Silencio, dolor y lágrimas tras ver la representación de la violencia del hombre a la mujer en el acto por el 25N en la Plaza de Castilla, antes de ser nombradas las mujeres y niñas que han sido asesinadas en lo que va de año.
Raquel Martín y Sergio Lobo representaron sobre un escenario ante el monumento de la Peña de los Enamorados, cómo el amor entre un hombre y mujer se puede transformar en la violencia de él sobre ella, acosándola, intimidándola, agrediéndole, pero gracias a la llegada de una policía local, Laura Martín, les separó, arrestándole y evitando el asesinato. Ovación respetuosa de los presentes que sintieron cómo se pasa de lo que se supone que es amor que termina en violencia y asesinato.
Seguidamente, miembros de las fuerzas de seguridad fueron leyendo los nombres de mujeres y niñas asesinadas, momentos en los que el público presente alzó sus nombres, escritos en papeles, acompañándoles otros con las leyendas de “Podrías ser tú”, “Podría ser mi madre”, “Podría ser mi hija”.
Antes, el teniente de alcalde Alberto Arana condujo la lectura de un manifiesto en el que participaron los concejales José Manuel García Puche, Pilar Ruiz, Francisco Calderón y Ana Cebrián y cerró el alcalde Manuel Barón.
Expusieron que “cuando se maltrata a una mujer, se maltrata a toda la sociedad. El agresor debe saber que no encontrará nunca complicidad por sus actos”. “La violencia contra las mujeres es la máxima expresión de la desigualdad”.
“Combatirla desde su origen, educando en igualdad, es la mejor herramienta para su erradicación”. “Tenemos la responsabilidad conjunta de enfrentar a los maltratadores y provocar el rechazo de toda la sociedad a la violencia y a los que la ejercen”.