hacerlo valorar por la población. Y para eso hay que socializarlo necesariamente y hacérselo llegar”. “Ese esfuerzo, pues tiene también su componente económico, pero no es tampoco oneroso. Esto pasa más por la imaginación y el desarrollo de ideas que por cosas que en este caso, pues no tienen por qué ser necesariamente muy caras para un municipio ni para la comunidad autónoma”.
Que así sea, que no haga falta ni un Indiana Jones ni un Tadeo Jones para descubrir todo lo que aún encierra el yacimiento de Las Suertes. Que sus estudios lleguen a los museos, a los colegios y a la sociedad antequerana y malagueña porque se está reescribiendo la Prehistoria.
Hasta aquí la entrevista con ellos dos, que forman el equipo de investigación junto a María del Mar Espejo, Yolanda del Rosal y Cristina Liñán; así como Manuel Romero como arqueólogo municipal y el equipo del “First Art”: Diego Fernández, Hugo Mira, Hipólito Collado, Sara Garcés, Hugo Gomes, José Ramos y Chao Qingfeng.