La Parroquia de Santiago acogió la festividad de la Virgen de la Salud en la misa de 20 horas del sábado 8 de noviembre, donde la Hermandad de la Virgen de la Salud llegaba a su culmen de actos con la procesión al día siguiente.
El trono preparaba ya a la Virgen para salir el domingo, pero antes, la función principal. Presidida por el párroco Francisco de Paula Aurioles, en la homilía se centró en el papel de la Virgen y en nuestra fe y vida en Cristo. Subrayó que Jesús es el todo y que toda advocación mariana es cristológica porque nos lleva al Hijo como eje de nuestra vida católica.
Una función que se desarrollaba tras la novena que se celebró desde el jueves 30 de octubre y hasta este viernes 7 de noviembre. Los días 30, 3 y 6, con rezo del rosario a las 19,30 horas, misa y novena. Y los días 31, 1, 2, 4, 5 y 7 de noviembre a las 19,30 horas, rezo del Rosario sin misa.
El lunes 3 se celebró misa de réquiem de difuntos, presidida por el párroco Francisco de Paula Aurioles, quien siguió la liturgia propia de la festividad, engalanado con casulla negra. Profundizó en el significado de la muerte para un católico y para la sociedad de hoy, compartiendo lo que debe significar la misma como paso a la vida plena. Recordó a los difuntos de las cofradías de la parroquia.





