Las Reinas de Santo Domingo y el Portichuelo se «encontraron» en la Plaza de San Sebastián y se «despidieron» en la «citarilla», tras un destacado Viernes Santo por el adelanto de la hora de salida, el ir las tres juntas y la gente que hubo en las aceras.
Primeramente, en el tramo final de la calle Infante don Fernando, donde las dos Reinas se saludaron entre los vítores, aplausos y emociones de los cofrades de las cofradías de «Abajo» y «Arriba».
Y luego, a las 0,50 horas de la madrugada, cuando la Virgen de La Paz aguardaba en su plazuela, y la del Socorro paraba en la «citarilla», en una de las despedidas más emotivas y concurridas que recordamos.