El Área de Patrimonio del Ayuntamiento de Antequera sigue mejorando la fachada de San Pedro, concretamente ahora la hornacina y escudo que hay encima de la puerta principal.
El equipo municipal empezó el año remozando la fachada en la zona que comprende la esquina del templo. Y tras el Corpus Christi, levantó unos andamios para recuperar la hornacina y el escudo perdido con el paso de los siglos.
Quienes pasean por el entorno pueden apreciar ya las tres hornacinas, con detalles que no se recordaban, así como el hueco inferior donde irá un escudo del cardenal de la Cueva, quien ordenó en 1656 la finalización del templo.
San Pedro inició las obras de la actual iglesia por parte de Diego de Vergara en 1574, el mismo que dirigió los trabajos en la catedral de Málaga. Pero se ralentizaron con el paso de los tiempos, alzándose como una iglesia de planta catedralicia hasta tal punto que en 1692, cuando se trasladó la colegiata de Santa María, se pensó en San Pedro, pero al estar en obras, se llevó a San Sebastián. Sí recibió el baldaquino que hoy sigue luciendo.
Se tuvo que esperar hasta 1731, más de siglo y medio después, para bendecir el templo. Una fachada cuya hornacina provocó la intervención de los Bomberos un Jueves Santo, precisamente, ante el peligro de caída de estos elementos que están siendo saneados.
