Cambiando un poco los términos y sabiendo que realmente no es así, hago mi apuesta en esta sociedad por el caballo no ganador. Y aunque me niego a pensar que ese equino esté ahí, no me queda otra que aceptar que muchos lo han relegado a estar el primero por la cola de muchas apuestas personales y públicas.
No piensen que me he metido a corredor de apuestas, prácticamente soy nula en esas cuestiones. Más bien invierto todo lo que pueda ofrecer, que es mínimo, a la Cultura, con el riesgo que ello pueda conllevar. Afortunadamente son muchos los que piensan al igual que yo.
La Cultura, esa maravillosa palabra de siete letras es tan grande que seguramente nos harían falta miles de páginas para poder hablar de ella. Pero no quiero hacer mención a la importancia tan esencial que tiene para hacernos personas libres, sino más bien, quiero dar mi apoyo a todos aquellos que siguen luchando por ella.
En la situación actual donde todo el dinero se invierte en otros menesteres que no sea el fomento de esa libertad que nos permite ver la realidad desde diferentes prismas y enriquecer nuestra mente, hay personas, colectivos, empresas que siguen apostando por ella. Afortunadamente existe esa iniciativa privada que sí creen que la Cultura es el caballo ganador de una carrera donde priman los intereses personales y no el fomento de ella.
Son miles las personas que abogan por una sociedad mejor, basándose en exposiciones, conciertos, encuentros literarios, cine… que saben de lo necesario que es hoy día, ya que las líneas culturales están borradas y dispersas entre cifras económicas y partidismos que cansan hasta al más paciente. Aunque, permítanme, no todo es válido, al menos, lo intentan.
Gracias a todos ellos, y especialmente a la iniciativa privada en Antequera, porque siguen dando alternativas culturales a los que las necesitamos con tanta urgencia. Es necesario que siga viva.