Se quedó pequeño el recorrido de la Cabalgata de los Reyes Magos en Antequera. Sólo hay que ver las fotografías y ahondar en los recuerdos para saber que la magia de Melchor, Gaspar y Baltasar hacen que la ciudad se vuelque en la calle y que cada año vengan más visitantes.
Y así fue porque las calles donde pasó el cortejo real, se convirtieron en un océano de entusiastas personas que querían sentir la magia de Melchor, Gaspar y Baltasar. No había sitio. Una hora antes, ya estaban las primeras filas ocupadas en toda la Alameda y la calle Infante don Fernando.
Pasadas las 18 horas, partía la cabalgata desde la Avenida Periodista Ángel Guerrero. Impresionante cómo estaba el entorno de la Puerta de Estepa y así todo el recorrido. Para empezar, decenas de jóvenes sorprenden con movimientos en el lugar, empezaba el espectáculo de Origen, grupo de baile local que fue la estrella que guió el cortejo.
Este año, evocaban a Alicia en el País de las Maravillas, con sus personajes llenos de Alicia, el gato, el sombrerero, naipes o la Reina de Corazones. Dejaban al público boquiabierto. Primero, asombrados por su baile, luego girando la cabeza para seguir sus movimientos y por último, aplaudiendo sus coreografías. Marcaron el ritmo y son el grueso fuerte de la cabalgata.
Seguía la primera de las carrozas, de Brave, con Mérida y los personajes de la historia, llevados a cabo por el AMPA del Colegio María Inmaculada. A pie de calle, la Bella y la Bestia levantaba pasiones con una carroza final de Fireumas. Y tres grandes cajas que levantaban la pregunta de qué contenían y al parar, surgían desde su interior, bailarinas, levantando los aplausos de los presentes.
Un año con muy buen acabado de las carrozas del cortejo, como la de Up, por parte del AMPA del Infante don Fernando. Coche de McDonalds que repartió regalos a un público volcado con la cabalgata. La ACIA iba en la carroza de Willy Fog y el colectivo Las Villas que protagonizaba una carroza con el Nacimiento del Niño Jesús. Seguía el AMPA de La Salle con la carroza Noche de Reyes.
Banda pasional de las Flores de Málaga y el primero de los Reyes, Melchor, seguido de grandes personajes de Alicia en el País de las Maravillas, estrellas de Navidad, el Rey Gaspar, una comitiva china con grandes animales (dragón y oso panda) y el Rey Baltasar.
Todo con los medios de seguridad con Protección Civil, Policía Local, Policía Nacional, Bomberos y Ambulancia que cuidaron del desarrollo del cortejo. No había huecos en ninguna de las calles. Y tras la ingente cabalgata y respaldo del público, Aguas del Torcal que dejó todo limpio tras el lanzamiento de papelillos, serpentinas y caramelos.
«¡Molletes, molletes!»
Es el grito de guerra de la cabalgata, aunque lo que no se paró de lanzar fueron mantecados de Antequera. Tras la Puerta de Estepa, paso por la Alameda de Andalucía, Infante don Fernando, San Sebastián y Encarnación, con tramo sin ruido hasta el Coso Viejo. Luego Calzada, paso imposible por Diego Ponce, Cantareros, Alameda de Andalucía, Puerta de Estepa y Avenida Periodista Ángel Guerrero pasadas las 21,30 horas.
Se lanzaron 5 toneladas de caramelos, 2,6 toneladas de mantecados, 6.000 molletes, 2.750 bolsas de picos, 2.500 juguetes, 2.000 pelotas, 800 unidades de recogecaramelos y 750 bolsas de regañas.
En cuanto a la colaboración de empresas, este año, Horno El Antequerano aportó 4.000 molletes, así como 750 bolsas de picos AOVE y otras 750 de regañas AVOE. Grupo Sancho Melero, 2.080 kilos de mantecados. Torcadul, 320 kilos de mantecados. La Comanda, 800 unidades de recogecaramelos, unos recortables de cartón para recoger caramelos.
Automóviles Torres, hace los traslados de Sus Majestades durante la visita a la ciudad. Grupo San Roque, 2.000 molletes, 2.000 bolsas de piquiñas y 200 kilos de mantecados. Unicaja, 40 kilos de caramelos. Acedo Hermanos, 2.000 pelotas. McDonald’s, 2.500 juguetes.
Terminaba una cabalgata que se adelantaba un día por la previsión de lluvia este domingo. Día donde se desarrollarán las visitas al Hospital y residencias y a cada hogar de Antequera, dentro de la intimidad. Con un deseo cada vez más amplio en el día de la ilusión: ¡Salud!
