¡Y aparecieron las lluvias!. No se le pueden poner pegas, son tan necesarias, llevamos una temporada de lluvia tan escasa, que cuando aparecieron, algo más en serio, en Semana Santa lo único que hicieron fue molestar, pues que se les va ha hacer… a disfrutar de ellas.
El Circuito de Coín está ubicado en los denominados Llanos del Nacimiento, junto a las instalaciones deportivas que el Ayuntamiento de Coín tiene construidas en esta amplia zona de pinar. El suelo de este terreno es muy pedregoso, los senderos y zonas de cortafuegos por los que discurre el trazado del circuito, exigen al ciclista de BTT concentrar toda la atención en la conducción de la bicicleta. Este esmero pedaleando, cuando llueve es insuficiente. Si el manejo de la bici con lluvia, ya requiere un extra de atención especial, hacerlo en terreno pedregoso, con arcilla, raíces y troncos de pino….En estas condiciones el gobierno de la bici todoterreno se vuelve un muy especial reto.
Un reto que los ciclistas del Antequera Golf-La Magdalena no eludimos. Difícil se puso el domingo pasado, el poder llevar adelante la prueba, pero había que sumar los puntos, sabíamos de la problemática con la lluvia, conocíamos el circuito pero las dificultades nos acrecentaron nuestras ganas de superación.
Llovió mientras cargamos nuestras bicis, llovía en las inscripciones, seguía la lluvia en esos interminables quince minutos que tarda el Jurado Técnico en colocar la parrilla de corredores hasta dar el pitido de salida…. La lluvia continua, pero a partir de ese momento el agua pasa a ser incluso una aliada, las zonas de más barro amenazan con bloquear las ruedas de nuestras bicis, superadas las mismas pendiente abajo el barro se suelta, el agua «lava» nuestras bicis, rodar por las zonas de charcos alivia el barrizal acumulado en la cadena, cambios y desarrollos de las bicis. ¡Pero la conducción de la bici es cada vez más inestable! Circular a través del bosque de pinos es todo un reto, los troncos nos preocupan casi más, que los propios rivales. Pero todos por igual lo están sufriendo. Solo los más capacitados, los más preparados y expertos en el mountain-bike consiguen pedalear el recorrido y entrar en meta, lo del puesto en que lo hacemos es… menor, con llegar ya es motivo más que suficiente para sentirnos afortunados.
Este esmero pedaleando, cuando llueve es insuficiente. Si el manejo de la bici con lluvia, ya requiere un extra de atención especial, hacerlo en terreno…
Concluida la competición lo primero es darnos una ducha y vestirnos con ropa seca, comienza la recuperación del material, la bicicleta parece un montón de barro con ruedas, necesitará algo más que una ducha para volverla a poner en funcionamiento, otro reto más y otro más para casa, volver a recuperar equipaciones y zapatillas eso… mejor no lo cuento.
En la categoría de elite Antonio Luque Lara conseguía el puesto decimoquinto. En la categoría de Junior Adrián Rubio Páez se acercaba a podio, quinto puesto a sumar en el Ranking. En la categoría de cadetes, suerte desigual; Javier Rodríguez Ruiz, décimo segundo y su compañero Marcos Morente Mateo, rompía la cadena y no pudo terminar la prueba.
Concluida la competición lo primero es darnos una ducha y vestirnos con ropa seca, comienza la recuperación…
En las pruebas de Master se consiguieron dos podios. Juan Jesús Rodríguez Martín en una categoría donde cada vez es más difícil subir a podio Master 40, Juan hacía valer su experiencia consiguiendo un tercer puesto. También en Master 40 Carlos Rodríguez Martín, décimo primero.
En Master/50 sólo los más «cabezones» nos presentábamos en línea de salida, los más implicados en la General Regional, pero no podíamos dejar pasar la oportunidad de pelear, esta vez sobre barro, una clasificación disputada hasta el último metro. Personalmente conseguía un tercer puesto que me permite seguir tercero en el Open Andaluz y primero en la General del Ranking Regional.