Lo pedía la multitud y el «aparato» del partido le hizo caso: nada de designar directamente al candidato socialista a la Comunidad de Madrid; Zapatero propuso a su ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, pero otros seguidores prefirieron a Tomás Gómez.
Las bases, pidieron unas «primarias» y aunque sea por poco margen, la candidata del presidente fue derrotada. Inmediatamente, vencedor y derrotada, declararon que ahora todos juntos a luchar por la presidencia que detenta Esperanza Aguirre, pero que la protegida del presidente del Gobierno haya sido derrotada por sus propios compañeros, supone un aviso también para Zapatero, lo que incluso dentro de su partido terminan por reconocer que es una manifestación de disconformidad con su política, de desacuerdo con la situación a que ha llevado España.
Naturalmente hay que tener en cuenta que este mandato ha coincidido con la crisis económica que sufre todo el mundo, pero quizás nuestro Presidente, o sus consejeros, se empeñaron en no reconocerlo, tardaron en reaccionar y cuando lo hicieron no se cubrieron de gloria precisamente. Ya, hasta los Sindicatos que viven de sus subvenciones, en un sindicalismo que no se concibe en otros países, se le vuelven en contra olvidando quién les paga y originando más pérdidas en una economía española que no puede permitírselo, como no paran de recordar desde todos los países europeos, desde muchos puntos de España, no ya del PP es que es normal, sino del propio PSOE, como se demostró el domingo en Madrid.
Las bases del PSOE están preocupadas y tardan en proclamar sus candidatos para las municipales, mientras el PP hace tiempo que lo ha hecho en la mayoría de municipios, lo que les permitió empezar, aunque sea de forma encubierta, sus campañas. Refiriéndonos a Antequera, se sabe que Manolo Barón será el candidato del PP, como parece seguro que Lola Quintana, repita en IUCA y en el PABA, lo haga Antonio Gálvez, mientras el PA parece contar con Barboteo para entrar de nuevo en el Ayuntamiento. Las dudas están, únicamente, si lo dicho se cumple, en el PSOE: ¿volver a confiar en Ricardo Millán, como pide un sector fuerte del PSOE, que valora cómo los antequeranos afines a muchas siglas, y no sólo del PSOE, valoran lo que, dentro de lo que puede, está haciendo Millán, o confiar en una candidata socialista que ya estuvo en el Ayuntamiento y goza de gran prestigio?
Lo que se rumorea es que «van a desaparecer algunos concejales», que llevan mucho tiempo en los sillones municipales y han sido cuestionados para dar paso a gente nueva con otras ideas, que aportaría frescura a sus listas y otro «aire» a la candidatura. En fin, lo que tenía que haber hecho Zapatero.