La temida cuesta de enero ya está aquí. Aunque en los últimos años parezca que vivimos sumidos en una cuesta de 365 días, este enero se presenta especialmente duro por la subida en servicios básicos –luz, transporte, combustibles…–, la pérdida de poder adquisitivo de los empleados públicos y pensionistas, además de la supresión de la deducción por compra de vivienda.
Ante este difícil panorama, el comercio sobrevive como puede, confiando en que el período de rebajas de invierno les dé un respiro. Muchos de ellos se adelantaron a la fecha oficial, ofreciendo en Navidad descuentos en torno al 20 por ciento, mientras que otros esperaron hasta este lunes 7 de enero para colgar el cartel de rebajas. Uno de los comercios que comenzó ofreciendo descuentos en Navidad es Atenea Dessin. Su responsable nos apuntaba: “La gente entra y mira, pero sin la euforia de años atrás. Ahora con la subida de impuestos, la eliminación de la paga extra… todo repercute en el comercio y en el ciudadano de a pie. Creo que los responsables deberían ayudar dando créditos, dando trabajo, no subiendo los impuestos… porque como sigamos así, nos vamos a convertir en una sociedad en la que sólo haya ricos o pobres”.
Por su parte, el gerente de la empresa Garmopiel señala: “Los ayuntamientos deberían presionar a los bancos para que haya fluidez de crédito y a partir de ahí, se pueda crear algo de ilusión en la gente para que se animen a comprar y que controlen el dinero que inyectan a la banca de manera que fluya para las pymes que constituyen el 93 por ciento del tejido empresarial de España”.
El sector hostelero también planta cara a la crisis realizando grandes esfuerzos, sin mermar en calidad y servicio y no subiendo los precios, como nos apuntan varios empresarios de la ciudad, como Antonio García, de Café Toral: “Aunque todavía es pronto para hacer una valoración, ya se empieza a ver que la cosa está muy floja y la verdad, no se puede seguir así. Nosotros lo sobrellevamos como podemos, trabajando mucho, ganando poco y echando muchas horas”.
Los hay también optimistas, como Óscar Pascual, de Hotel Los Dólmenes: “Yo espero que este 2013 no sea como 2012. Hoy que moverse mucho y buscar cosas atractivas para el público”.
Por suerte, y mientras los responsables ponen fin a esto, hay algo que todos podemos hacer para mejorar la situación: desde aquí le invitamos a que busque los que necesite y que lo haga en el comercio local porque así apoyará el mantenimiento de estas empresas; seguro que entre todos lograremos que esta cuesta de enero sea un poco menos empinada.