La asociación agraria ha citado a los agricultores el próximo día 10 de enero para firmar las alegaciones contra las vías de pruebas que destrozarán una de las zonas más fértiles de la provincia malagueña, según comunicado mandado.
«Asaja Málaga comienza las movilizaciones contra el anillo ferroviario de la Comarca de Antequera. Y lo hará el próximo lunes, día 10 de enero, fecha en la que ha citado a sus socios para informar de las alegaciones que presentará antes del 14 de enero contra esta vía de pruebas que destrozará una de las zonas más fértiles de la provincia malagueña.
En el encuentro, que tendrá lugar en el Hotel Finca Eslava (Carretera de Córdoba, km 120) a las 19 horas, Asaja Málaga ofrecerá a sus socios la posibilidad de sumarse a las alegaciones que la asociación presentará y asesorará a los afectados para que presenten las suyas de manera personalizada.
Asaja Málaga se opone frontalmente a este anillo promovido por ADIF y el Ministerio de Fomento por el daño irreparable que ocasionará para la agricultura, la ganadería y el medio ambiente de la zona. Su oposición no es gratuita, sino que es fruto de un estudio pormenorizado que desmonta de forma clara y rotunda la teoría de los promotores de la idea de que dicha construcción traerá progreso a la comarca. Nada más lejos de la realidad. Estas vías acabarán con 50.000 jornales anuales, partirá cientos de explotaciones, obligará a convertir las parcelas de regadío en secano y acabará con la actividad agraria de muchísimos productores de los municipios afectados.
ADIF, con un desconocimiento pleno de la zona, asegura en su informe que se trata de una comarca de suelos pobres y abandonados en los que se obtienen una cosecha cada cuatro años o más y, por tanto, asegura que es el terreo idóneo para instalar una pista de ensayo de trenes de alta velocidad. Parece claro que ninguno de sus técnicos se ha paseado por esa zona, donde se encuentran campos de cultivo modernos en los que se han invertido cantidades importantes para estar a la altura de las exigencias que Europa impone a los agricultores.
Como se sabe, la instalación prevista se compone de dos anillos, uno principal de 58 km de longitud para velocidades de 425 km/h y otro secundario de unos 20 km para una velocidad máxima de 240 km/h. En opinión de Asaja Málaga, el circuito en el que supuestamente se probarán trenes de toda Europa nace ya obsoleto, ya que según ha podido saber, una importante empresa francesa llamada ALSTOM ya está haciendo pruebas a 574 km/h. ¿Y qué ocurrirá entonces, cuando la vía de Antequera se quede antigua? Pues que, entre otras cosas, servirá para la cría masiva y descontrolada de conejos, con el consiguiente daño para los cultivos, y para los ladrones que se lleven el hierro de los raíles. Para nada más.
Este capricho político afecta a demasiadas personas. Los habitantes de Antequera, Fuente de Piedra, Humilladeros, Mollina y Benamejí sean o no agricultores padecerán de forma severa las consecuencias de esta instalación, pues una vía férrea siempre supone una barrera física con la que resulta difícil convivir, de ahí que se suelan soterrar este tipo de vías a su paso por las poblaciones.
La instalación de este anillo no sólo perjudicará al agricultor cuyo terrero sea expropiado, sino a todos los de la comarca ya que verán limitada la accesibilidad a sus explotaciones y la movilidad de su maquinaria.
Asaja Málaga quiere dejar claro que nunca se ha opuesto a proyectos que supongan estar a la vanguardia en innovación, pero su carácter empresarial le lleva a analizar de forma precisa las ventajas e inconvenientes de los mismos. Y en este caso, los daños son muy superiores a los beneficios a pesar de que ADIF y Fomento aseguren que servirán para generar empleo. Está claro que se necesitará mano de obra durante la construcción de los anillos, pero una vez terminados, su mantenimiento apenas requerirá personal.
Los problemas con las parcelas de regadío serán incontables. Si una parcela de riego es dividida en dos por la vía, el pozo quedará en una de las mitades y, por tanto, esa mitad podrá seguir cultivándose como regadío. En cambio, la otra mitad tendrá serios problemas para continuar, pues el paso del agua a través de la vía del tren es complicado y la concesión de permisos para la nueva instalación de pozos también.
Asaja Málaga cree que existen otros lugares para construir estas vías de ensayos en los que el daño sería mucho menor. Si la idea es buena, el lugar elegido es el peor de los posibles, de ahí que la asociación agraria comience a movilizar a todos sus socios y afectados para paralizar este disparatado proyecto», terminan en el comunicado.