De todos es conocido que las migrañas, también llamadas jaquecas, son unos fuertes dolores de cabeza que pueden llegar a ser muy intensos. Este dolor tan severo en esta ocasión presenta un claro patrón hereditario.
Realmente en la actualidad todavía se desconoce cuál es el mecanismo exacto por el que se produce una migraña. Se sabe que durante una migraña se afectan varias vías nerviosas al alterarse la circulación sanguínea cerebral, lo que implicaría un funcionamiento anómalo del cerebro incluso a nivel químico. Tampoco se conocen a ciencia cierta todos los factores y motivos que pueden desencadenar la migraña. Algunos de éstos son: estrés, ansiedad, ejercicio físico intenso, ruidos, luces brillantes, ayuno prolongado, alteración del sueño y el uso de ciertos medicamentos y drogas de abuso. Además estarían implicados los cambios de los niveles hormonales, sobre todo en mujeres. Por otro lado, también existen alimentos que quizás por su composición en determinadas personas y situaciones concretas pueden provocar migrañas. Éste es el caso del chocolate, las nueces, el café, el vino tinto, el queso curado, la cebolla y alimentos preparados que contengan glutamato sódico, entre otros muchos.
Las migrañas cursan con síntomas típicos de vómitos, náuseas y sensibilidad a la luz, realmente pueden llegar a ser incapacitantes para la persona. También es muy característico que algunos pacientes justo antes de sufrir una migraña presenten alteraciones en la visión, lo cual anuncia el inminente comienzo de la migraña. Esta puede durar hasta 48 horas y puede afectar a cualquier parte de la cabeza, ya sea como un dolor agudo o como un dolor con palpitación. A veces puede pasar bastante tiempo entre crisis y crisis de migraña. No existe prueba específica para diagnosticar una migraña, el médico neurólogo puede utilizar pruebas como la resonancia o el Tac para descartar otras patologías. El tratamiento farmacológico utiliza medicamentos de los más diversos: betabloqueantes, antidepresivos, anticonvulsivantes, hipnóticos, sedantes y por supuesto analgésicos y antiinflamatorios. Para finalizar, reconozco que no existe inconveniente que impida encontrar un bonito vestido de Primera Comunión.