El Torcal de Antequera presenta una importante sucesión de hechos, transformaciones, acontecimientos, que viene bien recordarlos para tenerlos en cuenta y saber por qué debe ser considerado el Mejor Rincón de España. Para ello nos basamos en las páginas de nuestro periódico, así como publicaciones y referencias de nuestra biblioteca.
Continuamos con nuestros reportajes para que el lector conozca más sobre esta maravilla que Dios nos ofreció, y de la que tenemos que estar orgullosos. Repasemos, por tanto, desde 600.000 años antes de Cristo hasta nuestros días. Pero antes, recordarle que hasta el lunes 29 de julio, se sucede la votación para que El Torcal de Antequera siga avanzando para ser Mejor Rincón de España, para lo que debe seguir votando al menos dos veces al día, pinchando en las palabras «cuartos de final». Previamente se ha tenido que haber dado de alta en una sección de la web, a la que le facilitamos el acceso pinchando en «registrarse».
· 600.000 A.C. Se reconoce la presencia humana en El Torcal de Antequera.
· 80.000 a 35.000 A.C. Acreditada la presencia del hombre de Neardenthal en cuevas del Torcal.
· 33.000 A.C. El homo sapiens de la rama Combe-Chapello, para muchos autores origen de la raza mediterránea, se instala en El Torcal de Antequera.
· 5.500 A.C. Presencia humana en El Torcal, en las Cuevas del Toro, de la Maceta, de Marinaleda, Sima del Tinterillo y otros.
· 1472. Hernán del Pulgar, que acompañó a los Reyes Católicos, de los que era cronista, en una visita a Antequera, describe El Torcal como “…un lugar de espesa selva, de madreselvas, zarzas y árboles”, señalando la existencia en El Torcal, de una rica fauna de vertebrados, citando expresamente lobos, gatos cervales, linces, ciervos, corzos, jabalíes, cabra montés.
· Siglo XVI. El padre Francisco de Cabrera dice de El Torcal de Antequera que “es tan cerrado de peñas, árboles y zarzas, que apenas se han podido calar”, y destaca que “havía antiguamentre mucha montería de venados, corzos, cabras monteses y otra caza, pero ya no hay sino algunas cabras y machos monteses”.
· 1929. 11 de julio. Real Orden por la que se declara “Sitio Natural de Interés Nacional” al Torcal de Antequera. Se recomienda al Ayuntamiento que se haga cargo de su custodia y conservación, calificándolo como un paisaje de singular belleza.
· 1931. 4 diciembre. La Guardia Civil detiene al “Chirri”, jefe de una cuadrilla de bandoleros que operaba en la Sierra del Torcal.
· 1851. Antonio A. de Linera, de la Sociedad Malagueña de Ciencias, describe El Torcal, diciendo que “Hay pocos puntos más a propósito para dar una idea de la fuerza inmensa que las rocas ígneas pueden ejercer sobre las calizas sedimentarias, quebrando sus lechos con tendencia a las formas romboédricas y levantándolas en peso hasta dominar, como aquí sucede, el nivel general de todas las líneas montañosas del país”.
· 1877. Domingo de Orueta, mantiene la hipótesis de la actividad acuática como responsable de las formaciones del Torcal, achacándolas a una denudación acuosa subaérea”.
· 1912. Trinidad de Rojas, da una explicación curiosa sobre la formación del Torcal, diciendo que “…filtrada por las cavernas, derramada por las vertientes, el agua desaparece pero las señales de su estancamiento prolongado y por su poderosa fuerza de desintegración permanecen indelebles en las hendiduras horizontales de las rocas y en los cantos rodados que marcan la marcha devastadora de sus torrentes en varias direcciones y sobre una gran extensión. Si esta agua proviene de las nubes, si se eleva por las fuentes, si ella sube empujada por las rocas eruptivas de corrientes subterráneas desconocidas, son cosas que no pueden asegurarse. La última explicación, sin embargo, parece la más probable, porque en este caso se concibe mejor suponer desintegrante por el efecto de la temperatura elevada que las rocas eruptivas han debido prestarle”.
· 1923. Carandel, publica un trabajo en este año, siendo el primer autor que hace alusión a los procesos de karstificación, como responsables de las formas observables en la superficie del Torcal, hablando de una caliza de “especial maleablidad”: “es una formación caliza tabular de gran espesor que está sumida en un rito de erosión kárstica en estado de madurez”.
· 1929. Agosto. José María Fernández y José Muñoz Burgos, tras el descubrimiento de un mascarón de caliza oolítica, “llevada al Museo desde El Torcal” señala la presencia íbero-fenicia en El Torcal, procedentes, sin duda, de Antequera.
· 1933. Luis Ceballos y Carlos Vicioso, escriben del Torcal: “La vegetación de estos peñascales es bastante compleja, el estrato arbóreo no existe pero las especies propias del mismo, se encuentran representadas en ejemplares aislados con porte arbustivo; también aparecen ejemplares sueltos y bastante distanciados unos de otros, todos ellos instalados en las grietas y resquebrajaduras de la roca, en sitios que muchas veces resultan inaccesibles”,
· 1952. Solé Safaris, señala la importancia de la fracturación de las piedras del Torcal: “…las calizas jurásicas son de una naturaleza particular, que facilita la disolución y están atravesadas por una red de diaclasas que ha orientado los caminos de penetración del agua y ha dado a las formas kársticas in cierto orden geométrico”.
· 1953. Jean Sermet, señala: “Es el celebérrimo Torcal de Antequera, equivalente a Montpelier el Viejo, dejando asomar sus cimas y sus raros perfiles a 1.300 – 1.400 metros, excursión de un atractivo extraordinario, tanto por la inmensidad de los panoramas que ofrece como el gracioso pintoresquismo de las rocas. En este aspecto el Torcal es superior, sin duda, a Montpelier el Viejo, siendo sin embargo más reducido”.
· 1954. 1 de julio. El doctor Macías y otro espeleólogo exploran la Sima de la Mujer en el Torcal de Antequera.
· 1954. 30 de julio. Gracias a un donativo del gobernador Manuel García del Olmo, se concluyen las obras de acceso al Torcal de Antequera: ¡ya se podía subir en automóvil al Torcal!
· 1960. Cabañás, realiza un estudio detallado, poniendo en evidencia la influencia de la variación de la composición y de la textura litológica en las morfologías que resultan y agrupa las formas en un esquema clásico: absorción, conducción y emisión. Se refiere a la vegetación del Torcal. “La vegetación aquí es pobre y de vida fugaz. La roca desnuda aflora por todas partes y sobre las lastras y peñones no es posible la vida de las plantas que no sean los líquenes. Pero si visitamos estos parajes en primavera o en otoño, tras las primeras lluvias, en el fondo arcilloso de las dolinas, se desenvuelve la vida humilde y efímera de una flora rica en especies…”
·1964. Cabañás, señala que “el encanto del Torcal y su mágica belleza se acrecienta en la noche. Ver aparecer la luna de agosto desde el mirador de Las Ventanillas, es un espectáculo inolvidable”. Como se ve, las visitas nocturnas al Torcal no son cosa de ahora precisamente…
· 1973. 20 de abril. El ministro de Turismo Sánchez Bella, visita Antequera y recorre “El Torcal de Antequera”, donde degustó una “porra antequerana” en mitad del recorrido. El Ayuntamiento le ofreció un almuerzo en el Albergue de Turismo.
· 1973. Pezzi, establece la acción de la gelifracción como sistema de erosión periglaciar básico, para explicar la estructura actual de la morfología del Torcal.
Continuaremos la próxima semana con más efemérides de nuestro Torcal de Antequera, sin duda, El Mejor Rincón de España.