‘Me preocupa que hemos hecho de la convivencia un infierno; ya no nos queremos; no nos cuidamos. ¿Qué hemos hecho?, ¿qué hemos construido?’
Seguramente en más de una ocasión se preguntan qué nos está pasando. El Defensor del Pueblo lo tiene claro: “Se nos han metido bulos, mensajes más crispados, mensajes de odio, de miedo. La política se ha agudizado, se ha hecho áspera, agria…”. Si esta conclusión es directa, lea con atención la entrevista.
El Defensor del Pueblo Andaluz “es una institución creada para la protección de los derechos y las libertades. Es un Comisionado del Parlamento y ayuda a las personas para resolver problemas o conflictos que hayan surgido en sus relaciones con las administraciones públicas. Su intervención es gratuita, sencilla y reservada. Actúa de manera independiente, con transparencia y objetividad”. Así se define la figura de este organismo que muchos andaluces desconocen y que puede ayudarle a resolver trámites o conseguir derechos con cualquier administración pública.
Este lunes 10 de mayo vendrá en persona al Centro de Servicios Sociales “Doctor Pedro de Rojas” de la calle Picadero donde atenderá junto a su gabinete, personalmente, a todo vecino que haya solicitado cita previa. Este jueves pudimos entrevistarle telemáticamente ante su iniciativa, comenzando exponiéndole que en unos tiempos donde todo se hace de manera virtual, su organismo decide visitar en persona ciudades y comarcas como la nuestra. “Sí porque soy consciente de que lo primero es que tengo que salir de Sevilla. En un sistema democrático hay tres poderes: legislativo, ejecutivo y judicial. Y también hay un cuarto que es el de los derechos que tiene la ciudadanía frente a la administración pública: frente al Ayuntamiento, frente a la Junta de Andalucía, frente a la Universidad, frente a todo lo que sea público. Y por otro lado, a lo mejor esa ciudadanía no conoce cómo acudir al Defensor sin necesidad de contratar un abogado, hacer una causa. Antes de ir a un juicio o un tribunal, pueda tener soluciones frente a lo público. Porque un sistema democrático demuestra que tiene que responder a la gente. Si usted tiene una situación de irregularidad, usted tiene derecho a que se la solucionen. Y si usted tiene derecho a una ayuda de alquiler, usted tiene derecho a que se la den. Y si no se la dan, usted no ha tenido mala suerte; aquí no hay mala suerte, hay estamos hablando de derechos”.
¿Tiene muchas quejas de Antequera?: “Lo que quiero saber es que Antequera, una comarca de 140.000 personas, que tiene a lo mejor en el año 2019, 44 quejas y en 2020, 36; y resulta que tiene un histórico, que nos digan, si estamos rodeados de conflictos y tenemos un instrumento ahí”.
Su papel dentro de la comunidad de Andalucía es muy importante, pero creemos que muy desconocida aún por muchos colectivos y ciudadanos. “La gente de Antequera sabrá que ha venido el ingreso mínimo vital; antes había una renta mínima. Y ahora me dicen: ¿pido la dos?¿la andaluza o la estatal? ¿Si me dan una, no me dan la otra? La gente pregunta todos los días miles de preguntas y las respuestas que puedo dar son: acuda usted al Defensor. Hemos tenido 16.000 consultas este año. ¿Cómo hago los ERTES? ¿Cómo lo tengo que hacer?¿Cómo llegar a una ayuda determinada?¿Qué tengo que hacer sobre un problema de Atención Primaria? Esas preguntas, esas irregularidades de la administración se llaman conflictos y tenemos instrumentos que son que esos derechos que se van a devolver como hemos hecho y ahora pondremos algunos ejemplos de Antequera”.
¿Como se puede hacer esa pregunta al Defensor del Pueblo Andaluz? “Tenemos todas las redes disponibles: Facebook, whatsapp, twitter; y una página web que es www.defensordelpuebloandaluz.es donde te dice cómo tienes que hacerlo. Además por carta dirigida al Defensor del Pueblo Andaluz, Calle Reyes Católicos 21, 41001 Sevilla. Y a partí de ahí, yo me pongo en contacto, es gratuito, y le voy informando hasta que se consigue ese derecho”. ¿Cuántas gestiones consigue por su mediación?: “De 1.500 expedientes irregulares, el 95 por ciento salen resueltos”.
¿Cuándo hay que dirigirse a usted, después que una administración pública no responda?: “Tres meses. Usted pide una ayuda de alquiler a la administración y a los tres meses, si no le han contestado o no lo ha resuelto, ya acude usted al Defensor”. ¿Y cuánto suele tardar su oficina en dar una respuesta?: “24 horas”. ¿En 24 horas?: “A los dos días ya tiene en su casa que ha sido admitido a trámite. Si vemos que hay claramente irregularidad, vamos a la administración para arreglarlo. En menos de 48 horas, se contestan en seguida porque también estoy yo para que la cosa funcione rápidamente, lo lógico es que yo responda. De 9.000 quejas este año, cerca de 7.000 se han resuelto en el propio año”.
En este aspecto, si usted las llama le harán más caso que al ciudadano. Porque el Defensor conoce las herramientas, es decir, usted sirve como un abogado del pueblo. Es una manera para decirle a las administraciones públicas que hay que estar al servicio del ciudadano. “¡Claro! La ley, el Estatuto de Andalucía, todos dicen que el Defensor es el garante y protector del título primero. Yo le digo a la gente una solución; le mando copia de la resolución a la persona que ha reivindicado esa queja y le resuelvo el caso porque la administración tiene que responderme a mí con carácter urgente y preferente. Porque es una institución pública de derecho”.
¿En cuánto tiempo le tiene que responder una administración pública? “Nosotros le pedimos un informe primero con la debida protección de datos. Y una vez que lo recibimos y lo estudiamos en 10, 15 días. Y ellos ya me dicen: “Pues mire usted, es verdad o no, o que esto se ha mandado de esta manera”. Y empiezan a aclarar. Al mes de recibir nosotros esto, lo volvemos a estudiar y vemos que si hay temas que no están claros o que hay mucha divergencia, volvemos a decirle a la persona que nos ha presentado el caso que alegue, para poder confirmarme que los temas siguen. Yo no me guío solamente por lo que me dicen el poder público sino por la persona que me ha dicho que sí, pero al final no lo ha hecho. Y por lo tanto, si no me ha contestado al mes… Tiene otro mes, o si no tengo que llamar a la administración para decirle que me mande un informe y me diga ciertamente la resolución que la administración se ve obligada a aceptar. Salvo que el tema después no se solucione por alguna causa y se vaya a llevar a juicio”.
¿En tres meses se puede resolver su gestión si tiene razón la cuestión que le plantean?: “En tres meses está el tema casi terminado. Y en los tres meses siguientes, hay ya medidas y hay que esperar que las lleven a cabo. Si me dice ahora que la administración va enviar la información al ciudadano, siempre se espera un mes para que se la pueda mandar”.
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La pandemia, el estado de alarma y la nueva situación
La entrevista la realizamos horas antes que el presidente de la Junta de Andalucía, expusiera las nuevas medidas desde este domingo. Como experto le preguntamos ¿qué va a pasar desde este fin de semana? “Creo que se ha avisado con tiempo que el 9 de mayo se acababa el estado de alarma. Se ha preparado un decreto donde se pueda asumir los aspectos de restricción de la movilidad. Posiblemente el toque de queda ya no tenga argumentos suficientes una comunidad autónoma. Pero yo creo que el cierre perimetral de algunos municipios, hay medidas justificativas. Se puede acudir al elenco de leyes orgánicas que pueden permitir situaciones en una comarca, municipio o localidad que no es todo el país. Y siempre un poco de como estudiemos el decreto y veamos los puntos que pueden ser, los tribunales de justicia ya han consensuado con las administraciones para ver en que caso tendría que haber un aval jurisprudencia. Y esperemos que eso ahora se pueda engrasar bien. Porque ahora hay muchas dudas, no ha salido el decreto, no se ha sabido como se suple. Los tribunales ya saben que van a tener que contestar rápidamente y que quizá en algún caso de cierre o de confinamiento sea el Supremo el que pueda suplir un estado de alarma que siempre requiere quince días”.
¿Con qué personal cuenta su oficina?: “El Estatuto dice que la administración debe ser rápida, transparente y veraz. Y yo tengo que ser lo que predico. Por eso a mí me lamenta mucho la no respuesta. Tenemos setenta personas, mitad técnicos, administrativos y servicios generales”.Suponemos que en este año la habrán mandado muchas preguntas sobre temas de la pandemia. “Nosotros hemos tenido un 25 por ciento de aumento de quejas. Son 5.000 documentos que nos han pedido. Hemos hecho una media de 130 consultas diarias sobre cómo se rellena un ERTE, cómo se pide la ayuda al alquiler, hasta cuándo se va a pagar, qué trabajo es esencial. Y sobre todo también mucha más graves: estoy sin EPI, sin protección ¿debo ir o no? ¿Voy a contagiar cuando vuelva a mi casa, voy a contagiar a toda mi familia. Verdaderos dramas. Nosotros hemos dicho: hay que sacar enseñanzas y mensajes muy claros por lo que venga. Y luego rectificar los errores que hayan cometido las administraciones. Y nadie quería cometerlos y a todo el mundo le ha pillado de improviso; ahora bien, tenemos que sacar enseñanzas. Y lo más grave ha sido el llamamiento de los familiares de las residencias de mayores. Ha habido un drama tremendo. Nosotros nos confinamos y teníamos un equipo entero y siempre recibíamos mensajes: “No tengo información”, “No me cogen el teléfono”, “No sé lo que le está pasando a mi madre”. Ahí ha faltado información, protección… Los dos mil muertos en residencias de Andalucía han pagado el pato de que no han tenido una estructura sanitaria que pudiera aislar a los contagiados. No podían ir a los hospitales. A lo mejor en algunos momentos se pensaban que eran muy mayores y que las UCIS eran para gente con más posibilidades”.
Un año horrible. ¿Podría decirnos las quejas más repetidas?: “Las quejas decían todas, en el fondo: nadie me escucha, todo está cerrado, nadie me coge el teléfono, no sé si puedo salir porque vivo de la economía de calle, si mis hijos van a comer esta noche. ¡Eso es un gran dolor tan grande y una impotencia, no podíamos salir! Eso nos obligó a trabajar mucho desde casa. Al mismo tiempo informamos al Parlamento y hemos sacado como diez mandamientos, algunos muy importantes como reforzar lo público, los servicios de calidad. Que la Atención Primaria es fundamental en los pueblos. Que en la Andalucía vaciada hacen falta servicios sanitarios. Al mismo tiempo de la necesidad de que la administración cuide de los mayores, que las ayudas al alquiler hace que la gente no pierda las casas. Esa administración de cuidado que hemos estado desamparados. Los niños se han quedado dentro, con mucho dolor, hacen falta psicólogos que le quiten todo ese miedo de no entender por qué pasa todo eso”. Y este lunes cuando quienes le hayan pedido cita, ¿qué van a conocer?: “Poder decirle a los ojos del Defensor: “Me pasa esto, se lo pongo en sus manos. Espero que usted no me defraude”.
Las quejas realizadas sobre Antequera
¿Qué puede decirnos sobre la diferentes cartas enviadas desde Antequera en los últimos tiempos? “Hemos hecho intervenciones muy variadas; hemos mediado mucho. A nosotros nos gusta que el conflicto no se resuelva solo con un papel. Se arregla sentando a las partes en una mesa. Viendo al alcalde, al delegado de Educación… Nosotros facilitamos que propietarios pudieran dar permisos para excavaciones arqueológicas en el Sitio de los Dólmenes de Antequera. Después se hizo que el Hospital de Antequera se hiciera un protocolo para la gente que acudían solos al servicio de Urgencia. Y al mismo tiempo para las situaciones de cáncer tenían dos ambulancias que tenían que ir. ¿Por qué en Antequera no tenía un protocolo de servicios y no estar en carretera dependiendo de ambulancia? También se está pendiente de un seguimiento, de que ejecuten las ampliaciones para un colegio para evitar las carencias. Después algunas quejas de ayudas al alquiler”.
¿Qué necesidades le plantean padres, colegios, familias con capacidades especiales…?: “Que tengan tutores, que el autismo tenga ayuda especial. El mundo de la discapacidad necesita la ayuda del Defensor. Hay año y medio en que se tarda en valorar la discapacidad; y la ley dice que son seis meses. Entonces el mundo de la discapacidad, el mundo de la ayuda al alquiler, el mundo de los colegios de padres que han tenido dificultades de todo tipo, la carencia de alimentos básicos, el problema de la luz y el agua, el problema de que tiene algún preso. Los temas graves que podemos hablar ahora como la emigración”.
¿Si conocieran todos los andaluces la institución y la utilizaran se podría resolver muchos más problemas? “El problema es el desconocimiento. Yo sé que me tienen que utilizar porque soy un instrumento. No soy una ONG; es un institución de Derecho. El artículo 41 dice sobre todos estos derechos: “garante y protector es el Defensor Andaluz. Entonces cuando hablamos de derecho, como profesor que fui en la universidad se dice: “el que usa su derecho a nadie perjudica”. Por lo tanto si usted tiene un derecho, ¡úselo! Y no se usa lo que se desconoce”.
¿Hay miedo con exigir a la administración un derecho?: “No conozco represalias por acudir al Defensor. Somos una institución incómoda porque pone el dedo en la llaga. Tiene imparcialidad. No depende de la Junta de Andalucía, no depende de los ayuntamientos. Es imparcial y libre. No tiene jefe superior que dependa de él. La administración tiene muy consagrado que el Defensor es elegido por el Parlamento. Es una estructura de derecho, democrática que está en las leyes, no puede nunca la administración protestar por la labor del Defensor”.
Desde su experiencia ¿tenemos más derechos en el año 2021 que cuando empezó el Estatuto de Autonomía? “Yo creo que se han incorporado algunos derechos; aunque yo no hablaría de cantidad, yo hablaría de calidad. Yo creo que algunos derechos, por ejemplo de vivienda, están más amenazados. Cuando hay muchas ayudas y la financiación es poca, no se cumplen bien; se tarda más de un año, se tarda más de dos. Nosotros llamamos a eso, que muchas veces con las crisis, si no pones dinero en la salud, usted va tener un año de cola. Sus enfermedades y sus carencias van a tener un comportamiento más débil. Yo creo que la crisis del 2008 dañó muchos derechos subjetivos. Nosotros llamamos derecho subjetivos aquello que no pueda ser quitado y a la vez reclamado a la jurisdicción para que se consiga”.
La Andalucía de hoy: derechos y libertades
¿Caminamos a una Andalucía más libre?¿Somos más libres que desde se inició el Estatuto? “No; estamos más mediatizados. Se nos han metido bulos, mensajes más crispados, mensajes de odio, de miedo. La política se ha agudizado, se ha hecho áspera, agria. Yo creo que hay una violencia también que me preocupa mucho. La crisis del 2008 no se ha superado del todo y la pandemia lo han enterrado del todo a la gente que estaba en la cola. Hay gente que paga fiscalmente menos y hay gente que paga fiscalmente más. A mí me preocupa el nivel de agresividad. Y por eso queremos lanzar un discurso de paz, aliviando problemas igualamos a la gente. Lo que más me da rabia da la gente es la desigualdad. Yo cuando una vez viajaba a Cuba, la gente tenía relacionado unos zapatos y una medidas. Y yo le preguntaba: ¿y usted cómo puede vivir con esa estrechez?. Y dicen: “Porque estamos todos igual”. Es decir, la desigualdad agravia y separa. Por eso es muy buena la pregunta que usted me ha hecho. Yo creo que cada vez lo estamos complicando más. Y creo que tenemos que hacer una pedagogía de la política, de los medios, de la agresividad, y de mirar que tú tienes a otro con que tienes que convivir. Los mensajes son más de odios que de convivencia”.
Está claro que la pandemia nos ha enseñado que hay que invertir más en Sanidad. ¿Qué valores cree usted que Andalucía debería de potenciar?: “Que la administración atienda bien a la gente; yo creo mucho en la economía de cuidado. Que los niños tengan ayudas, que los discapacitados se vean amparados. Me preocupa mucho como Defensor del Menor, los problemas de conducta, la Salud mental; tanto en mayores como en menores. Aquí ha habido mucho dolor que no ha salido afuera. Igual que el acoso antes no salía y ahora está saliendo. Los problemas que te estás metiendo dentro, que no se hablan. En la época de infancia un trastorno de conducta puede durar un año. Pero cuando se sigue arrastrando ese trastorno la salud mental se recrudece. Por lo tanto no tenemos instrumentos para la salud mental. No tenemos unidades intermedias. ¡No tenemos psicólogos! Me preocupa que hemos hecho de la convivencia un infierno; ya no nos queremos; no nos cuidamos. ¿Qué hemos hecho?¿Qué hemos construido? Si somos seres de convivencia, lo que tenemos que hacer es que los niños vean que hay un clima de convivencia y paz. Por eso me preocupan los mensajes. Y los problemas que en Antequera se han dado, yo en ese sentido pediría: por favor no discriminemos a la gente. Solucionemos los problemas. Hablemos. Que la Justicia intervenga. Que se explique lo que ha pasado. Pero de una conducta individual no se puede sacar una conducta colectiva. Que cuando una persona de una raza o de una etnia hace una cosa, yo siempre me pregunto: ¿cuántas maneras hemos tenido de violencia? ¿A caso los españoles somos violadores? No, es una cosa de unas persona, pero no de un colectivo español. La Justicia tiene que restaurar el mal y el daño. Pero que nadie se tome la justicia por su mano porque después te puede pasar a ti. El Defensor propicia una cultura de paz. Nunca me cansaré y por eso estoy en contra de la discriminación de los menas. Si hay un niño que roba algo ¿es un mensaje para fomentar el odio? ¿Y mandarlos a Costa de Marfil donde a lo mejor han muertos sus padres? Yo creo que aquí tenemos que hacer una reflexión muy seria de que esto no es un campo sin vallar. Que hay normas. Y que somos un pueblo que hay mucha gente muy buena”.
¿Ve usted un mensaje de esperanza? ¿Cómo ve la Andalucía del futuro gracias a esos jóvenes y a eso niños que están en los colegios que están luchando por sus derechos, a esa personas que desde esta semana va acudir más a usted? “La tengo; la verdad es que no estoy haciendo un juego de ficción. Veo cada día, cada gente voluntaria, tanta gente que se compromete, tantos sanitarios que han expuesto sus vidas. Porque a mí me llega siempre lo que no funciona, pero hay tanta gente oculta, chavales que concienciados del cambio climático, de la comida saludable. Yo creo que este pueblo tiene una gran visión de misericordia, de perdón o de emoción. Yo estoy muy positivo porque yo te estoy hablando de una radiografía que quiero evitar. Pero que hay también muchos estímulos. Y hay mucha gente que dice basta ya que no puedo vivir así. Y hay gente hermosa. Nosotros desde la Defensoría estamos viendo de que hay gente muy generosa porque la gente que tiene menos tiene una solidaridad inmensa. Y yo sí creo que es posible. Y a poco que nosotros mandemos mensajes contrarios y hagamos una pedagogía de la política y de los medios. Entonces yo estoy ilusionado y la verdad es que tengo que decir que también veo que a mí me hacen llorar. Y en la pandemia hemos visto una generosidad, la gente subiendo a las casas, subiéndoles las comidas. Tienen un pack de comida para los mayores, pero nadie ha pensado en la embarazada y en los menores. Y en las casas la gente hace un paquete de embarazada y de menores. Hay hermosos testimonios. Pero eso no vende mucho, vamos a poner en valor esos testimonios tan hermosos. Yo soy totalmente optimista”.
Más claro… imposible. Estamos viviendo en una sociedad donde los mensajes de odio están eclipsando el lado bueno de la vida. Y con esta pandemia, queda evidente que hay que apostar por la Sanidad, la Educación, la Cultura… Y sobre todo, respeto. Ojalá llegue el momento en el que no haga falta recurrir al Defensor del Pueblo. “Ese día moriré feliz, ¡Dios te oiga!”, concluye Jesús Maeztu.