Hoy, a los tres días del nacimiento de Jesús, podemos preguntarnos: ¿cuál fue el objetivo fundamental de la Encarnación? Desde luego, Jesús no vino porque lo necesitara, sino porque lo necesitábamos nosotros. Vino para decirnos que Dios es comunidad de Amor y que, desde ahí, todo arranca.
Por ello, nos enseñó con un gesto inigualable, que la vocación primera del hombre se llama familia, y nos lo mostró viviendo treinta años oculto en el seno de una familia. Por eso, hoy celebramos el Día de la Sagrada Familia.
Hoy Jesús nos recuerda que el Amor de Dios Trinidad es el origen de toda familia, por lo que toda familia debe colocar en el centro de su vida el amor. Y cuando el amor ocupa el centro de la vida de una familia, no importa quien valga más, sino quien ame más. Y Jesús obedece a José.
Y a José se le dice: “Levántate coge al niño y a su madre y huye a Egipto…”. Y María y Jesús obedecen, porque hay que salvar la familia de cuanto pueda destruirla. Y la familia de Nazaret modelo de amor, también es modelo de trabajo. Qué ejemplo tan admirable nos da Jesús: treinta años de su vida dedicados a mostrarnos en silencio el valor e importancia del trabajo.
El trabajo que, para los suyos, no solo es una necesidad, sino una fuente de salvación y santificación, porque así lo vivió Él, nuestro modelo. Y el trabajo, para nosotros, todo trabajo por humilde que sea, es santificador.
Estos días hemos recordado el nacimiento de Jesús, y me ha llamado la atención que los ángeles anunciaran a los pastores que encontrarían al Niño “envuelto en pañales y acostado en un pesebre”. Y me he preguntado: ¿por qué subrayaría san Mateo que la Virgen tras darlo a luz lo envolvió en pañales? La razón puede que sea el amor a la obra bien hecha, el amor al trabajo que se puede hacer. María no se puso a quejarse de su mala suerte, sino que en aquellas circunstancias tan pobres, hizo todo lo que podía hacer, y lo envolvió en pañales y recostó en el pesebre.
Repito, el trabajo para nosotros, no es sólo una necesidad, es una fuente de santificación. Pues que siendo los más seguros amantes de la familia, imagen de Dios, todos nos santifiquemos con nuestro trabajo. Jesús, María y José, Sagrada familia, bendice nuestras familias, bendice todas las familias y ayuda a las que lo están pasando peor. Gracias Sagrada Familia.





