El cardenal Amato, representando al Papa, presidirá la beatificación de Fray Leopoldo de Alpandeire, el día 12, en Granada. Nacido en 1866, Francisco Tomás Márquez tomó el hábito capuchino en Sevilla en 1899, cambiando su nombre por el de Leopoldo y en 1914 llegó a Granada, tras pasar nueve meses en el Convento de Antequera, donde se quedaría definitivamente y se hizo muy popular por su oficio de fraile limosnero, que siguió hasta su muerte a los 92 años, en 1956. Se darán cita unas 300.000 personas, y se ha elaborado un dispositivo especial, destacando que dado que la gran mayoría de asistentes al acto son de avanzada edad se ha previsto «cómodo, seguro y digno», facilitando la movilidad en la zona. La organización ha recibido solicitudes procedentes de Santo Domingo, California, Francia, Portugal y de varios puntos de España, principalmente de Málaga y Granada.
El recinto, con escenario de 5.000 metros, estará dividido en dos zonas, una de acceso libre y otra en la que se instalarán 300.000 sillas y que contará con pasillos «anchos» de doble sentido, así como 12 pantallas gigantes cada 80 metros. Para acceder a esta zona es necesaria una acreditación, por 20 euros como donativo, que asegura asiento así como un «pack» en el que se incluye una réplica exacta de las alforjas que llevaba Fray Leopoldo, elementos de protección como una gorra, un abanico o toallas refrescantes, el libro de la liturgia, una estampa conmemorativa, el seguro del peregrino que cubre cualquier eventualidad, y un tríptico con recomendaciones.