Pleno tras Pleno, todos llevan una carga de propuestas de un grupo y de recriminaciones de otro, que no cambian, se repiten, porque cambia el enunciado o el tema, pero se insiste una y otra vez en la forma.
Hay quien protesta y olvida que la situación actual no será culpa de ellos, pero sí de sus predecesores, que gastaron más de lo que tenían, dejando a España sumida en una brutal deuda que ha habido que situar como de cumplimiento preferente, y como los presupuestos no pueden aumentar, es claro que hay que hacer “recortes” en las inversiones, en las becas y en lo que sea.
Es absurdo recriminar a nuestro Ayuntamiento que no haga determinadas cosas, cuando lo dejaron en la ruina más absoluta y con deudas millonarias a empresas, entidades y otros, y cuando está teniendo una actuación digna de elogio en muchos sentidos. ¿A qué viene volver a insistir una y otra vez pidiendo cosas que ellos saben que tenían que haber arreglado ellos mismos o haber dejado dinero para poder hacerlo?
Y no digamos cuando lo que hay que hacer depende de una Junta que no quiere saber nada con Antequera, estando claros los motivos: unos de un color; otros, de otro…
Becas. Las becas salen del bolsillo de todos los españoles, algunos de los cuales viven en la penuria. Resulta lógico que esas becas se den a quien demuestre que estudia y se aplica, y la manera de demostrarlo es con las notas. Por ejemplo: su hijo, puede querer estudiar Medicina, pero si no tiene el mínimo de calificación, no entra. Pues lo mismo ocurre con las becas. Pero además se debe tener en cuenta otra cosa: todo el mundo quiere tener hijos universitarios, abogados, profesores, médicos, peritos… pero ¿hacen falta tantos como cada año salen de las Universidades? ¿Hay que recordar los casos de médicos que opositan a una plaza de basurero, o enfermeros y médicos que se van a otro sitio, con lo que estamos proporcionando profesionales a muchos países, pagados no por el Gobierno que da las becas, sino por los españoles que ponen por delante el dinero?
El ministro Wert, como hemos dicho en más de una ocasión, acierta fijando un plan de Estudios igual para toda España, en lo que se refiere al estudio de la Lengua, de la Historia, de materias comunes para todos los españoles, con lo que se evitarían los dislates que se producen en Cataluña, por citar un caso, cuyo resultado es una generación que de verdad se cree que España les robó su identidad o su dinero, por culpa de unos malos profesores que bien por ignorancia o lo que es peor por sectarismo, les enseñan una cosa a sabiendas de que son mentira. Lo del “mártir” Casanova es un ejemplo: para los independentistas es una víctima, cuando sus descendientes dicen que es mentira que lo mataran, que vivió treinta años con una pensión que le otorgó el gobierno “martirizador”.
O ignorar que Cataluña nunca fue reino, sino que formaba parte de Aragón, cuya bandera han hecho propia, sin que los aragoneses, por cierto, protesten…
En fin… Son cosas de la Política, que nadie se explica aunque lo hagan parecer verdades.