Josefa Miranda Ferrer, Fina, nació en Antequera en 1950, pero de niña se tuvo que ir a vivir con su familia a Cuba donde residió 46 años, hasta que regresó a España. Fue administrativa durante 20 años en la empresa David Morán y ahora forma parte de la Plataforma Antequerana del Voluntariado.
Hace unos días le dieron un reconocimiento por su entrega a los demás y nos llamó la atención cuando compartió que nació en Antequera, emigró a Cuba y luego regresó, agradeciendo la acogida que tuvo en su regreso. Ha vivido la experiencia al estilo de un exilio y volver tras ver cómo se transformaba el país al que acudió en busca de una vida mejor. “Sí, así mismo es”. ¿Y qué nos pasa? Parece que hoy no hay esas reivindicaciones de los estudiantes, de los jóvenes… “Desde mi punto de vista, veo que la población muchas veces se cansa, se cansa porque se trata por todos los medios de luchar, de tener una vida mejor, de que todo sea compartido como nos enseñaron, pero desgraciadamente no es así. Todo va tornándose de diferente manera”.
Esa indiferencia lleva a… “Yo ya en estos momentos soy apolítica por completo. Lo único que me interesa es poder hacer lo que hago y repartir mi tiempo para las personas más vulnerables, pero ya vuelvo y le repito, ya no lucho porque ya no creo igual que antes”.
Cuando escuchamos a algunos líderes políticos internacionales, ¿podemos caer en el error de regresar al pasado? “No se crea que a veces lo he pensado”. ¿Le preocupa cuando ve a jóvenes exaltados que están en esos movimientos antilibertades, antidemocracia, antisolidaridad? “Esos jóvenes realmente no, ellos no han vivido nada de eso. Van porque ven a los demás ir, pero no creo que tengan esa ideología”.

La solidaridad en una ciudad como Antequera
En su discurso de agradecimiento cuando le reconocieron, daba gracias a Antequera por ser una ciudad muy solidaria. Usted vino en invierno de Cuba. ¿Cómo fue esa acogida? “Yo traía un maletín con una muda de ropa dentro. Yo no conocía entonces el frío de Antequera y como venía de un país tropical, no tenía nada preparado y me encontré que inmediatamente las personas se volcaron con abrigos, con bufandas, con gorros… algo que yo nunca me imaginé que fuera así de rápido y solidario”.
Es decir, que a pesar de la situación que vivimos en muchos aspectos es España, es un país muy solidario. “Efectivamente y que trabajan para quien le hace falta”. Muy mal lo tienen que pasar en su país para venir sin saber a dónde vienen. “Imagínese, cuando hay tanta salida por algo será”. ¿Por qué funciona más la gente del pueblo que las administraciones para estas ayudas? Lo hemos visto recientemente en lo de la DANA. “Porque muchas veces nos organizamos más desde abajo que desde los colectivos y administraciones. Ya lo dijeron, que el pueblo salva al pueblo”.
En el caso de Antequera, una ciudad muy solidaria. “Yo tengo muchísimos testimonios de todo este tiempo que he estado trabajando en la plataforma con Juanjo, de personas anónimas que hacen sus donaciones y las hacen sin saber ni a ciencia cierta a dónde van, pero saben siempre que va a ser para alguien más necesitado”.
Compártanos para qué sirve, cómo funciona, la plataforma del voluntariado. “Cuando empecé a trabajar en la plataforma, lo que se hacía era ahí en la Quinta, preparar bolsas de alimentos y repartirla. Participábamos personas anónimas, todas personas del voluntariado, nos apoyaban porque nos apoyaban.
Hace dos años se acabó lo de compartir alimentos, ¿y ahora? “Tenemos un plan que es para acompañar a las personas mayores, que es en este caso lo que yo estoy haciendo en estos instantes. Cada uno de nosotros tiene, se llama el grupo Mayores Amigas, la hacemos en conjunto con la doctora Sara del Centro de Salud, ella, a través de sus pacientes conoce la persona más necesitada en la soledad”.
¿Qué le mueve a usted para ayudar a esas personas? “Me siento obligada moralmente a hacerlo. ¿Por qué? Porque pienso que si todos hiciéramos un poquito más, pues sacaríamos a muchas personas del medio donde viven”. ¿Y por qué no nos movemos.? “A veces la desidia. Nos cuesta muchísimo ser voluntario”.
Si usted tuviera delante a un político, ¿qué le pediría que hiciera para mejorar la situación? “Nosotros contamos con unos abogados que vienen desde Málaga, pues que también se pudiera hacer algo aquí en Antequera, algún lugar con algún bufete. Lo segundo, no hay trabajo para todos, pero buscar acelerar el proceso de reinserción en la sociedad. Y tercero, darle más facilidad a las personas para que tengan un lugar digno de vivir”.
Así es Fina, una mujer que necesitó ayuda en su regreso a Antequera, la tuvo y ahora la devuelve como voluntaria para acoger a las personas que, como ella, vinieron de sus países atemorizados por la situación que vivían en busca de una vida mejor aquí en España.






