La noche del viernes trajo a Antequera una fugaz tormenta que dejó primero una granizada de cinco minutos y luego una fuerte lluvia que anegó de nuevo las zonas conflictivas cuando llueve en demasía y cortó carreteras por la zona de Bobadilla.
Tras un atardecer de relámpagos, pasadas las 20 horas empezó a llover con fuerza sin esperarlo, con una fuerte granizada que llevó a inundar las zonas habituales por Villodres, Carrera de Madre Carmen y Alameda de Andalucía, volviendo a la normalidad media hora después.
Por la zona de Bobadilla llovió más, cortándose carreteras que precisaron la llamada a maquinaria especializada para quitar el barro arrastrado por las carreteras próximas a la zona.
Pasadas las 21 horas, se restableció el tráfico sin problema alguno tras complicaciones por las zonas reseñadas por la acumulación de agua en las que los sumideros no evacuaban con rapidez el agua caída.
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