sábado 13 septiembre 2025
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Santa Eufemia: 75 años de la procesión en septiembre y el Pendón y las Cigarreras de Sevilla en el año 2000 en Antequera

Hace 100 años, la procesión de Santa Eufemia en Antequera con andas y la imagen de Andrés de Carvajal, se realizaba en el Corpus Christi y su octava. En septiembre, el día 16, tenía lugar la procesión cívico-religiosa que se perdió hace medio siglo. En ella, el Ayuntamiento, bajo mazas, se dirigía con la Banda de Música a San Sebastián, donde recogía al clero rumbo al templo conventual para celebrar la función votiva.

En 1950 se organizó la procesión con la imagen en el mes de septiembre, tras la fundación de la cofradía en 1949. En 1975 padeció el desarraigo de las tradiciones. Y en el 2000, vino el Pendón de Sevilla y la Banda de Cornetas y Tambores de las Cigarreras.

1925: 515 años de la hazaña del Infante
Hace 100 años fue miércoles y se “cumplen 515 años de la conquista de Antequera por el famoso Infante don Fernando que de ella tomó el glorioso sobrenombre con que se le conoce en la historia. El 16 de Septiembre de 1410 se verificó el asalto general a las murallas de la entonces villa musulmana, y desde que en ese día ondeó en sus alturas el pendón cristiano”.

En nuestras páginas se recuerda cómo fue la conquista y se comparte un amplio estudio sobre la vida de Santa Eufemia, donde se le relaciona con la ciudad, apuntando que “en nuestra Insigne Colegiata hay una en su famoso Relicario, y otra en el pecho del Ángel Custodio de esta Ciudad, que está sobre su Torre, siendo de notar que desde que se puso esta reliquia, que fue el año de 1772, no ha experimentado Antequera, ni su comarca, daño ni molestia de las tormentas, que le eran muy frecuentes, y de los rayos y centellas, con que era molestada”.

1950: La nueva cofradía la procesiona en septiembre
Cayó en sábado el 16 de Septiembre. A la “acostumbrada procesión cívico-religiosa de sus reliquias y función en su iglesia. Además, su nueva cofradía sacará en procesión, por la tarde, a su venerada titular, que desde hace muchos años no salía a la calle. El pueblo de Antequera deberá tributar a su Patrona la ofrenda de su devoción tradicional”.
Se inicia una procesión en el mes de septiembre además de su función votiva, en la que con su paréntesis hasta 1988, es la que hoy se mantiene en este mes. Volviendo a 1950, “se celebrará misa de comunión general, obligatoria para los hermanos de su Cofradía a las ocho y media”. Luego “a las diez y media será la función principal con asistencia del Excelentísimo Ayuntamiento y Clero secular y regular de esta ciudad, celebrándose la tradicional procesión de las santas reliquias”.

Por la tarde, “a las siete y media, tendrá lugar la procesión de la imagen de Santa Enfemia, sobre andas de plata y conducida asistiendo el Excelentísmo Ayuntamiento, autoridades y representaciones religiosas y civiles”. Pudo ser el templete de la Virgen del Rosario, que se utilizó para varias procesiones de otras imágenes en esa época.

En la función principal y durante las tres primeras tardes de la novena, predicó el guardián de Capuchinos. Se hace saber a todos los fieles que “Su Santidad León XIII concedió la bendición apostólica a todos aquellos que asistan a la anunciada función, así como también a cuantos asistieren cualquiera de las cultos que tendrán lugar durante la novena que empieza ese mismo día”. Se hacía entonces la novena desde el 16 y no antes de su festividad.

Unos años que supusieron una recuperación de unas fiestas donde “Antequera celebra solemnemente la fiesta de su Patrona Santa Eufemia con cada año mayor esplendor, remozando viejas tradiciones, Antequera viene honrando a su Patrona Santa Eufemia, la santa virgen y mártir, por cuya intercesión celestial ganó a Antequera de moros, el Infante don Fernando”.

La nueva Hermandad, “que ha venido a reparar un inexplicable olvido, ha hecho acto de presencia en la solemnidad tradicional de la procesión de las reliquias, que conjuntamente y desde hace siglos celebraban el Excelentísimo Ayuntamiento y el Clero de la Colegial; y además ha sacado a la calle a la Santa Patrona, cuya procesión dejó de lucir desde hace años como era debido”.

La víspera se celebró con una velada en la plaza de Santiago, “dando un concierto la Banda Municipal y luciendo banderas y colgaduras. Hubo muchas candelas en los barrios, como de costumbre”. Tras la procesión cívico-religiosa, “la Directiva de la Hermandad y caballeros horquilleros se reunieron en casa del teniente hermano mayor, José García-Berdoy Carrera, y se dirigieron con la Banda de música hasta la puerta del Ayuntamiento, donde aguardaba la Excelentisima Corporación Municipal y seguidamente se organizó el desfile hasta la plaza de San Sebastián, donde se incorporó el Cabildo Eclesiástico, llevando las reliquias de la Patrona, con el ceremonial de costumbre”.

El relicario fue llevado por el coadjutor de San Sebastián, Miguel Rodríguez Gutiérrez, y el pendón de la ciudad por el concejal José Luis Moreno Ortega. La imagen de la Santa aparecía en su camarín “entre ramos de flores y muchas luces. Ofició don Pedro Vitas, que tuvo de diácono a don Miguel Rodríguez y subdiácono a don Juan López Checa, y actuó de maestro de ceremonias el párroco de San Miguel y Santa María, don Antonio Cafiada”.
El oficiante “vistió la valiosa casulla hecha de una bandera mora y que sólo se utiliza en esta solemnidad”. Enrique de Umbrete, basó su discurso en las palabras de San Pablo: “Porque hay muchos hom-bres que buscan las cosas terrenas” para hablar de los que sólo persiguen los gozos de la vida sin preocuparse de la gloria eterna que sólo se alcanza con el sacrificio, el desprendimiento de los bienes materiales, presentando como ejemplo a Santa Eufemia.

El Ayuntamiento, bajo mazas, ocupó el centro de la iglesia, “presidido por el alcalde accidental don Francisco Ruiz Burgos, a quien acompañaban el juez del partido don José Ramón Ortega, los tenientes de alcalde don José de las Heras, don Francisco Gómez Sanz y don Ramón Sorzano; concejales don Pedro de la Cámara y don José Luis Moreno; secretario don Rafael Pérez Ecija y capellán don Antonio García Sánchez”.
En bancos laterales “tomaron asiento el hermano mayor de la Hermandad de Santa Eufemia, don Carlos Mantilla de los Ríos; el teniente hermano mayor, don José Garcia-Berdoy Carrera; el mayordomo don Carlos Blázquez de Lora; secretario don Juan Ortega Curado; y vocales: don José de la Cámara García, don José Luis Moreno de Rojas y don José Cabello Ortega”.

En estos actos actuó la Banda Municipal, “que por primera vez ha interpretado un inspirado Himno al Pendón de Antequera, compuesto por su director don Juan Mohedo”.
Ya por la tarde, “la procesión de Santa Eufemia revistió gran brillantez. Salió a las siete de la tarde de San Sebastián, recorriendo las calles de Lucena, Cantareros, Infante don Fernando, plaza de San Sebastián, Encarnación, Carrera y plaza de Santiago. Lució la hermosa imagen en un artístico trono de plata, siendo llevada a hombros por veinticuatro hermanos, dirigidos por don José García Berdoy Carrera, y siendo acompañada por devotos y miembros de varias asociaciones piadosas”.

1975: La crisis religiosa
y de las patronas
Hace 50 años, como ya compartimos con la Virgen de los Remedios, sólo se organizaban las misas. Se critica desde nuestras páginas porque “pocas celebraciones se mantienen de aquellas ricas y brillantes fiestas organizadas en su honor, como lo hacen en cualquier punto de España, donde el día de la patronales día señalado. Se perdió la procesión de la Virgen de los Remedios, sin que acertemos a explicarnos lo motivos; más antigua es la última procesión de Santa Eufemia, y no digamos de laque en cumplimiento de voto, creemos que perpetuo, tiene que realizar nuestro Ayuntamiento”. “Actos religiosos y nada más, que aunque justifiquen sus solemnidades en la forma más elevada, no creemos estorben ni las típicas verbenas, ni las hogueras, ni las procesiones de nuestras patronas, en unos años que hasta se consiguió hacer festivo, propiciando la celebración de números de carácter y naturaleza populares…”.

En San Eufemia “se ha celebrado la no menos tradicional novena a la otra patrona de Antequera, que concluyó con la tradicional misa en que el Ayuntamiento bajo mazas cumplió su voto, y en la que el celebrante vistió la casulla realizada con una bandera tomada a los moros en la conquista de la ciudad por Fernando, figurando también en la celebración el histórico pendón depositado en el Museo Municipal”.

2000: El Pendón y las Cigarreras de Sevilla en los cultos de Santa Eufemia
El Año Jubilar del 2000 tuvo un amplio y destacado programa de actos para Santa Eufemia. En primer lugar, María Jesús Rodríguez presentó el Cartel Anunciador, obra de Antonio J. Torres. En un acto en el que se presentaron las hermanas Cristina y Patricia Pascual, ante los hermanos Esther y Ángel Sanzo. El Pendón de Sevilla regresó a Antequera tras 1410 para acompañar a Santa Eufemia, en un año en el que vino la Banda de las “Cigarreras” de Sevilla.

Un año donde hubo un concurso de fotografía para elegir el cartel. Antonio J. Torres Casero fue el ganador, cuya diapositiva fue el motivo del Cartel Anunciador.

Los talleres de Cristóbal Angulo realizaron dos ciriales de madera y plata y una cruz alzada con la efigie de Santa Eufemia que fueron aportados por una familia devota para el culto a la Santa. En lo que se refiere al trono, José Cantos Ruiz, “joven promesa de la orfebrería antequerana, que acaba de entrar en la escuela privada de platería de Córdoba, tras pasar complejas pruebas”, se encargó de restaurar el Relicario que se colocó delante del trono. Y Francisco Cherino, amplió las andas del trono, pasando de 36 a 54 plazas de hermanos de trono.

Volviendo al Cartel, hace 25 años, el patio del Museo Municipal acogió la presentación del Cartel que en el mandato de Ángel Guerrero Fernández como hermano mayor, buscaba una actividad cultural que completará los cultos religiosos. Así se vivió una de las noches más recordadas en estos menesteres: María Jesús Rodríguez desveló el Cartel, precedido por un concierto de los hermanos Esther y Ángel Sanzo y Patricia y Cristina Pascual.

Patricia y Cristina Pascual, “inmejorable ejemplo de la juventud estudiante antequerana, que, aún en período de formación musical, ‘tocan’ muy bien el violín… Pero hay mucho más en estos talentos musicales –otros descubrimientos de Esther Sanzo– y es lo que precisa cualquier estudio por buenos que sean, que lo son, sus profesores: algo que llevan dentro, que las transforma, cuando aflora su peculiar forma de vivir la Música”.

Era “su primer concierto a lo grande, como solistas, superior, magistralmente acompañadas por Esther Sanzo, en feliz coincidencia con otro concierto, también de Santa Eufemia, en el que se dieron a conocer a lo grande Esther y Ángel Sanzo que ya se ve dónde han llegado”. El ‘Nocturno’, la ‘Tarantella’ y música de Debussy y Albéniz fueron parte del programa.
María Jesús Rodríguez Becerra, devota de la Santa, “con bellas palabras hizo una reflexión personal, íntima y emotiva, de por qué había aceptado una misión que jamás podía esperarse, justificándola en lo que ella consideraba mitad milagro, mitad fruto de la Ciencia, en una situación maternal delicada”.

Desveló el cartel de Antonio Jesús Torres, “hablando de lo difícil y acertado del encuadre, de la belleza de las luces, de los brillos del trono, de lo que representaba la compacta fila de jóvenes hermanacos. Se hizo corta su disertación y los aplausos que se le dedicaron, muchos, largos, entrañables, fueron el mejor refrendo a cómo se había sabido valorar la intervención”.

Y la procesión del año 2000 contó con el Pendón de Sevilla, como lo estuvo en 1410, con “encuentros” de Santa Eufemia en San Sebastián, San Agustín, Los Remedios, San Juan de Dios y San Pedro. Un año donde desfiló la Banda de Nuestra Señora de La Victoria, conocida como “Las Cigarreras” de Sevilla, conducida por Antonio González, que abría el desfile que entonces se realizaba desde Santa Eufemia hasta Santa María, donde salía la procesión. Junto a ella desfiló la Banda de Nuestra Señora del Carmen de Dúrcal, dirigida por Manuel Iglesias.

La procesión salió a las 19 horas, estrenando el templete el remate de la jarra de azucenas y otros 16 adornos de plata del orfebre lucentino Cristóbal Angulo que se colocaron en el templete, los angelitos del escultor local Antonio Checa y las capillas confeccionadas por el artesano Pepe Castillo y por el artista Manuel Higueras.

Se interpretaron al pasar bajo el Arco de los Gigantes, los sones de “Las Lágrimas de San Pedro” o “Regocijos por la Conquista de Antequera” ordenados por el Infante don Carlos y que se repiten en la Giralda el día 28 de junio a la medianoche y el 29 a mediodía. Hubo candelas en el Arco de los Gigantes, San Sebastián, San Luis y Santiago.
Organizada la procesión, la abría la Banda de Dúrcal, seguida de una cruz parroquial, ciriales, llaves de la ciudad, estandartes y guiones, con las réplicas de los pendones de Santiago, Baeza y Castilla-León, y el guión de la Hermandad, junto a varios concejales del Ayuntamiento, entre ellos los concejales José Luis Ruiz Espejo, Ricardo Millán, José Cobos, Lourdes Pozo, Pepa Sánchez, María José Arrabal, doctor Javier Duque, José Castillo y Javier Sillero.

La camarera María Teresa Clavijo Pinto recuperó para la ocasión, la figura de los maceros que abrieron paso a la representación municipal, elaborando las ropas en las antiguas que se tenían. Los pendones de Antequera y Sevilla fueron portados por los concejales Carmen Rosa Torres y José Antonio García, acompañados de los tenientes de alcalde Ricardo Millán y José Cobos, que se turnaron en la representación del alcalde, y del hermano mayor de la Hermandad, Ángel Guerrero.

Las nuevas capillas colocada en la parte frontal y trasera del trono portaron la Reliquia de Santa Eufemia y una imagen de San Francisco de Paula. Un grupo de devotos seguía tras el trono, y cerrando el cortejo la Banda de “Las Cigarreras” de la Hermandad de La Victoria de Sevilla.

Se bajó por Rastro, Viento y Zapateros y llegada a San Sebastián ante el Mayor Dolor y a San Agustín, ante la Virgen de la Consolación y Esperanza que se colocó en la puerta del templo para recibir a la patrona. Luego, paso por Infante don Fernando y emotivo “encuentro” entre las dos patronas en Los Remedios, a cuyas puertas, clarineros de Dúrcal repitieron las “Lágrimas de San Pedro” en homenaje a la Patrona Mariana.
Nueva parada a las puertas de San Juan de Dios, cuya soberbia imagen había sido sacada al atrio y una de las novedades de ese año, la candela en San Luis, que aglutinó a un destacado número de personas.

Y recorrido por Cantareros, Madre de Dios, Lucena, Cruz Blanca hasta llegar a San Pedro, en recorrido estrenado especialmente este año para honrar a su Cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia y María Santísima del Consuelo al comenzar los actos de su CCC Aniversario.

La directiva de San Pedro, como antes lo había hecho la de La Pollinica, sorprendió a los cofrades de Santa Eufemia, al sacar la imagen bellísima del Consuelo a la puerta del templo.

Allí hubo “encuentro” entre las dos imágenes, “bailando” los hermanacos de Santa Eufemia, conducidos por Antonio José Guerrero Clavijo, el trono de la Santa, en honor al Consuelo, con profusión de bengalas.

La directiva en pleno del Consuelo decidió acompañar, con su guión al frente, a la comitiva, inmediatamente delante del trono de Santa Eufemia. Llegada al barrio de Santiago
con nueva candela y entrada al templo donde la devoción del barrio y la contemplación de las monjas Mínimas se funden mientras que Santa Eufemia hace el giro imposible en el interior del templo como culmen de la procesión histórica en el año jubilar.

En cuanto a la función votiva del propio 16 de Septeimbre, los pendones de Antequera y Sevilla rindieron honores a la Patrona en su función que contó con el acompañamiento musical de Esther Sanzo y Rosa Miranda. Presidió el arcipreste Tomás Suárez y concelebrada por el sacerdote antequerano Juan López, figurando a ambos lados del altar mayor, Policías Locales en traje de gala.

En lugares destacados el alcalde Jesús Romero, el concejal del Ayuntamiento de Sevilla José Antonio García, la teniente de alcalde Carmen Rosa Torres que rindieron los
Pendones en la consagración, así como los hermanos mayores de La Pollinica, Consuelo y María Auxiliadora Manuel Sotomayor, Francisco Sillero y Carmen Carrasco, junto a Federico Esteban y señora, hermanos mayores honorarios de La Pollinica, Julio Matas, hermano mayor del Rescate, y representaciones de las Cofradías del Socorro, La Paz, y Señor de la Salud y de las Aguas.

El Arcipreste, en la homilía, puso de ejemplo a Santa Eufemia a los jóvenes de nuestro tiempo, en cuanto a rectitud, integridad y fe. Al término, se entregaron diversas distinciones, entre ellas a los veteranos cofrades Antonio
Ríos Guerrero, Ramón Franquelo y señora, y a diversos directivos jóvenes.
Y capítulo especial para la presencia del Ayuntamiento de Sevilla, su Pendón y su concejal García González, en estos actos. El beso de la reliquia de la Santa, supuso el cierre de los actos de este año 2000, Año Jubilar, último del siglo y del milenio.

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