Una antequerana en la ‘Corte de la Reina Isabel’, así podría ser titulada la aventura que Carmen Cascales Rivera vivió el pasado sábado 22 de octubre, cuando decidió visitar al científico Michael Hoskin, el investigador que convenció a la UNESCO para mostrar que Los Dólmenes son únicos y merecían ser Patrimonio Mundial.
Carmen vive en Londres desde septiembre de 2014. Actualmente dirige un equipo de investigación de 400 personas, dentro del Grupo Vodafone en Londres, concretamente en el desarrollo de la “nube”.
Llevaba tiempo queriendo ver a Hoskin, ya que vive en Cambridge. “Mi padre me había hablado mucho de todo el proceso de la nominación de Patrimonio Mundial. A él le llenaba mucho, como todo lo referido a su Antequera”.
Recuerda que le decía que Bartolomé Ruiz, Dimas y todo el equipo, estaban “ilusionados al conocer la labor de Michael Hoskin, un científico londinense que había estudiado cientos de dólmenes por todo el mundo y sólo había encontrado uno que no estaba alineado al sol, sino a un espacio geográfico. Se trataba del Dolmen de Menga, orientado hacia la Peña de los Enamorados”.
Tras el fallecimiento de su padre el 11 de junio, necesitaba un tiempo para cumplir su deseo: “Yo sabía que mi padre hubiera contactado con él, por lo que quise presentarme y hacerlo yo por él, por lo que le mandé un correo electrónico y me invitó a su casa”.
En casa de Hoskin
Le sorprendió la rapidez de la respuesta del científico, por lo que concretó un rápido viaje el pasado sábado 22 de octubre a su casa de Cambridge. “Me presenté, le dije que era la hija de Manolo Cascales y que me gustaría darle las gracias por su contribución para que Antequera fuera Patrimonio Mundial”.
Allí, en su casa, “me encontré a un caballero inglés, quien pese a sus 86 años, artritis y dificultad de moverse, me recibió con su traje y muy educado”. Consternado por enviudar recientemente, tiene cinco hijos, y “como yo, tiene muy presente la falta de un ser querido”. En cuanto le habló de su padre: “Él me dio un abrazo muy fuerte, se mostraba muy agradecido por la visita y me transmitió el amor que tenemos a las personas que nos dejan”.
Le explicó que todo empezó en Menorca: “En uno de sus viajes, conoció a un norteamericano, que vivía en Oxford, con el que empezó a descubrir su pasión por las construcciones megalíticas”.
Carmen nos describe asombrada cómo viajó años y años para investigar las construcciones megalíticas y tras analizar cientos de ellas, “sólo encontró a Menga que no se orientó al sol, sino a la Peña”.
Entre datos y datos, a la hija de Cascales le llamó la atención una gran fotografía de Los Dólmenes que tiene en su casa, así como la Medalla de Honor de la Real Academia de Nobles Artes, que el propio Bartolomé Ruiz le entregó.
Modesto por su trabajo
Carmen Cascales Rivera le preguntó qué sentía al ser la persona fundamental, cuyo estudio ha conseguido que la UNESCO nos haga Patrimonio Mundial. “Él le resta valor, me dijo que su aportación era una más, que se ha conseguido por los hombres que lo construyeron hace miles de años”.
Al preguntarle qué le llamó la atención del entorno dolménico: “El tamaño de los Dólmenes y, por supuesto, la orientación, cada uno de los tres distintos, y Menga hacia la Peña”. Desde el 15 de julio, espera con ilusión la llamada del Ministerio de Cultura para saber cuándo tiene que venir a España para recibir la Medalla de Oro de Bellas Artes del Ministerio. “Sin duda, quiere aprovechar su visita a España para desplazarse de nuevo a Antequera y venir con toda su familia, que son 19…”
Antequera opta a ser la sede de la entrega
Los dos viajes por España se podrían quedar en uno sólo, si el Ministerio de Cultura accede a la petición de Antequera de acoger la entrega de premios, que se desarrolló en Sevilla el año anterior, justificándola en ser Patrimonio Mundial y que uno de los galardonados es Hoskin. Málaga también aspira, ya que María Victoria Atencia es otra de las condecoradas.
También se podría dar el caso que los Reyes de España entregaran los galardones y pudieran visitar el conjunto dolménico, curiosamente desde el siglo XIX, un monarca, entonces Alfonso XII, no los visita.
Todas estas celebraciones, tendrían como culmen la inauguración del Mirador Michael Hoskin, junto al Arco de los Gigantes y ante Santa María, donde podría celebrarse el acto de entrega.
Este mirador tendrá también un recuerdo de Hoskin, encargando el Ayuntamiento un trabajo al escultor Pedro Luis Fernández Roales, ya sea en escultura, busto o silueta que deje testimonio de cómo es el científico londinense ante el nuevo mirador.
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