Ante el Día Mundial del Cáncer de Mama, entrevistamos este año a Mercedes Soria Pérez, Merche la de AFA, amante de la fotografía, esposa de Alfredo Sotelo, el presidente del colectivo.
Durante la pandemia, le diagnosticaron cáncer de mama, recibiendo quimioterapia, pasó por el quirófano y siguió con tratamiento hasta enero de este 2022.
Tras no esperarlo, comparte cómo reaccionó, cómo recibió el apoyo de su gente, la grandeza de su fe en Dios, el día a día en una parada en la vida, donde te hace valorar cualquier momento de tu vida porque vivir es algo maravilloso y único, y cómo no, la labor de la asociación contra el cáncer. Aquí, su testimonio y su deseo de mejorar la investigación del cáncer.
Mercedes tiene 45 años. Antes de empezar la pandemia, en enero de 2020, notó que un bulto había salido en su pecho. Empezó a acudir a los médicos y tras varias pruebas, en noviembre le diagnosticaron un cáncer de mama.
Mercedes Soria Pérez, Merche, estaba como toda la sociedad en un estado nunca vivido. Además le tocó el pulso, como a ella le gusta decir, contra el cáncer. Como suele pasar, no olvida sus fechas: “Me lo detectaron en noviembre de 2020 y empecé la ‘quimio’ antes de la operación que fue el 3 de junio de 2021. Luego seguí con el tratamiento y el último tratamiento fue el 5 de enero de este 2022”.
Ahora mismo, está en esa nueva vida que es la de las revisiones, de momento cada cuatro meses. “Me operaron en Málaga y todo el tratamiento lo recibí aquí en Antequera, tanto antes como después de la operación. El Hospital de Día tiene un personal magnífico en unas instalaciones amplias, con mucha luz, un lugar que se tendría que aprovechar para más tratamientos, el cáncer y otros tipos”.
Todo empezó en enero de hace dos años: “Noté un bulto, fui al médico, me hicieron una mamografía y descartó que fuera malo. Luego creció en verano, me dieron cita para octubre y después fue cuando me lo diagnosticaron. En mi caso, hasta que no me punzaron, no me lo detectaron hasta la biopsia que me realizaron, tras crecerme en verano”.
Por tanto ante el primer síntoma. “Mientras antes se vaya al médico, mejor. Cuando alguien se note un bulto, por mi experiencia, recomiendo que estén encima siempre y pidan que la vean. Que pidan una cita para que le hagan pruebas y que no lo dejen. Puede dar negativo un día, el bulto crecer y terminar en cáncer como fue mi caso”.
A día de hoy, el sistema sanitario realiza mamografías desde los 50 años, a lo que Merche reclama: “Desde mi experiencia, creo que debe adelantarse por lo menos a los 40 años. No lo digo por decir, sino porque en estos meses, iba por los hospitales y veía cómo había muchas chicas entre 30 y 40 años, por lo que creo que de entrada habría que hacer la primera revisión a los 40 años en vez de los 50 y así se detectaría antes”.
Su pulso con el cáncer, su fe en Dios y su marido
El momento más impactante en ella fue cuando se lo diagnosticaron. “Mi reacción fue estar una semana en shock cuando me dijeron que no era bueno y era cáncer. Yo tengo mucha fe en Dios y hablé con Él y me ha dado la fuerza que he tenido. Le dije que Él era el que me ha creado, quien me ha dado la vida; y si creía que me tenía que llevar, que me llevara. Y si no, que me diera toda la fuerza para afrontarlo. Y me la dio para esto y para más y aquí sigo”.
Es duro, pero hay que evitar venirse abajo. “El cáncer no siempre es muerte. Cada día, afortunadamente va creciendo la esperanza de vida. Por lo que hay que tener fuerza y mucha actitud. Hacer frente al cáncer con una actitud positiva”.
Aparte de la ayuda divina. “Alfredo ha sido mi apoyo, ¡qué te voy a decir! Desde por la mañana hasta por la noche. En todos los aspectos, mi marido ha estado siempre conmigo. Junto a él, mi familia y mis amigos. ¡No sabía que había tanta gente que me apreciaba!”.
Intentó llevar vida normal, aparte de las restricciones de la pandemia y de los días posteriores al tratamiento. “Si no llega a ser por el pañuelo… no se hubieran dado cuenta de lo que tenía. Yo siempre he sido muy positiva. Cuando te lo dicen… no me gusta decir que lucho contra el cáncer, yo prefiero decir que es un pulso, teniendo claro que debes de sacar fuerza para ganarlo”.
No quiere pensar en lo negativo del cáncer, ni se lo preguntamos porque notamos una fuerza impresionante en Merche. “No he tenido un peor momento. Sólo cuando me lo dijeron, pero luego ya te pones a pensar y actuar. Hay que hacerle frente con toda la fuerza del mundo”.Superó el tratamiento por el que “se me cayó el pelo y busqué el lado positivo, sabía que volvería a crecer”.
Fue cuando conoció a la Asociación Española Contra el Cáncer de Antequera. “Hacen un trabajo extraordinario. Yo la necesité porque tras la operación me quedaron secuelas por la zona del pecho y el brazo donde tenía mucho dolor. Fui allí donde Juana me abrió las puertas y conocí a todo el colectivo. He tenido apoyo psicológico, de rehabilitación… No sabía lo que hacían y es algo que no sabemos la suerte que tenemos de tenerlas”.
Tanto al colectivo como al Hospital: “He ofrecido mis fotografías, lo hice como regalo al Hospital de Día, un montaje sobre el cáncer de mama. Y ahora he hecho otro a Susana con fotos relacionadas con el cáncer para el colectivo”.
Lo tiene claro con la asociación contra el cáncer en Antequera: “Hay que darles voz y apoyo al máximo, lo que hacen es más que una labor humana. Sé de casos que no tenían cómo seguir para adelante y ellos le han buscado cómo conseguirlo con gestiones para que puedan recibir los tratamientos con las condiciones más óptimas posibles. Luego, tienen un teléfono para toda España que siempre te coge y te responde ante las dudas que el cáncer te plantea, lo que hay que valorar”.
Una vida sana y un servicio oncológico en el Hospital de Antequera
Su pulso ganado le ha dejado un mensaje de cambiar sus hábitos. “Es importante tener una vida sana. Yo antes fumaba, de unos ocho a diez cigarrillos al día. Cuando me lo diagnosticaron, tiré todos los cigarrillos que tenía en casa y aquí sigo y no me ha pasado por la cabeza volver. Fue mi cambio de actitud, tener una vida más saludable, algo que deberíamos de hacer siempre y yo lo he decidido hacer ahora y mantenerlo”.
Tras su experiencia, desde su parecer, también cree que Antequera debe tener más servicios oncológicos. “Tenemos un hospital muy lindo, donde a mí me han puesto la quimioterapia. Creo que se tiene que aprovechar más y con ese magnífico personal que hay, dar cobertura a otros tratamientos. Si el pulso ya es grande por cada persona, si se hace cerca de casa, mejor. Me consta que hay muchos enfermos que deben de ir a Málaga para su enfermedad. Si se los pusieran aquí, evitarían tener que trasladarse con lo incómodo que es viajar en esos momentos”.
También considera, “lo digo personalmente, que se tendría que tener un especialista permanente en oncología como otras necesidades que existen”.Su vida ha cambiado. “Ahora lo valoro todo: un paseo por la playa, estar con los amigos, con tu madre, con tu familia, con tu marido. Hay que saborear cualquier momento. No hacen falta tantas cosas para ser feliz”.
También es de las que piensa que se podría hacer más al ver lo que se ha tardado con la COVID-19. “¡En tiempo récord han hecho una vacuna! A pesar de toda la investigación que se está haciendo del cáncer, todo lo que se haga, es poco. Se tiene que investigar más y si hay que poner más recursos económicos, que se pongan. Es una enfermedad que llega a todas las casas…”.
Para terminar, nos da el titular: “Hay que tomar el cáncer como un pulso, ser positivo y no dejar que te domine. A quienes pasen por esto ahora, que no se vengan abajo y que los pensamientos negativos no puedan con ellos. Hay que controlar tu mente; no puedes dejar que los pensamientos negativos te controlen. Tienes que sentir que esto va a salir bien, aunque no es fácil, hay que pasar tratamientos y operaciones, pero es posible”.
Tras escuchar este testimonio, poco queda más que decir. Bueno, sí, darle las gracias a Merche por compartir esta visión de su pulso contra el cáncer, al que ella no le da ningún espacio. Algún día se le ganará el pulso por completo… De todos nosotros depende, y de la investigación, de la actitud…