Antequera vivió este sábado 13 de septiembre su procesión histórica, en la que Santa Eufemia recorrió las calles de su ciudad, donde se le ofrecieron candelas y destacó la imagen patronal por ir con palma y nimbo dorados, así como la conjunción perfecta de sus 72 hermanacos con la Agrupación Musical ‘La Estrella’ de Jaén que dio un recital de cómo interpretar un repertorio de marchas cofrades en una tarde noche con 32 grados, con una elevada temperatura impropia del mes de septiembre.
Así, a las 18 horas salió la procesión desde su templo conventual en el Barrio de Santiago, dando el «arriba» el alcalde Manuel Barón tras dedicarse la procesión a todas las personas que buscarán amor, fe y esperanza en cualquier rincón del cortejo.
Tras salir desde Santiago, paso por Carrera de Madre Carmen donde hubo rezo ante la iglesia de La Victoria, primero en la capilla de la Beata y luego en la puerta del templo donde las religiosas franciscanas cantaron en esa fusión de santas, la de Calcedonia y la que está en camino.
El cortejo lo abría una cruz guía con el guión, acompañando al hermano mayor, Miguel Ruz Domínguez, representantes de cofradías de Gloria y Pasión, así como de la Orden del Infante don Fernando y Santa Eufemia.
Cerca de medio centenar de acólitos de monaguillo, con cornucopias, estandartes, con dalmáticas, turiferarios, con ciriales, cruz alzada y el trono de la Santa, con Antonio José Guerrero Clavijo, contando con la ayuda de Eufemia Guerrero Sánchez, al frente de los 72 hermanacos, 6 bajo el submarino, con traje oscuro y banda carmesí.
Tras Ella, devotos y el Ayuntamiento, con el Alcalde al frente y la concejal más joven, María Sierras, llevando el Pendón de la Ciudad. Concluía la banda de Jaén.
Luego Descalzas y como novedad, subió por Cuesta de Barbacanas con las campanas del monasterio de Las Descalzas repicando y subiendo con el Castillo al fondo como testigo. Fue una procesión de peticiones y gracias por devotos y vecinos que buscan la esperanza ante las cruces que aparecen en la vida.
Siguió por Nájera en un camino con estampas increíbles, con aires granadinos, barrocos y Las Catalinas y el Palacio de Nájera. Bajada por Cuesta de Zapateros, hasta llegar a la Plaza de San Sebastián.
Primero oración ante el Señor y la Virgen del Mayor Dolor y luego, la primera de las candelas. Maniobra a la perfección para conjugar el discurrir del cuerpo procesional y salvar la candela y la fuente. Se dio la vuelta y de las mejoras que recordamos de Santa Eufemia en San Sebastián.
Y entrada a la calle Infante don Fernando con visita a la iglesia de San Agustín que abrió su puertas. De allí, bajada por Lucena hasta la esquina de Medidores donde se recorrió un tramo de calles estrechas por Tintes, con esa fusión de estrechez, solemnidad, mecidas acordes y La Estrella, ¡qué recital! A su amplio repertorio, estrenaron «Dolores y Misericordia» que evoca a las antiguas procesiones de la Santa, así como destacaron la interpretación de «Medea», «Sueños de Luna gitana», «En la cena del Señor» y «El galeón del Dulce Nombre». Si Tres Caídas marcó una época con Santa Eufemia en Antequera, La Estrella está escribiendo el suyo.
Hubo recogimiento ante los conventos del Loreto y Encarnación. Rezos y delicia escuchar a las carmelitas calzadas cantar a la Santa de Calcedonia. Desde allí se entró en calle Encarnación donde hubo candela ante el monumento al Infante don Fernando en el Coso Viejo alrededor de las 22 horas. ¡Qué estampa! Fue el punto álgido de la procesión, con más gente y con más fusión de viaje a 1410.
Y el cortejo que bajó por Carrera de Madre Carmen hasta regresar a Santiago con la última de las candelas y final de la procesión cerca de las 23 horas. Ya dentro, recuerdo a las monjas Mínimas y la Agrupación Musical “La Estrella” de Jaén que repite «Dolores y Misericordia» y cierra la noche con «Vedlo aquí». Terminaba una de las procesiones que recordamos donde los hermanacos y los músicos de Jaén consiguieron darlo todo, a pesar del calor.
La imagen de Santa Eufemia por calles estrechas, conventuales e históricas, el dorado del nimbo y de la palma, quedará para el recuerdo. Ahora, restan los días 15 y 16. El lunes, a las 23,30 horas, oración de Julio Matas en la víspera. Y el 16, función votiva a las 20 horas, cerrando sus fiestas y las patronales del 2025 en Antequera.