Mi estimado amigo: Nos ha dejado una figura cumbre del Flamenco, creador de un estilo único, algo que está al alcance de tan pocos… Desde mi modestia, le dedico estos versos.
Del Sacromonte venía,
sobrao de gitanería,
al requiebro del relente,
un quejío por siguiriyas
que a «toa» Graná le decía
«Ha muerto Enrique Morente»
El Darro, con su corriente,
ha compuesto este cantar,
y un jilguerillo valiente
lo entona por soleá.
Tu cante tenía presente,
granaíno universal.
¡Olé tu arte y tu duende!
El Cerro de Palomares
hoy llora con desconsuelo
recordando tus cantares,
tú, flamenco de los grandes,
que ya vives allá en el Cielo.
Cuenta una leyenda mora
que por la Alhambra va un duende;
él te donó, sin demora
«tó» el embrujo de la aurora,
«pa» cantar, Enrique Morente.
Que la media granaína
tú la hacías sin igual,
rezándole a la divina
Virgen de las Angustias
la que en la Carrera está,
Patrona de tu Granada,
de «Graná», la popular.
La brisa en el Sacromonte
por zambras está susurrando;
los duendecillos flamencos,
hoy, por ti, rezan por tangos…
RAFAEL LADRÓN DE GUEVARA