viernes 31 octubre 2025
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Marisa Martín de Proyecto Humano: “La cercanía, el cariño y la firmeza” para educar en valores a los hijos

La Asociación Resurgir-Proyecto Humano celebró esta semana pasada en Antequera una nueva jornada técnica buscando la mejora de la sociedad desde la prevención y la educación, en el ámbito de la escuela y de las familias.

Profesionales de la educación, estudiantes, AMPAS, profesorado y familias han tenido la oportunidad de poder conocer el eje fundamental formado por la prevención para evitar conductas negativas.

Es por lo que entrevistamos a Marisa Martín Ramírez, directora de los programas terapéuticos y prevención con el fin de ampliar lo tratado en las jornadas para que padres, profesores y jóvenes puedan vivir y crecer de la mejor manera posible.

Han insistido en la prevención, ¿cómo tenemos que prevenir, por qué es tan importante? “La prevención, la sensibilización social, la atención y el tratamiento integral a nuestra población más juvenil, es uno de los objetivos importantísimos que tendríamos que tratar de aplicar para evitar sufrimiento, para evitar un montón de problemas que se vienen sobre la familia cuando un hijo entra en una espiral de dificultad”.

Cuando se habla de joven, ¿a qué edad se refiere? “No voy a encasillar, pero según la Organización Mundial de la Salud (OMS) dicen que la adolescencia llega ahora hasta casi los 30 años”. ¿Y cuándo hay que hacer la prevención? “Desde cuando soñamos ya con el hijo venidero. ¿Por qué? Porque ahí estamos haciendo una planificación, queremos dar a nuestro hijo o a nuestra hija lo mejor que tenemos y todos entendemos que dar cosas buenas, como la alimentación es currarse la mejor bolsa de la compra. Pero donde el sentido común esté por encima de lo que hoy nos circula en la sociedad”.

¿Cómo se puede vivir la prevención en casa? “La prevención empieza con una buena relación familiar basada en el respeto, en el afecto, en la comunicación, en establecer normas claras y precisas, en la aceptación responsable del papel como padre y madre. Y aquí tenemos una asignatura pendiente, sobre todo los que sois padres y madres. ¿Por qué? Porque debido al estilo de vida que llevamos, educamos por delegación. Y entonces que vaya rápido al aula matinal, porque si no, no llego. Que luego pase al cole y que los profesores hagan todo lo que tienen que hacer y lo que no tienen que hacer”.

¿Y en el colegio entonces? “El profesor puede aplicar y generar en su educado una serie de inquietudes por conocer los conceptos y conocimientos que ellos tienen que dar, pero un niño tiene que llevar de casa la mochila puesta. Y si no hay respeto y no se ha enseñado en el hogar, es bastante difícil que el profesor intente educar en el respeto”.

Nos expone que lo que vean en casa… “Tenemos que intentar velar por el bien del menor, por encima de cualquier otra cosa. Igual que han puesto una lista cuando se van a casar de los detalles que quieren que sean regalados o la cantidad de detalles que tenemos para celebrar nuestra fiesta. Pues preparar un pequeño proyecto donde ambos nos vamos a poner de acuerdo para ver cómo vamos a educar a nuestro pequeños”.

¿Es malo comparar nuestros tiempos con lo de nuestro padres y ahora nuestros hijos? “Tú fuiste educado por un padre y una madre en un momento determinado, en un momento histórico determinado, en una circunstancia determinada. Y tu hijo es hijo ahora del siglo XXI. En el siglo XXI han aparecido una serie de cosas que no estaban cuando tú fuiste educado”.

Contagiar a los hijos
de buenos valores
Por lo que intuimos, esto es de 365 días juntos e insistiendo. “El uso del tiempo libre y del tiempo de ocio es un factor preventivo magnífico. El otro día me encontré en un taller de un colegio con menores, un chaval que era un apasionado del pádel. Se sabía todas las raquetas que tenía su padre y todas las normas. ¿Por qué era tan apasionado del pádel?

Porque su padre lo vivía con una pasión tremenda y se lo contagia. La prevención y la educación, fundamentalmente la educación en la prevención, solo se puede dar desde la familia si se contagia. Entonces, un niño es un apasionado del fútbol, porque su padre es un forofo y lo lleva y le compra la camiseta. Un niño será apasionado del compartir, de la solidaridad y del respeto, cuando esas mismas cosas se viven con la misma pasión que el padre o el fútbol”.

Nos fijamos mucho en tener lo material, pero poco en los valores. “Somos productos de una generación anterior a la que le faltó mucho. Entonces entender que todo eso material que nos faltó, hoy por hoy a mi hijo no le va a pasar, nos ha llevado al otro extremo del péndulo. Y es que estamos tan pendientes de las cosas materiales que se nos olvidan las otras”.

¿A qué adicciones puede llevar esta falta de prevención? “A todo tipo de conductas no sanas. No hablo solamente de drogas. Muchos padres nos dicen: ‘Mi niño no se droga’. Pero hay muchos chavales que tienen conductas de riesgo”. Que es… “La conducta de riesgo es que voy a coger mi patinete eléctrico y me voy a ir sin un casco y sin una protección. Si yo no protejo con 8 o 10 años mi cabeza o mis codos, cuando tenga 20, igual no protejo ni mi espíritu, ni mi integridad personal…”.

¿Hoy los hijos pueden saber más que los padres en muchas conductas y temas de actualidad? “En muchas ocasiones los padres no hablan temas con sus hijos por dos motivos: el desconocimiento que se tiene frente al tema, porque hay que formarse y hay que procurar estar al corriente de determinadas cosas, o porque esa conducta ya la tenemos nosotros”.

¿Dónde deben las parejas formarse para luego impartir esas nociones a sus hijos? “Los padres y las madres tienen que tener un pensamiento crítico, tienen que investigar, tienen que tenerlo como una obligación diaria que hacer. Pero existen espacios dedicados especialmente al trabajo de la formación de la pareja, las escuelas de padres, atención en momentos puntuales que nuestra ciudad, afortunadamente es un lugar donde tenemos una agenda de actividades culturales, lúdicas, formativas, musicales, deportivas, tan amplia donde hay contenidos que nos interesarían mucho a aquellos que se dedican a la educación”.

¿Se la piden los colegios? “Nosotros en Antequera intervenimos bastante, pero en nuestra comarca intervenimos mucho más. Hay mucho interés por trabajar el tema de la prevención”.

Conductas que presagian algún problema
¿En qué nos debemos de fijar para sospechar que algo mal están viviendo nuestros hijos? “Si apostamos por ser padres, tenemos que renunciar a muchas cosas para dedicarlas a otras. Y esto hay veces que no se piensa. Entonces queremos seguir con nuestra vida de soltero, pero en adulto, y además tener niños porque está bonito, porque está bien. Tenemos que renunciar al partidito de los domingos, a ciertos encuentros, a espacios de sueño y de descanso. ¿Por qué? Porque hay por ahí pequeños locos llamando nuestra atención y cuando nuestros pequeños locos llaman nuestra atención, necesitan que las centremos en ello”.

“Un niño que es atendido por un padre y una madre, en estos aspectos que llevamos hablando, puede encontrarse dificultades en la vida, pero difícilmente entrará en una situación de conflicto grave, donde hay respeto, donde tenemos una serie de normas establecidas que hay que compartir, ocio y tiempo libre, donde vamos a intercambiar: yo te doy mi frustración como hijo y tú me la devuelves como padre y tratamos de entendernos para poder llevar este camino hacia adelante”.

¿Qué podemos decirle a los profesores para prevenir estas conductas de riesgo de los jóvenes? “Hoy la escuela está sujeta de pies y manos, sobre todo porque a veces la acusamos de enseñar meros contenidos. Pero claro, ¿a qué grupo de profesores interpelamos? Para decirles que participen de este camino preventivo, hay muchos profesores vocacionales y muchos profesores que quieren ser maestros. Esto es fundamental. El educador que no tenga pasión por el trabajo de educar, pues mejor que se dedique a cualquier otra cosa”. “Hoy entre aspectos administrativos, aspectos de la pura estructura y aspectos de los niños en el aula, creo que el profesor tiene muy poca posibilidad de ser maestro”.

Los jóvenes hoy tienen su móvil y lo saben todo. ¿Qué consejo le podemos decir para que ellos sepan que las malas conductas no le llevan a buen puerto? “El niño o la niña tienen que saber que siempre va a haber un sitio donde puedo recurrir y ese será mi padre y mi madre. Y el padre y la madre tienen que examinar si están predispuestos a atender eso. Porque cuando los hijos no son conscientes o los padres no asumen ese papel es cuando a lo mejor viene el problema. Había un dicho por ahí hace unos años, de un chaval que vino al programa dijo: el lema de Proyecto Humano debería de ser: ‘Quiero ser tu primera oportunidad y no tu última alternativa’. ¿Por qué? Porque como nos identifican con un proceso educativo muy firme, muy contundente, pues hay gente que ya no se asusta con el lobo”.

Un error lo de utilizar el miedo. “¡Te voy a llevar Proyecto Hombre para darte un escarmiento! Hay que decirles a los padres que el miedo no sirve para nada. La cercanía, el cariño y la firmeza sí”. No queremos terminar sin preguntarte qué siente cuando en la Feria de Agosto, hay una caseta de juventud, sin alcohol, vacía… y el botellón lleno con menores de edad. “Nuestros chavales no fueron a esa caseta sin alcohol porque en esa caseta no hay incentivos que les asegure la diversión, la risa y el compartir, como parece ser que sí le ofrece consumir alcohol con los demás”. “Tenemos que reinventarnos. Mira la San Silvestre, se puso en marcha para prevenir un día del año, que es uno de los que más porcentaje para iniciarse los chavales de 14 a los 18 años en el consumo de alcohol o de otras conductas disruptivas. Pusimos esa fiesta como condición para que la zona de botellón estuviese cada vez más vacía y la alternativa lo que le ofrecíamos fuese divertido, exigente, competitivo, que tuviese premios, que tuviese”.

¿Qué nos pide a los medios de comunicación para contribuir en esta prevención? “Que haya una visión positiva del mundo en el que vivimos. No seamos bucólicos ni pastoriles, no seamos tontos, pero tenemos que entender que si en esta sociedad en la que estamos, que parece que hay tantas cosas regulares, no hubiera muchas cosas que van mejor, mucho mejor, esto no se sostendría. Las personas tenemos oscuridades y claridades, pero lo que sí es cierto y puedo confirmar es que hay muchas más personas de luz que de sombra”.

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