Aunque aún falte tiempo, se empieza a hablar de las próximas Elecciones Generales; en unos casos, se piden relevos en el Gobierno actual, a la vista de que, pese a la voluntad que cabe suponerles, no hay el acierto que cambie el rumbo que ha tomado España; en otros, a la vista de que, temiéndose quizá lo peor, Zapatero no acompañó a los Reyes en el Día de las Fuerzas Armadas celebrado el domingo en Badajoz, enviando a la ministra del Ejército que recibió, según se vio, una sonora pitada… que venía orquestándose, pero para al Presidente, desde muchos días atrás.
Esas muestras de desagrado, incluso impropias e inoportunas en un acto presidido por nuestros Reyes, hablan a las claras de que muchos españoles piden un cambio… o un relevo en algunos de los cargos ministeriales, cuyos responsables, dan la sensación de buscar cortinas de humo que no dejen ver la lamentable situación del momento, «distrayendo» con determinadas polémicas. Y no falta quien, aún más lejos, pide que puesto que el presidente José Luis Zapatero no ha logrado remedio efectivo a la situación económica –de la que estamos de acuerdo en que no es el culpable, sino que le ha tocado vivir el momento mundial–, debería surgir otra cara «nueva» en el PSOE. Incluso se pidió la vuelta de Felipe González, al que todo el mundo considera un gran estadista, mientras otros piden, o pedían, la jefatura de Bono, y lo ponemos en «pasado» ante lo que le está cayendo a Bono, sobre su patrimonio y la forma de obtenerlo que algunos denuncian con pelos y señales, sin que haya la respuesta contundente que incluso gustaría a muchos.
Ese relevo en la cabeza de las listas futuras del PSOE, no se queda sólo en ellos. En el partido de «enfrente», el PP, se oyen voces discrepantes que opinan lo que muchos españoles: si en las dos elecciones anteriores no fue capaz de ganar, ¿qué ha hecho de nuevo para lograrlo? E inmediatamente se pide, en muchos sectores que quien lidere la Jefatura de las listas del Partido Popular sea Rodrigo Rato, el auténtico impulsor de la Economía en el Gobierno de Aznar, que fue «enviado» al Fondo Monetario Internacional, donde hizo una gran labor y, vuelto a España, «se le manda» a presidir la Caja de Ahorros de Madrid, cargo dignísimo e importante, pero creen –creemos– que Rato serviría para muchos más, como lo que se le está pidiendo. Su imagen cara al exterior es magnífica por la labor en el Fondo Monetario Internacional y por su talante sin exageraciones, a lo que hay que añadir la contundencia de su acierto en el Gobierno citado, cuando logró que hubiera superávit en las Cuentas Públicas… mientras descendía a mínimos extraordinarios el número de parados. Insistimos en que para muchos, sin querer traicionar a Rajoy, es la solución ideal para el partido «de centro-derecha».
En fin… queda tiempo, pero por si hay anticipo de Elecciones, suenan rumores sobre quién podría encabezar las listas de los principales partidos.