La antequerana Maribel Alarcón González es jefa de servicio de cirugía del Hospital Virgen del Puerto de la localidad de Plasencia (Badajoz), y ha trasladado su experiencia en Extremadura hasta Andalucía con una nueva técnica quirúrgica.
Ella ha sido la encargada de presentar “un brazo robótico que se llama “Freehand” (mano libre) que utilizamos en cirugía lamparoscópica para llevar la cámara”. La nueva tecnología, comercializada en España por la empresa MBA, “nosotros posiblemente seamos los que llevamos más tiempo utilizándolo, desde hace ya más de un año, y por sus buenos resultados se ha planteado presentarlo en Andalucía, que los compañeros sepan cómo funciona, hacer una sesión con unos simuladores, y finalmente hacer unas cirugías en directo con él”.
Estando al frente de esta iniciativa Maribel Alarcón, la elección del Hospital Comarcal de Antequera para estas jornadas no parece casual. “Yo me empeñé un poquito en que fuera en Antequera, porque si se iba a presentar en Andalucía, yo creo que tenía que ser aquí por doble razón: primero la geográfica y segundo por mi corazoncito. Yo creo que Antequera es el mejor sitio”.
La presentación, “dirigida a todos los cirujanos que hagan lamparoscopia, incluyendo a los cirujanos generales digestivos como nosotros, y también urólogos o ginecólogos, que se pueden beneficiar mucho de su utilización”.
Antequera ha acogido la primera exposición de “Freehand”, en una convocatoria “acotada a unas treinta personas de toda Andalucía, con la idea de que todos pudieran utilizar los simuladores y aprender a utilizarlo”.
Pero, ¿cuál es exactamente la novedad de esta técnica? “Normalmente, necesitamos un cirujano para llevar la cámara cuando estamos operando por lamparoscopia, y en este caso la cámara la lleva el brazo y es el propio cirujano, con la cabeza y un sensor, quien la mueve”, explica la doctora. “Con esto, no solo quitas a una persona en el quirófano, sobre todo se consigue no tener un conflicto de espacio como habitualmente tenemos el que opera y el que lleva la cámara, que estamos tocándonos, chocándonos, molestándonos en definitiva”, añade.
‘Freehand’, herramienta ideal para Antequera
La tecnología utilizada por este nuevo brazo robótico consiste en “trasladar la orden con un sensor que está en tu cabeza y en el monitor donde estás mirando, y una vez que has dado la orden pisas un pedal y haces el movimiento que tú quieres hacer. Entonces, si yo muevo mi cabeza a la derecha, sé que va a ir hacia ese lado con el recorrido que le marque en cuanto pise el pedal”.
Maribel Alarcón valora muy positivamente sus resultados, “después de ser el único servicio de toda España que lo está utilizando de momento, aunque también hay otras experiencias en otros países”. “Es una cosa muy ventajosa, sobre todo en hospitales más pequeños como el nuestro, donde no tenemos plantillas muy numerosas, y sobre todo por la independencia que da por el conflicto de espacios: el poder trabajar sin que nadie tenga puesto el brazo encima del tuyo o debajo, es muy cómodo”, valora.
Por sus características, considera que estos mismos buenos resultados que ya está dando en el Hospital de Plasencia los podría aportar “Freehand” al de Antequera, “ya que son centros muy similares, y es una herramienta fantástica precisamente para los hospitales comarcales, es una gran solución”.
Además, asegura que “tiene una curva de aprendizaje muy cortita, una vez que sabes cómo funciona y lo has probado en un simulador, como hemos hecho, con tres procedimientos se puede dar por aprendido”. Además, insiste en que “es muy seguro, porque no es algo que esté de forma autónoma trabajando en el paciente, sino que tú lo mueves y si ves que por cualquier motivo no puedes, lo quitas y continúas por los medios habituales”.
Hasta el momento, “básicamente he estado haciendo con él treinta y tres cirugías bariátricas, que es la de la obesidad, además de cirugía de colon, suprarrenal, o de esófago”. “Solo en tres casos no hemos podido concluir la intervención con su uso, y en todos los casos se trataba de obesos muy severos, con mucha dificultad técnica, por lo que entiendo que los datos son muy buenos”. Además, desde sus creadores se sigue trabajando en nuevas versiones que mejoren con nuevas innovaciones.
“Esto, básicamente, es una forma de poner la robótica a un nivel accesible para una serie de hospitales que por su tamaño no nos podemos permitir adquirir otro tipo de robots”, definiéndola como “una herramienta cómoda y asequible, ya que su precio no es excesivamente alto y yo considero que compensa”, asegura para descartar que se trata de “ciencia ficción, es algo muy real y cada vez más empleado en la cirugía”.
Intercambio de experiencias
La colaboración del Hospital de Antequera para el desarrollo de este I Curso Teórico-Práctico de Cirugía Asistida con brazo robótico Freenhand, denominación oficial de estas sesiones celebradas los días 18 y 19 de noviembre, “ha sido total, posibilitándonos incluso la realización de dos pequeñas intervenciones de vesícula, que es muy básica y estándar, pero que sirve muy bien para mostrar a los profesionales su uso”.
Por eso, Maribel Alarcón agradece “todo el interés que ha mostrado Javier Pérez, que es el jefe de servicio del Hospital de Antequera”. También destaca la participación del Juan Guadalajara, “que es el jefe de servicio de cirugía del Hospital Infanta Elena de Huelva, que es pionero en Andalucía en el uso del brazo robótico y también ha participado”.
En este sentido, la cirujana antequerana valora especialmente “el intercambio de experiencias entre diferentes servicios de salud como son los de Extremadura y Andalucía, ya que todos podemos aportar, y creo que los hospitales que somos similares estamos obligados a intercambiar cosas y a beneficiarnos todos”. “La tecnología sigue avanzando, y los médicos no podemos pararnos, porque yo pienso que a lo mejor lo último que salga no es súper útil, pero lo siguiente que salga va a a ir con esa base, por lo que estamos obligados a aprenderlo”, puntualiza.
Como antequerana, “es un orgullo poder venir a aportar a todos esos compañeros que son los que cuidan a mi familia y a mis amigos”. Tras más de veinticinco años en Extremadura, no esconde su ilusión por volver a Andalucía: “Me lo he planteado muchas veces, pero cada vez que he tenido una oportunidad de volver ha habido algo desde el punto de vista laboral que me ha presionado para quedarme”, concluye.