Vivimos en un mundo donde creemos que todo es negativo, pero hay más acciones positivas que pasan muchas veces desapercibidas, que ocurren con más frecuencia de lo que creemos como la historia entre Tomás y Rosario.
Él, pensionista, fue a comprar el pan y olvidó la cartera en el mostrador con ¡900 euros de su pensión que acababa de sacar del banco! Ella, dependienta de Santiago ese día en el Barrio Girón, la encontró horas más tarde y al localizar su DNI dentro y conocerlo, fue a devolvérsela a su casa.
Tomás González Muñoz, con 75 años, fue a comprar el pan como cada día al puesto de Panadería Santiago en el Barrio Girón. Sin darse cuenta, dejó allí la cartera en cuyo interior estaban 900 euros. Tras una mañana ajetreada, encontraron una cartera olvidada en el mostrador y María Rosario Fernández Guerrero localizó el DNI en su interior, sabía que era un cliente y fue a su casa a devolvérsela. Cuál fue la sorpresa al ir que Tomás aún no se había percatado de la pérdida. Emocionado agradece el gesto de Rosario y doblemente feliz porque está todo el dinero que dejó: su mes de pensión.
Quedamos con ambos en nuestra Redacción para que nos contaran esta historia con final feliz. Tomás ha trabajado entre la hostelería y la construcción y es conocido por participar en los concursos de porra antequerana. Rosario trabaja hoy en Panadería Santiago y ha trabajado antes el sector hostelero.
Esta historia ocurrió el miércoles 27 de agosto. “Yo fui a comprar el pan, la Coca-Cola, las cervezas, los zumos, lo que hacía falta ese día. Los pongo en lo alto del mostrador con la cartera, pero como era poco, lo pagué con unas monedas que tenía. Pillé la bolsa con la compra y me olvidé la cartera en el mostrador sin darme cuenta”.
Le atendió Rosario que ese día estaba en el establecimiento del Barrio Girón de Santiago. “Él llegó a comprar su mandados y pagó. Yo no me di cuenta que dejó la cartera. Cuando iba a pagar, me dijo que iba al coche por unas monedas porque no tenía cambio. El hombre se fue y no se llevó la cartera”. Pasaron varios clientes “y una mujer vino y me avisó que había una cartera, la miré y vi que tenía mucho dinero. Cuando mi marido vino, la abrimos y vimos el carnet. Era de Tomás que había estado dos veces en la tienda y no había dicho nada. Decidimos ir a su casa y mi marido le preguntó si se le había perdido algo. Puso la mano en los bolsillos y dijo: las llaves las tengo aquí… pero no se había dado cuenta aún que la faltaba la cartera”.
Cuando le enseñaron la cartera se echó las manos a la cabeza y “me puse muy contento, le di un millón de gracias, yo no me había dado cuenta”. El hombre, en la entrevista seguía mostrando su agradecimiento. Imaginen: había sacado su pensión para echar el mes, dejó por descuido la cartera y Rosario al localizarla no dudó en devolverla.
¿Qué le dice a Rosario? “A Rosario, no sé cómo puedo darle las gracias. Yo estoy muy agradecido a ella, hay muy poquillas personas que sean así. Me dio una sorpresa muy bonita. Yo por todos lados voy refiriendo lo que me ha hecho”. Y Rosario qué le dice a Tomás. “Que gaste más cuidado con la cartera, que los dineros son muy golosos…”. Toda la razón.
Son historias diferentes, emotivas, con final feliz. Ojalá haya más así y se conozcan porque un mundo mejor es posible con situaciones tan simples, pero tan entrañables como ésta de Tomás y Rosario que a todos nos conmueve.