Si te preguntas cuál fue la mejor época de tu vida, seguramente, la mayoría responderá: ¡la del colegio! Esos maravillosos años con todos los sueños por cumplir y alcanzar, con la inocencia de la edad y los recuerdos que perduran. Cuando no existían móviles, cuando se jugaba en la calle, cuando se valoraba lo poco que se tenía, que se convertía en lo más grande que se podía alcanzar. Cuando los profesores eran maestros y los amigos, amigos de verdad.
La generación del colegio sigue presente en toda nuestra vida. En los últimos tiempos, es común saber que se vuelven a reunir gran parte de esas promociones. Pero rara vez lo hacen casi al completo, y más que celebren 25 y ahora ¡50 años que terminaran sus estudios! Nos referimos a la promoción 1970-1975 del Colegio Nuestra Señora del Carmen, de Los Carmelitas como cariñosamente se les denomina.
Pues así lo hicieron, reuniéndose la mayoría (hubo uno que se trasladó desde Brasil, además de los más próximos de Málaga o Granada), salvo los que les fue imposible venir o los que ya no están con nosotros. Así, el sábado 20 de septiembre, acudieron puntuales, como en los 70, a su “cole”. Allí les esperaba el bueno del padre Antonio Jiménez, nexo de unión de tantos antiguos alumnos.
A las 11 en punto se dio la bienvenida y se pasó lista con el “¡presente!” más alto que nunca habían dado. Desde allí recorrieron el colegio, comprobando las reformas tan formidables que se les han ido sumando, pero reconociendo ese rincón, ese aula, ese patio que tantos secretos guardan.
Luego celebraron una misa, celebrada por el carmelita Tomás León. En ella se pidió por el eterno descanso de los profesores, compañeros y familiares que fallecieron. Y se reconoció con una placa la labor de dos profesores, los hermanos Antonio y Tomás Jiménez Hidalgo, sus maestros de Educación Física allí presentes. Y de ahí partieron al Hotel-Restaurante Lozano donde celebraron una convivencia que cerraba estos 50 años y… ¡hasta la próxima! Aunque muchos se seguirán viendo en el día a día.
Una generación que se mantiene la mayoría en la ciudad y en la que destacan en todos los ámbitos de la sociedad, aportando lo que aprendieron en las aulas y mantienen en sus vidas con el sello carmelita. Crecieron con los carmelitas José Cózar y Fray Tomás, que acababa de llegar. Muchos de ellos recuerdan su promoción como la de “Los últimos de Filipinas”, ya que fue la última antes de la EGB y el BUP, teniendo que cursar la “preparatoria a Cuarto de Primaria” y el curso denominado “ingreso”.
La promoción de 1975 que se reunió 50 años después
Hasta 35 compañeros de clase de hace 50 años se pudieron reunir el pasado sábado 20 de septiembre. Entre ellos, en la fila de arriba de la fotografía, desde la izquierda: Francisco de Paula Díaz Argüelles, Luis Fernando Martínez Arosa, José Rafael Rodríguez García, Juan Luque Luque, José María Arias Jurado, Francisco José Pérez García, Carlos María Vallejo Navas, Antonio Ríos Clavijo, José María Soriano Somosierra y Fernando Navarro Díaz.
En la fila del medio: Manuel Enrique Herrera Gutiérrez, Joaquín Carrasco Herrero
José Matas Bailén, Miguel Ángel Gallardo Alarcón, José Miguel Moreno Caro, Antonio Cruces Martín, Juan Enrique Torres Narbona, José Galán Cañas, Agustín García Muñoz
Francisco García García, Manuel Orozco Díaz, José García Mayorga, Manuel Ortiz Giráldez y José Matas Vílchez.
Y sentados: Jesús María Ortuño Ruiz, Juan de la Vega Matas, Modesto Delgado Miranda, Leonardo Román Reinón, Diego Emilio Jiménez Bermúdez, Francisco Luis González Álvarez, el padre Antonio Jiménez López (por el colegio hoy en día), Manuel Alcalá Tortosa, Blas Fernando Jiménez Jiménez, Manuel Reyes Barcos, José Blas Jiménez Mayor y Luis María Madrona Moreno.