Nuevo monumento megalítico a la vista en Antequera. La Peña de los Enamorados guarda secretos de la época prehistórica del Sitio de los Dólmenes de Antequera, donde se están confirmando investigaciones previas en las que hay monumentos megalíticos con pinturas rupestres que tuvieron su uso funerario, según expone el catedrático de Prehistoria Leonardo García Sanjuán.
Así, investigadores de la Universidad de Sevilla, guiados por el profesor Leonardo García Sanjuán, han comunicado el Ayuntamiento de Antequera la confirmación de la existencia de un nuevo monumento megalítico que «formaría parte de un espacio sagrado para las comunidades neolíticas de nuestra zona antes de que se construyera el dolmen de Menga», según difunden el alcalde de Antequera, Manuel Barón, y los tenientes de alcalde delegados de Patrimonio Histórico, Ana Cebrián, y Patrimonio Mundial, Juan Rosas.
Desde el consistorio aluden a «recientes excavaciones en nuestro municipio determinan la existencia de un hasta ahora no identificado monumento megalítico anterior a Menga que conformaría un espacio sagrado datado en el Neolítico. Los nuevos datos que se están recopilando permitirán comprender mejor los procesos que condujeron a la creación de un monumento tan extraordinario como el dolmen de Menga», siguen desde el consistorio.
Los nuevos datos en hallazgo y estudio «permitirán también comprender mejor los procesos que condujeron a la creación de Menga y a explicar su singular y pionera orientación, teniendo como objetivo general datar con mayor precisión la actividad neolítica documentada en nuestro municipio mediante la aplicación de métodos de datación científica como radiocarbono y luminiscencia por estimulación óptica, permitiendo también conocer mejor la sociedad y el medio ambiente existentes en la época en que se construyó Menga», concluyen desde el consistorio.
García Sanjuán confirma que se trata de un monumento megalítico incrustrado en la Peña de los Enamorados con usos funerarios
Tras anunciar el Ayuntamiento la investigación, el propio García Sanjuán nos apunta que es una «posibilidad que sea anterior a Menga, pero no tenemos todavía las pruebas fehacientes como para decirlo, pero es posible».
Se trata de «una estructura dolménica integrada en el afloramiento rocoso natural del sitio; mitad rupestre, mitad megalítica». Prosigue con «mis investigaciones que expusieron que la Peña era el primer referente como santuario en la vega de Antequera».
«Lo que hemos descubierto es que aquí también hay una actividad funeraria y megalítica, que lo acabamos de comprobar. Pueden ser los ancestros de los constructores de los Dólmenes de Menga».
Se sabía desde hace años que existían vestigios megalíticos en la Peña de los Enamorados, pero la novedad ahora sería que se están viendo por los investigadores y no sólo con pruebas técnicas. Ya en 2018, el Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla publicó un estudio científico por el que acreditaba que las pinturas rupestres de la Peña de los Enamorados son de hace 5.900 años, lo que eleva al lugar como el primer santuario que se conoce en la zona, lo que rubrica la teoría de que Menga se construyó orientado hacia él, según nos confirma el catedrático de Prehistoria, Leonardo García Sanjuán, coordinador de este estudio universitario.
El Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla ha publicado un estudio científico por el que acredita que las pinturas rupestres de la Peña de los Enamorados son de hace 5.900 años, lo que eleva al lugar como el primer santuario que se conoce en Andalucía, lo que rubrica la teoría de que Menga se construyó orientado hacia él, según nos confirma el catedrático de Prehistoria, Leonardo García Sanjuán, coordinador de este estudio universitario.
Las pinturas rupestres del abrigo de Matacabras, dentro de la Peña de los Enamorados datan de 3.900 años antes de Cristo, 5.900 años de antigüedad, por lo que evidencia que se trata del primer santuario andaluz y que existía antes de la construcción de los Dólmenes de Antequera.
Hace dos años nos decía que “ese santuario ya estaba en uso antes de que se construyese el Dolmen de Menga, eso es lo que sugiere esta fecha” que lo que aporta como novedad es aproximarse más concretamente de la fecha final del Neolítico a 3.900 años antes de Cristo, hace 5.900 años, lo que conllevará a estudios próximos que establezcan la fecha más exacta de los monumentos megalíticos.
Lo que aportaba este nuevo trabajo entonces era que “es un estudio multidisciplinar basado en varios métodos científicos que permiten saber más detalles sobre este abrigo”, sigue Sanjuán que ya trabajaba en él desde antes que la UNESCO visitara este espacio, quizá el más desconocido aún y el que más ofrecerá al inicio de la historia de la civilización en el sur de Andalucía.
Antes de los poblados de la Peña, se conocen los de la “Cueva del Toro en el Torcal de Antequera, donde tenemos el asentamiento neolítico más antiguo de Málaga y uno de los más del Sur de España”, destaca Sanjuán.
Al bajar, decidieron adorar a la Peña, orientando el gran templo funerario de Menga hacia el santuario, según Bartolomé Ruiz, director del conjunto arqueológico, nos decía tras esta publicación en 2018: “Uno de los objetivos de este trabajo era, por primera vez, intentar fechar estas pinturas, que es complicado, por un método que se llama datación de uranio torio de los motivos que se conservan”, al pie de la Peña, por activación de neutrones y difracción de rayos X.
Hasta ahora, los dólmenes estaban fechados 4.000 años antes de Cristo, por lo que tras este descubrimiento, se tendrá que retrasar al menos hasta después de 3.900. Todo dentro del final del Neolítico, que engloba entre el 10.000 y 3.000 antes de nuestra era, y en el que se calcula que hay 1.000 años entre Menga, Viera y El Romeral. Será la primera fecha desde la que se recalcularán los monumentos.