La Plaza de San Sebastián quedó “de dulce” tras las obras de mejora llevadas a cabo hace unos años, pero acusa, lógicamente, el deterioro que produce el continuo paso de pesados camiones y tantos automóviles.
El resultado es que el espléndido pavimento ha ido perdiendo el cemento que unía los adoquines, creando huecos y socavones que ponen en peligro la circulación y, lo que es peor, cada vez son mayores. Lo indicamos al responsable municipal de Mantenimiento Andrés Calvo que nos dijo lo tenía “en agenda” y el resultado no ha podido ser más rápido: a partir del próximo lunes, según nos hemos informado, se colocarán unas “jaulas” para llevar a cabo los trabajos de corrección y mejora, que se espera duren unos quince días. Se corrige así el peligro y la fealdad del pavimento en un lugar emblemático de la Ciudad. Celeridad, rapidez, y acierto se llama la figura.