jueves 21 noviembre 2024
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Antonio González Galán: La Salud se debería de apoyar mucho más de lo que se hace

Caminaba sus 14 kilómetros diarios y su médico de cabecera le pidió una prueba donde se percataron de algo extraño que fue un tumor que le obligó a amputarle parte de una pierna.

 Tras su operación y lucha contra el cáncer, ha sido intervenido dos veces en Málaga con una técnica pionera donde se mejora el implante para colocarle una prótesis que le permita caminar por sí solo. Da un mensaje de esperanza a quienes se encuentren adversidades en la vida e insiste en el apoyo a la Sanidad.

La vida es un ir y venir en nuestro camino, de disfrutar, padecer, sentir y aprender lecciones y circunstancias donde al final lo que cuenta es vivir y valorar lo que tienes al lado, a veces lo más insignificante puede ser lo que más nos hace sentirnos bien con uno mismo. En la semana de feria entrevistamos al mítico central del Balonmano Torcal, quien ascendió con el equipo de Manolo Porras en 1979 a Primera División: Antonio González Galán. Uno de esos ciudadanos conocidos y queridos por la ciudad, que siempre tiene una sonrisa y una disposición de ayudarte, que ha pasado por todos los sitios del deporte-rey de nuestra ciudad

Hace un año, pasó de andar 14 kilómetros un día a tener que decirle al día siguiente que tenía que operarse. Hoy, casi un año después de su pesadilla, saca lo positivo de la experiencia, destaca la sanidad pública, la importancia de los médicos de cabecera y anima a las personas a afrontar con optimismo y esperanza las circunstancias más adversas que nos presenta la vida. No esconde lo que el cáncer le ha quitado: parte de una pierna; y lo enseña para valorar la vida y pedir que nos preocupemos de las cosas importantes y dejar las otras a un lado.

 

De andar 14 kilómetros diarios y diagnosticarle un cáncer que le obligó a amputar parte de una de sus piernas

“Yo recuerdo que en el mes de julio del 2020, en plena pandemia, tenía una pequeña contractura en el gemelo. Fui a mi amigo y médico de cabecera Pepe Rodríguez, quien me estuvo observando y me dijo que parecía que el gemelo izquierdo lo tenía más inflamado que el derecho y que me hiciera un “eco doppler” para analizar cualquier tema circulatorio”. Y tras pedirle esta prueba su médico de cabecera  “me dijo que tenía algo ahí que no era circulatorio, sino que había una masa de algo que no les gustaba. Entonces rápidamente me vieron urgentemente en el Hospital. Como era la época del mes de agosto de vacaciones, me derivaron al Clínico, ahí me atendieron fantásticamente con una rapidez impresionante. Aprovecho y quiero agradecer también públicamente a mi buen amigo Manuel Barón que es el traumatólogo del Clínico que aceleró todos los trámites como sé que hacen con cualquier persona que lo precisa”. 

De una ecografía a comunicarle que tenía un tumor, un sarcoma sinovial, un cáncer que suele aparecer cerca de articulaciones grandes, en torno al lugar donde se encuentra el tejido y el líquido sinovial. “El cirujano traumatólogo especialista en tumores en extremidades me dio la noticia impactante de que tenía un sarcoma sinovial que es la denominación científica. Y que la solución más viable era amputar la pierna por encima de la rodilla”. El cáncer, silenciosamente sin dolores ni otros síntomas, estaba dentro de su pierna y de practicar deporte todos los días a darle una noticia que afecta a su vida. “Lo asumimos de manera directa tanto mi familia como yo y para adelante. El 2 de octubre me intervinieron en el Hospital Clínico de Málaga. Después de la operación me pasaron a Oncología. Me dieron tres ciclos de “quimio” entre noviembre, diciembre y enero, y aquí sigo con mis revisiones y buscando recuperar mi movilidad”.

Con toda la naturalidad nos explica el proceso que padeció, insistiendo una y otra vez lo importante que es la atención primaria: “Además, hago un llamamiento para que cuando alguien se note alguna alteración que inmediatamente vaya. El médico de cabecera realiza una labor importantísima para nuestra salud. Y a partir de ahí, si la cosa es más grave ya lo derivan a los especialistas como fue mi caso”.

En agosto, en pandemia, sin ningún síntoma previo, ¿cómo reacciona cuando le dicen que tiene cáncer? “En el momento en que te dan la noticia directamente y después de la conversación con el cirujano te quedas impactado, pero cuando te encuentras con profesionales como el doctor Santos que ha llevado todo el proceso, y te dice: “Quiero que me ayudes a tomar una decisión”… recuerdo que salimos de la consulta y nos propusimos mirar hacia adelante… todo cambia”.

 

 

El apoyo de su familia y recuperarse de la operación

¿Dónde buscó ese apoyo para no venirse abajo? “Fundamentalmente en mi familia, tanto mi mujer como mis hijos y las parejas de mis hijos se quedaron impactadas, pero automáticamente hicieron piña alrededor. Me sentí muy cómodo y respaldado. A parte, por mi manera de ser, siempre he sido una persona positiva. Si hay un proceso de ‘quimio’ yo lo veo que es para mejorar. Ahora con el tema de la prótesis, vamos a mejorar. Y ahí siempre me lo he planteado de esa forma”.

El cáncer lo tenía en la pierna, lo que lleva la amputación de parte de ella. Nos quejamos de muchas cosas, pero verse un día sin un miembro… “Tuve que poner de mi parte y mentalmente me tuve que rehacer de nuevo porque es verdad que ya pasada la operación, el desequilibrio del cuerpo es brutal. Cuando te veías sin la pierna, me desequilibraba. Yo he llegado a caerme varias veces y mentalmente trataba de reponerme, pero tenías que dar el paso y es muy complicado”.

Recordamos las imágenes de Antonio con su mujer, en silla de ruedas en su recuperación dando un paseo o por el Centro de Salud. Mucha gente ni se lo esperaba, y hay quien aún no lo sabe porque la pandemia nos ha hecho disminuir las relaciones sociales. Y es como cuando era central de Balonmano, el que repartes optimismo a la persona que le veía y se impactaba de verle. “Muchos amigos así me lo dicen que les llama la atención la positividad en la que afrontaba la situación”. ¿Qué le dice ahora a su familia? Porque muchas veces se habla de la persona con cáncer y de lo que padece, pero el que está al lado, es una parte vital. “Yo tengo una familia envidiable. Tengo a mi madre que está encima mía al 100 por 100. Tengo a mi mujer que es mi todo, todos los obstáculos me los hace salvar de manera impresionante. Y luego tenemos la suerte de tener en la empresa a unos de mis hijos, Javier, que siempre está dispuesto para todo. El mayor exactamente igual; mi hija, la pobre vive en Torrevieja, deseando de venir para ver cómo estaba y cómo ayudar”.

 

Antonio gonzalez galan 02 082021

 

Mejorar los tratamientos de oncológicos en hospitales comarcales

Suponemos que, aunque Málaga esté cerca, ¿no estaría mal que optaran con comarcas grandes como la de Antequera, que tiene más población que la mitad de las capitales provincia de España, para que pudiese tener más servicios oncológicos? Esa ambulancia que recogen en pueblos es… “En algunas situaciones en la que no he podido desplazarme por mi cuenta he ido en esas ambulancias. Te recogen a las 7 de la mañana, algunos van a Carlos Haya, otros a otro lugar. Es algo que te deja peor cuerpo de lo que luego te van a poner como tratamiento. Si se pudiera recoger en la comarca una serie de esos servicios sería fantástico”.

Nos consta que ya se hace en algunos tipos de cáncer. El tratamiento es el mismo que se puede hacer aquí, como en una clínica privada o en un hospital de capital de provincia. “Además el Clínico está completamente saturado, hay una cantidad de gente impresionante. El doctor Alba es una persona impresionante, es un científico y lo tiene todo bien montado. Funciona muy bien, pero entiendo que algunas veces están que no dan más de sí. Si eso se pudiera desviar a zonas puntuales como Antequera, sería una mejoría para el enfermo y sus familiares”.

 

Málaga, pionera en una prótesis en piernas amputadas, como la de Antonio Galán 

Muchas veces nos creemos que por vivir en Andalucía, en Málaga o en Antequera, estamos en un país con poco avance médico. Pero no es así, Antonio González Galán ha sido una de las primeras personas a la que se le ha practicado un  nuevo implante. Se ofreció y tuvo la posibilidad de estar en una especie de novedoso procedimiento en el que va hacer más cómodo poder recuperarse de poder volver a caminar. Abre una gran esperanza a mucha gente. “Yo había oído hablar de este novedoso implante. Porque la primera operación que se hizo en España fue en octubre del año pasado. Y la hizo el doctor de Santos que es el mismo que me intervino a mí. En una de las consultas me dijo que me había incluido en el protocolo. Estaba en la lista de espera y lo teníamos previsto para octubre de este año. Pero me llamó y me lo adelantó y aquí estoy ya recuperándome”.

Tras perder la autonomía de andar al perder gran parte de una pierna y combatir el cáncer,  ahora está en el proceso de un sistema en el que pueda volver a caminar por su cuenta. “Son dos intervenciones; a partir de la primera, en el fémur te hacen un implante, que se llama osteointegración. Que lo que hace es que el hueso y el implante se haga una pieza. A las seis semanas, vuelven a intervenir otra vez y de ese implante sacan una especie de tornillo, que sale de la pierna y eso es lo que va a conectarse con la nueva prótesis. Ahora estoy empezando a rehabilitarme con este novedoso sistema”.

Con todos los respetos, ¿cómo nos explica lo que  le ha pasado tras la operación y la lucha contra el cáncer? “En este caso tienes dos opciones: quedarte en una silla de ruedas o seguir hacia adelante y ponerte en mano de la ciencia como he hecho yo. Con unos excelentes profesionales te hacen este implante que además como sale de tu cuerpo tiene una forma igual que la otra pierna. Entonces a la hora de andar la rodilla y el pie consigues que sean móviles”.

 

Mensaje de esperanza a quienes pueden tener un problema parecido al suyo

¿Qué mensaje lanza a esas familias como la suya que se encuentra ante la situación en la que una persona se le transforma la vida y  no saben cómo afrontarla? “Evidentemente el enfermo tiene que responder buscando la mayor posibilidad si hay,  que siempre debe aparecer alguna esperanza donde agarrarse. Como se dice tradicionalmente, los abuelos comparten que si hay enfermo, hay vida por defender. Evidentemente en mi caso, yo no llegué a saber la capacidad que tiene la mente para este tipo de enfermedades. De hecho está el síndrome del miembro amputado, es decir que mentalmente sigues mandando señales el cerebro y yo a veces tengo la sensación de que tengo las piernas, que te hormiguea… es un efecto secundario de este tipo de operaciones”.

Para llegar a este optimismo y ejemplo, le habrá costado. “Cada persona lo afronta de una manera diferente. Pero sí digo que las familias le apoyen, que les llamen, que compartáis lo que sentís, que les den ánimos”. ¿Tiene que venir una pandemia para que nos acordemos lo que hay que invertir en Sanidad y de lo que sus profesionales nos ofrecen cada día? “Creo que tenemos una de las mejores sanidades del mundo, tenemos unos profesionales brillantes con un trato personalizado, una humanidad… Cuando he visto a los sanitarios en plena pandemia haciendo guardia, estaban que se caían por los pasillos… no sé de dónde sacaban fuerzas. ¡Han estado al pie del cañón con esos epi (equipo de protección individual) con los que no podían ni respirar! ¿Qué más se le pueden pedir a los sanitarios? El apoyo debe ser total. Ya lo entendía igual antes, la salud es para mí fundamental en nuestras vidas, si no, no vamos a ningún lado; y pienso que se debería de apoyar mucho más de lo que se hace”.

Algún día lo conseguiremos, pero seguimos viviendo en un día a día en el que nos dejamos llevar por las redes sociales, por cosas que están el aire y no tienen importancia. En el caso suyo se ve. ¿Qué le decimos a todo el que se deja llevar por esas corrientes de opinión, por llamarlas de alguna manera, dejarnos de preocuparnos de cosas sin sentido? ¿Cómo cambiamos esta sociedad para que se a mejor porque tan mala no es? “No; lo único es que pasa es que cuando ocurre una circunstancia vivida, y tú lo puedes contar, no sólo te cambia la vida, sino que hay cosas que no puedes hacer que antes era tan sencillas como andar. A partir de ahí, mi manera de ver la vida es otra. Cuando ocurre una tontería te tienes que preguntar: ¿esto es importante para mí? Yo lo entiendo así ahora así; pero para otra persona puede ser un problema enorme. Todo es respetable”. 

No nos queremos ni imaginar cómo ha estado Antonio en esta época de pandemia cuando estuvo en la operación y en el tratamiento porque cuando te operan te bajan las defensas y cuando es cáncer más. “Ha habido días y, sobre todo, cuando tenía las defensas bajas, estaba prácticamente aislado en casa”. Y luego, encima, autónomo con su familia en una empresa: no puedes decir que cierras. Damos fe que ha estado cogiendo el teléfono todos los días, excepto los de la operación y tras el tratamiento oncológico. “Así es, salvo los días de quirófano, a partir de ahí he estado trabajando y en la época de la ‘quimio’, te daba un poco de bajón; pero los demás días iba al despacho y si no he estado de teletrabajo en casa. La verdad es que me ha venido muy bien, la verdad es que no merece la pena estar sentado en un sillón o viendo la tele, porque de esa manera se te pasa la mañana mucho más rápido e intentas seguir con tu normalidad y lo le das ocasión a la cabeza a pensar en otras cosas”.

Estamos ante el inicio de la temporada en el Fernando Argüelles (dejamos para otro día nuestra conversación de Balonnano), donde este nombre representa a una generación, de la que forma parte Antonio González Galán, central que fue de ese equipo legendario. Cuando se escuche rugir el pabellón, en esa magia que hace conseguir que el equipo gane, parte de esa furia está ahí en Antonio González Galán que formó parte de esa generación de antequeranos que formaron ese equipo dirigido por Manolo Porras que ahora su alumno, Lorenzo Ruiz, ha hecho ascienda a Asobal. En esos aplausos, van dirigidos mensajes de ánimo para personas como Antonio Gonzalez Galán, ese apasionado del balonmano.

Antonio nos demuestra su garra, su honor su furia de este partido que lo va a ganar. Y ahí está preparándose para que cuando lo veamos de nuevo no haga falta ni preguntarle cómo sigue, seguro que ya se encargará él de explicarlo. Además es un ejemplo para todos y lo tenemos en cuenta que la vida hay que aprovecharla cada segundo y en la que hay que priorizar lo que se tiene porque en un segundo se puede perder gran parte de ella o la vida misma.

Ojalá su ejemplo de superación sea ejemplo para quienes se le presenten  situaciones parecidas y se levantan para seguir viviendo. La vida le dejó en una silla y él se levanta con el respaldo de su familia y de la ciencia y ahora se está preparando para seguir poniéndose en pie. El cáncer es una enfermedad que llega sin avisar… y hay que combatirlo con todos nuestros medios.

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