Cuando hacemos esta entrevista, aún no se lo cree y nos repite que ella no merece este reconocimiento que la ciudad le otorga ahora, después de años de implicación con los más necesitados de Antequera.
Citamos en nuestra redacción a la valenciana Pilar de Wit Guzmán (Valencia, 14 de abril de 1952), después de haber hablado previamente con ella por teléfono, donde ya nos mostró su ilusión y sorpresa al conocer que el Ayuntamiento de Antequera la ha reconocido como Hija Adoptiva de la Ciudad, en un título que se entregará el próximo 16 de Septiembre, Día de Antequera y de Santa Eufemia.
Pilar es bien conocida por numerosos sectores de la ciudad y, aunque no nació en Antequera lleva aquí “desde hace ya 42 años”, tal y como nos recalca. Su idilio con Antequera comienza al tiempo que inicia su relación con un antequerano, al que conoce “en el tren de Lourdes, con los enfermos. A partir de ahí empecé a visitar Antequera hasta que me casé y así llegué. Soy como cualquier otra perosona que llega. Empecé a vivir aquí estupendamente y me acogieron muy bien. Tengo muy buenos amigos”, explica De Wit.
Un comienzo solidario en sí, ya que el tren de Lourdes se encarga de trasladar a enfermos desde diferentes puntos hasta el santuario francés, lugar de culto de peregrinos y pacientes, que buscan orar y ser curados por la Virgen.La ahora Hija Adoptiva se sorprendió con nuestra ciudad al llegar a ella: “Antequera me enamoró, estuve siempre muy bien, la gente me acogió de maravilla. Mi vida es sencilla, pero muy bien, muy contenta”.
Su amor por la solidaridad se ha acrecentado con el paso de los años: “Cuando mis hijas ya se hicieron mayores, se fueron a estudiar y yo ya tenía más tiempo libre, en la Parroquia en la que estaba, conecté con el sacerdote Pepe Amalio y le dije que podía contar conmigo para cualquier cosa que les hiciera falta. Y así fue como empecé en Cáritas, me llamó y empecé”.
Pilar de Wit nos lo cuenta sabiendo las grandes necesidades que tienen muchas personas y que ella, junto a otros voluntarios, ponen su granito de arena para conseguir mejorar su calidad de vida: “Me encontré con gente con una necesidad y me impliqué bastante para poder ayudarlos y que tuvieran una mejor calidad de vida y ayudarles un poco en lo que estaba en nuestras manos para conseguir que fueran un poco mejor”.
Vicepresidenta de Bancosol Alimentos
Su altruista labor le ha servido para que el Consistorio de la Ciudad le reconozca su trabajo por Antequera y también por la provincia. Actualmente, “soy vicepresidenta de Bancosol”, nos cuenta Pilar. “Vinieron a Antequera e intentaron poner una especie de plataforma que al final no salió, pero me llamaron para que colaborara con ellos. Empecé poco a poco y hasta hoy”.
Bancosol, explica, “reparte alimentos y ahora mismo tiene unos programas estupendos de inclusión laboral que la verdad es una satisfacción grandísima poder sacar a gente que está en el paro, sobre todo a madres y padres de familia. Que tengan un trabajo es una satisfacción. Lo primero de Bancosol es llegar a cuantas más familias mejor para poder darles de comer”.
Igualmente, De Wit ha trabajado constantemente en las reconocidas de alimentos que se han hecho en Antequera, tanto con Bancosol como con Cáritas.
Se enteró por los medios de comunicación de su reconocimiento
Como al resto de invitados a nuestra Redacción, le preguntamos a Pilar de Wit por los primeros instantes tras conocer su reconocimiento, a lo que nos indica que se enteró “por los medios de comunicación. El día que salió en los medios me llamó Luisa Casero y me dijo ‘estás saliendo en todos lados’ y así me enteré. Me llamó también Pepe Amalio”.
Amigos y familia la han felicitado: “Mis amistades y familia están muy contentos, me han dado la enhorabuena, pero yo me quedé un poco sorprendida porque ni me lo esperaba ni pensaba que yo jamás podía tener ese título”.
De hecho, nos cuenta que cree que le han dado el título de Hija Adoptiva “porque tengo buenísimos amigos que creen bastante en lo que yo hago, pero no hago nada de particular que no hagan ellos”.
Al igual que durante toda la entrevista, De Wit insiste: “Todo esto a mí me desborda porque mi vida es muy normal. Creo que no he hecho nada para merecer esto. He hecho lo que cualquier persona con tiempo libre y con un poco con preocupación social haría para ayudar. Como yo hay millones de personas y mejor que yo ni te cuento”.
Ahora, Pilar De Wit volverá a su tierra: regresará a Valencia
El reconocimiento supone el broche de oro, la guinda del pastel, el sentido a toda una vida de entrega a los demás en nuestra ciudad, pensando ya en nuevos retos en su Valencia natal, donde vuelve dejando Antequera después de más de 40 años.
“Por las circunstancias, me voy de Antequera y es como un poco el broche final de decir que me voy con el cariño de la gente. Con mucha pena, pero por otro lado dices: ‘Bueno, mejor imposible poderte ir’, sabiendo que te quieren”, subraya.
Su relación con Antequera, no obstante, seguirá siendo constante ya que deja en la ciudad a numerosos amigos con los que mantendrá el contacto y, por supuesto, a los que visitará en la medida de lo posible. Para ella, la ciudad “es preciosa y me gusta mucho su gente, la acogida que he tenido durante todo este tiempo, el cariño”, nos cuenta Pilar casi emocionada y recordando todos los buenos momentos que deja en Antequera.
Hija Adoptiva y su huella en la ciudad
De Wit cree que ha intentado “querer a todo el mundo y ayudar en lo que he podido”, a la vez, le preguntamos por un sueño y por el legado que deja: “He intentado hacer siempre las cosas más o menos bien”. Continúa: “A veces, lo he conseguido y a veces no lo he conseguido. Si llego al final satisfecha de que he podido hacer algo para que mi conciencia esté bien, para mí es lo máximo”, recalca.
Al fin y al cabo, explica Pilar antes de finalizar la entrevista, “es el motor de tu vida: estar en paz con Dios porque ayudas”, finaliza Pilar de Wit.Una charla en la que también nos acompañó la antequerana y colaboradora de El Sol, Luisa Casero, que añade a la entrevista el valor personal, la humildad y humanidad de Pilar de Wit, antequerana de corazón y que ha luchado durante estos años para que el mundo sea un poco más justo y, lo más importante, nadie pase hambre en pleno siglo XXI.
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