Durante algún tiempo parecía que existía el riesgo real de que las churrerías desaparecieran de nuestras calles, pero afortunadamente no ha sido así. En nuestra ciudad siempre hemos recordado, y seguimos manteniendo, el característico olor a churros que desde hace muchos años ha envuelto a la Plaza de Abastos.
Precisamente con la propietaria de este tradicional puesto de churros, María del Carmen Durán Sánchez, hablamos de los orígenes de la Churrería Plaza de Abastos: “Aquí empezó mi madre, Carmen Sánchez Avilés, aunque antes estuvo Félix, un hombre de Ceuta y después mi madre se quedó con el puesto. Yo estuve con ella desde los 13 años y ahora tengo 56. Mi padre trabajaba con los camiones y hubo un momento en que lo dejaron parado y él se metió también en el negocio”.
Originariamente este conocido puesto de churros tuvo otra ubicación distinta en la propia Plaza de Abastos: “Cuando empezamos con esto estábamos al lado de la zona de pescadería y al hacer todas las reformas al Mercado, a ellos los pusieron dentro y a mí me pusieron en esta zona donde estamos ahora en la plaza ya que no podía estar dentro por los humos y demás. El próximo 1 de febrero cumpliré 5 años aquí”, explica María del Carmen.
Para deleite de los amantes a los churros la churrería abre todos los días de la semana: “De lunes a viernes estamos de ocho a once de la mañana y por la tarde de cuatro y media a siete o siete y media. Los sábados y domingos estamos solo por la mañana de ocho a once y media”, detalla la propietaria de la Churrería Plaza de Abastos.
Los churros en tiempos de crisis sanitaria
Inmersos en una tercera ola de coronavirus, las churrerías también se resienten y la situación se hace muy complicada: “Yo estoy en una zona que todo lo que tengo alrededor son colegios. Por las tardes al haber quitado las actividades extraescolares, niños no hay ninguno por las tardes, las ventas han bajado a la mitad. De estar en condiciones normales todos los niños en inglés, catequesis, deportes… por las tardes no ha quedado nada, lo han quitado todo y nuestras ventas más fuertes siempre han sido por las tardes, pero insisto que a mí el haber quitado las extraescolares de los niños me ha matado”.
El aumento de contagios por la Covid también ha propiciado que la gente salga aún menos y si eso le sumamos las actuales restricciones la situación es complicada: “Nosotros de las ventas no nos podemos quejar. Son muchos años, pero la cosa se nota que ha bajado, pero ha bajado para todo el mundo, esto es una cadena. Esperemos que los años que vengan sean mejores que los que llevamos porque este 2021 se presenta regular”, asegura María del Carmen.
Por otro lado, subraya: “Gracias a las personas de Antequera y a la comarca nuestro negocios siguen adelante. Por ello le damos las gracias a todas las personas que vienen a comprar. No se olvidan de nosotros nunca”.
Unos churros totalmente diferentes a otros
Sobre lo que hace diferentes los churros de la Plaza de Abastos a los del resto que se elaboran en nuestra ciudad, María del Carmen detalla: “Mis churros están hechos a diario. Aquí vienen niños que les dicen a sus madres que churros de supermercado no, ellos lo notan. Nosotros los elaboramos solo con agua, harina y sal. Estas masas son muy delicadas de hacer porque son masas duras… Una vez que está la masa hecha la metes en la máquina y luego en el aceite, pero las masas están elaboradas a mano. Además, todo aquel que quiera, los churros los acompañamos con chocolate caliente elaborado con lecha entera y chocolate sin gluten”.
El puesto de los churros de la Plaza de Abastos continúa siendo todo un referente en nuestra ciudad donde se unen tradición y sabor.