Viajamos a la Navidad de hace 75 y 50 años en Antequera, es decir, a los años 1950 y 1975. Diferencias existentes entre unos y otros años, pero aproximados ya en parte, a la Navidad como la vamos conociendo ahora.
Como principales reclamos, hace 75 años destaca la celebración de un Concurso de Villancicos en el Colegio de Loreto, así como la instauración de un comedor social en La Trinidad e Inmaculada, siendo este último sólo para las fiestas.
En cambio, ya en 1975 la bienvenida al nuevo año se quería hacer más llamativa, hasta entonces, en aquellos años la Nochevieja iba despuntando en fiestas, pero todo se quedó en nada… Lean con nosotros.
Comencemos por hace 75 años. La Antequera de 1950 vivía inmersa en la posguerra por lo que aliviar las penurias de los ciudadanos primaba por encima de todo. Precisamente una de esas acciones la realizó la Agrupación de Cofradías de Antequera que acordó “patrocinar las cuarenta cuevas de Jesús, donde se alojan otras tantas familias pobres, a las que se darán socorros de comestibles el día de Navidad y el Jueves Santo”. Aportaron cincuenta canastos que contenían cada uno “tres kilos de pan, uno de garbanzos, medio tocino, una botella de aceite, mantecados y otros obsequios”.
Eran tiempos en los que desde cualquier entidad u organización llegaban ayudas para afrontar, al menos esos días, en mejores condiciones. Hubo donativos para el Hospital de San Juan de Dios con mantecados y alfajores y 650 pesetas a repartir entre los que recibían asistencia; en la Cárcel de nuevo distribución de los mismos obsequios y 185 pesetas; y al Asilo de las Hermanitas, igual, pero 200 pesetas.
A esto se sumaban otras iniciativas, como “el reparto de prendas a los niños y niñas de las clases gratuitas”, sobre unas 300 elaboradas por las Hermanas Franciscanas y que entregaron el 21 de diciembre en su colegio de La Victoria. Mismo acto, pero realizado en su Colegio de la Inmaculada alcanzando a 200 niños dándoles ropa y meriendas. Ese acto además contó con recital de poesías y teatro a cargo de Soledad Ruiz, Enriqueta Morales, Lola Arrabal, Antoñito Sarria, Juan de Dios Negrillo, Pepe Mellado y Pepe Ardila.
En materia de caridad, cabe destacar que el día de Reyes, ya el 6 de enero de 1951 se inauguraron dos comedores, uno en el antiguo salón de los Trinitarios en su convento y otro en el Asilo de Inmaculada. El primero siguió funcionando tiempo después; el del Colegio, se terminó trasladando también a la Trinidad. En ese primer día, repartieron unas doscientas comidas.

Concurso de Villancicos de las Juventudes Falangistas
El 19 de diciembre en el colegio de Nuestra Señora de Loreto se celebró un Concurso de Villancicos organizado por las juventudes de Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista (JONS).
En la cita participaron dos grupos de dicho colegio, así como la unitaria número 3 y graduada de San Luis. En su repertorio tenían que cantar “dos villancicos obligatorios, uno gregoriano y otro popular, y después cada grupo tres más de libre elección”. Para cerrar la actuación actuó el grupo de baile de las Juventudes.
El jurado estaba compuesto por el vicario Francisco Pineda, la maestra Dolores Núñez, la inspectora de la Sección Femenina Paquita Doblas y la delegada local de la misma Dolores López. Ganó el primer grupo de Loreto, tanto a las niñas ganadoras como a todas las participantes les regalaron bolsitas de golosinas.
Los Nacimientos cada año iban en aumento en su preparación, destacaba además de los particulares, el del Colegio Seráfico de Capuchinos “con variadas figuras e instalaciones de movimiento” y el preparado en el Colegio San Francisco Javier.
En cuanto a cantos se refiere, también el día 5 de enero el “sexteto antequerano de pulso y púa, dirigido por los componentes aficionados Francisco Ollera Soria y Antonio Daza” recorrieron las cales recaudando fondos para las Hermanitas.
Por cierto, los números demográficos de 1950 se cerraron con 997 nacimientos, 453 defunciones y 344 matrimonios.

La Navidad de 1975, hace 50 años
Se dudaba al inicio de la Navidad de hace 50 años, la de 1975, que se pudieran colocar arcos de luces en las calles, cosa que al final se logró a última hora. Así hubo “en la parte más comercial de calle Infante don Fernando y el principio de la Trinidad de Rojas”.
En esta Navidad se celebró el I Concurso de Belenes dando a conocer el 27 de diciembre el fallo del jurado compuesto por Antonio Jiménez Hidalgo, Manuel Cascales Ayala, Carlos Muñoz León y Ángel Guerrero Fernández. Dieron en la categoría de Instituciones y Centros Docentes el premio especial al Colegio de La Salle cuyo Nacimiento había instalado en La Virlecha y el primer premio para el Colegio de Capuchinos. En la categoría de Particulares, el premio especial recayó en Luis Fernando Moreno Muñoz y el primer premio para Juan Espinosa Zabala. Además, hubo menciones especiales para Antonio Muñoz Sánchez, Francisco Vidal Hidalgo, Joaquín Gómez Velazso, Gabriel Robledo Borrego y Juan Campos Rodríguez.
La Nochevieja llegó con novedad este año al último día de 1975. Se vivieron las campanadas desde la Plaza de San Sebastián donde “se congregó muchísimo público a la espera de comer las tradicionales uvas de la suerte”. Pero “ocurriría algo misterioso, porque nos dicen que las campanadas de las doce no sonaron y que hubo ‘chasco’ general”. Toda una sorpresa para un reloj que los días previos funcionaba y en ese día, llegó la avería más inoportuna.
El año se cerró con 960 nacimientos, 337 defunciones y 308 matrimonios.

La Cabalgata de Reyes el 5 de enero de 1976
Desde que en enero de 1971 se pusiera en marcha la Cabalgata de Reyes en Antequera, se fue mejorando de Navidad en Navidad.
Realizó su recorrido habitual comenzando en la Alameda sobre las siete y media de la tarde abriendo la misma una pareja de Guardia Municipal de Tráfico, seguidos de la Banda de Cornetas y Tambores de la OJE antequerana. Desfilaron seis carrozas entre ellas, las de los Reyes Magos: Melchor, Gaspar y Baltasar. Las otras tres eran de un gran cisne, un trineo tirado por personajes de cuentos infantiles y una tercera, un gran tren, todos con el séquito de los reyes que a lo largo del recorrido “no cesaron de lanzar regalos a los espectadores”. Cerró el desfile la Banda Municipal de Música.
Como nota negativa aquella Navidad, hubo un intento de robo en una joyería de calle Lucena; robaron varios coches aparcados en la calle y el día 5 en la víspera de Reyes, se derrumbó una casa en calle Juan Casco. Se vieron afectados dos niños, uno trasladado al Hospital Municipal con lesiones leves y otro, que se trasladó a Málaga con mayores lesiones. Una mala noche de Reyes para ellos y para sus familias.






